domingo, 10 de noviembre de 2013

Barba descerraja Calaveras

Macías y Mario Aguilar cortan oreja con desigual encierro de Los Encinos


ADIEL ARMANDO BOLIO, Aguascalientes (México) 
Se dio este sábado la segunda y última corrida del XIX Festival de Calaveras en el coso Monumental de la ciudad de Aguascalientes, que registró tres cuartos de entrada sin abrirse el tendido general, y en la que los tres diestros locales se dieron un "buen agarrón", aunque el festejo se fue para abajo a partir de la salida del quinto toro. Sin embargo, el triunfador fue Fabián Barba, quien logró cortarle las orejas al cuarto toro del festejo, en tanto que sus alternantes Arturo Macías y Mario Aguilar se hicieron cada uno de una oreja del segundo y tercer astado, respectivamente.

De esta manera, se lidiaron seis toros de la ganadería de Los Encinos, de diferente presentación, siendo buenos el segundo (débil), el tercero y el cuarto. El primero y el sexto dieron juego complicado y el quinto fue devuelto por haberse despitorrado del lado izquierdo. Salió un reserva de la divisa de Claudio Huerta, que fue devuelto, sin picar, por evidente mansedumbre. Y un segundo reserva de la finca de Montecristo, de regular al malo.

El diestro FABIÁN BARBA en el astado que abrió plaza veroniqueó con evidente voluntad y mejor se vio en un valeroso quite por navarras. Con la muleta, tras doblarse con el burel, nada fácil, de poca fuerza y con mucho que poderle, se ha jugado de verdad la vida en un trasteo de mucho aguante y sometimiento a su antagonista. Le cuajó series toreras y oficiosas por ambos pitones, sobresaliendo meritoriamente las que le ligó por el derecho. Terminó de pinchazo y estocada entera desprendida para ser ovacionado en el tercio con justeza.

En su segundo, "Negrito", realizó en los medios dos largas cambiadas de hinojos y ya de pie, ahí mismo, lanceó estética y toreramente a pies juntos para terminar quitando, en el mismo terreno, por ajustadas gaoneras. Con la franela, tras brindarle al matador de toros sevillano retirado, Antonio Barrera, se fue al centro de la arena para cuajarla una estupenda serie derechista de rodillas rematador con cambio de mano. De pie, siguió toreando con buen trazo diestro y al darle un cambiado por la espalda el "socio" salió distraído y le cambió la lidia evidenciando una clara tendencia a las tablas, donde aprovechó para darle seguimiento voluntariosa y hasta lucidamente por ambos lados a una variada labor. Concluyó de acertada estocada, ligeramente tendida, para lograr cortar dos orejas solicitadas por el propio matador y a lo que el juez Jesús Herrera Robles accedió.

El espada ARTURO MACÍAS al primer toro de su lote, de nombre "Zapito", lo recibió con tres largas cambiadas de rodillas cerrado en tablas para luego de pie, en el centro del redondel, ajustarse en estéticas chicuelinas, además de quitar vistosamente por saltilleras. Después del segundo tercio, el subalterno Alejandro Prado se desmonteró para agradecer ovación por clavar soberbio par de garapullos. Su labor de muleta fue iniciada en los medios con un cambiado por la espalda, el de pecho, otro por alto, el desdén y uno de pecho más. El toro, aunque apurado de facultades, tenía nobleza en el embestir, lo que entendió muy bien el torero, con un claro talento, para cuajar una señorial faena por los dos perfiles, plena de temple, cadencia, ritmo y arte. Derechazos y naturales tersos, bien llevados que adornó con trincheras, la vitolina, pases de pecho y por bajo de manera elegante. Más toreo en redondo por un lado y por el otro encendiendo el ánimo de la gente a través de emotivos ¡olés! Manoletinas para abrochar el trasteo y acabar de estocada entera ligeramente atravesada. El toro tardó en doblar, le sonaron un aviso y el juez le otorgó una oreja.

A su segundo lo recibió con dos largas cambiadas de hinojos al hilo de las tablas para luego de pie lancear a pies juntos y abriendo el compás hasta que el toro luego de embestir clavó los pitones en la arena y fracturó desde la cepa el pitón izquierdo, siendo devuelto de manera inmediata, aunque el toro simplemente se negó a regresar a los corrales por lo que el propio Macías, previo permiso de la autoridad, lo pasaportó de media estocada y tres golpes de descabello. En su lugar salió el primer reserva de la dehesa de Claudio Huerta, al que recibió de rodillas en tablas con una larga cambiada y después empezó a hacer cosas de manso, espantándose hasta de su sombra. Se decidió regresarlo a los corrales sin haberlo probado en caballos y en su sitio salió el segundo reserva de Montecristo al que le dio dos largas cambiadas de rodillas, una de ellas muy comprometida para ya incorporado instrumentar vistosas chicuelinas. Con la muleta, al toro que de inicio mostró nobleza pero era débil, terminó muy parado pero al que Arturo, a base de insistirle y de pisarle los terrenos le sacó muletazos meritorios. Alargó la faena, terminó dando manoletinas y dejó una estocada contraria y trasera para escuchar aplausos.

El matador MARIO AGUILAR en el primer ejemplar que le tocó lidiar, llamado "Rumbero", lanceó más que empeñosamente a la verónica y a pies juntos para después ceñirse en valientes chicuelinas, además de quitar por expuestas tafalleras, siendo arrollado en la última, levantándose con la taleguilla rota del muslo derecho para rematar con señera media. Gran puyazo del varilarguero Cruz Prado para hacerse ovacionar con fuerza. Con la sarga, Mario comenzó en el centro del redondel con el cambiado por la espalda, el de pecho, por alto, la vitolina, el de la firma, un desdén y otro de pecho. El toro iba a más y el torero también por lo que con gran gusto se dio a trazar una faena templada, suave y soberbia por los dos pitones, intercalando pases de trinchera, los forzados y los preparados de pecho, además del molinete. Hizo el toreo circular sin mucha fortuna y entró a matar para dejar una estocada entera y trasera, obteniendo por ello un valioso apéndice.

Y en el que cerró el festejo lanceó de manera estupenda a la verónica. Con la pañosa, a un ejemplar que terminó soseando y se quedaba corto, con un gran empeño y evidente disposición le cuajó una brillante faena, "sacando agua de una piedra". Pisó terrenos comprometidos y con firmeza logró pasajes de gran valor por el pitón derecho, despatarrándose. Por desgracia malogró todo con la espada y al final se le ovacionó el esfuerzo.

FICHA DEL FESTEJO
Aguascalientes. Segunda corrida del XIX Festival de Calaveras. Coso Monumental: Tres cuartos de entrada sin abrirse la zona general. Seis toros de Los Encinos, siendo buenos el segundo (débil), el tercero y el cuarto. El primero y el sexto, complicados y el quinto fue devuelto por haberse despitorrado del lado izquierdo. Un reserva de Claudio Huerta fue devuelto, sin picar, por evidente mansedumbre. Y un segundo reserva de Montecristo, de regular al malo.

Fabián Barba: Al tercio y dos orejas.
Arturo Macías: Una oreja y palmas con el segundo reserva.
Mario Aguilar: Una oreja y ovación.

INCIDENCIAS: Durante la lidia del segundo toro el banderillero Alejandro Prado salió al tercio y el picador Cruz Prado ejecutó soberbio puyazo al tercero. El quinto se despitorró del lado izquierdo por lo que fue devuelto a los corrales pero al no querer regresar a los corrales tuvo que ser pasaportado por su matador Arturo Macías previo permiso de la autoridad. Salió el primer reserva de Claudio Huerta y por manso fue regresado a los corrales y sustituido por otro de Montecristo.

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