miércoles, 27 de noviembre de 2013

"La empresa debe trabajar, el ganadero criar espectáculo y el torero competir más"

ADOLFO MARTÍN - GANADERO

El criador califica de "redonda" su temporada 2013 y tiene fe en 2014

JUAN IRANZO
Como todas las personas que son alguien en esta vida, tiene sus partidarios y sus detractores. Hace un año volvió a nacer a consecuencia de las heridas que le produjo uno de sus toros cuando realizaba labores de campo en su finca de "Los Alijares". Cuando se le pregunta, ni duda ni se alivia en la contestación, consiguiendo con sus palabras y su trabajo ser uno de los más importantes iconos "toristas".

- ¿Le quedan secuelas de la cornada?
- No, no. La única secuela que me ha aparecido ahora es una hernia a raíz de la operación en la parte alta del estómago, pero que no es nada en comparación a lo que pudo ser. Me la tendrán que operar pero estoy muy bien.

- ¿Con que ánimo se vuelve al mismo lugar del que apunto estuvo de perder la vida?
- Con mucha moral, mucha alegría. El único impacto que tuve fue al entrar en la casa en la que normalmente vivo cuando estoy en el campo, una casa antigua, que estaba a oscuras y todo tal y como yo lo dejé aquel día. Me impresionó. Era una sensación como si volviera del más allá. Por lo demás nada.

- ¿Con qué palabra definiría los últimos 20 años de su vida como ganadero?
- Apasionante. Empezar de cero cuando partimos con mi tío Victorino, aunque yo me considero ganadero desde que tengo uso de razón, fue una aventura dura en la que siempre hemos tenido que trabajar mucho y donde hay que tener mucha afición. Ser ganadero no es un trabajo cómodo, es duro, como lo es el campo.

- Su temporada ha estado marcada por anunciarse dos tardes en Las Ventas. Madrid ¿da o quita?
- Madrid da y quita. Da mucho y quita mucho dependiendo de como salgan las cosas. En San Isidro salieron las cosas bien y me dio mucho, y en otoño salieron peor y ya me ha quitado menos porque la temporada ha sido muy redonda. Pero termina el año y al siguiente se comienza de nuevo, porque cada temporada es algo independiente.

- ¿Se considera ganadero de Madrid?
- Sí, sí. Yo he sido primero abonado de Madrid, aficionado de Madrid  y soy un ganadero de Madrid. Te diría sin presumir y sin arrogancia que de los más altos.

- ¿Ha encontrado el toro que busca?
- He echado varios. Aquí nunca acabas. Ten en cuenta que la ganadería son animales vivos, que a los 20 años ya no existen, que son machos y hembras, que siempre estas trabajando, corrigiendo... En Madrid he lidiado varios, dos en San Isidro y otro en Otoño. Uno muy bueno, muy bueno en Valencia...

- ¿Cómo es ese toro?
- Bravo de salida, bravo en el caballo, que ha humillado, ha repetido, que ha tenido casta y ha embestido en la muleta.

- ¿El toro ha de ser materia prima para el espectáculo o un protagonista?
- Es un protagonista pero debe de servir de materia prima. Sin toro no hay espectáculo, eso está claro. Es "corrida de toros", "vamos a los toros"... todo gira en torno al toro. El torero es fundamental, los subalternos son fundamentales, pero ahí debe de haber un toro.

- ¿Existen dos tipos diferentes de Fiesta?
- Sí, existen dos tipos de Fiesta. Existe la Fiesta de los aficionados más exigentes que demandan un toro más encastado, más de verdad, más íntegro y de toreros capaces de estar a esa altura. Y luego hay otra Fiesta más de público y en la que quizás se tolera más. En la que sale un toro más fácil y la gente concede más orejas. Es una Fiesta más fácil, claro.

- ¿Cómo vislumbra su 2014?
- Con ilusión. Tengo una camada buena, unas cuantas cosas ya hechas. Se me han abierto las puertas de Francia con la carta verde y empezamos en Fallas, como otras veces, que ya son muchos años yendo a Valencia. Para Madrid tengo pedidas San Isidro y Otoño, en Francia tengo hecho Vic y Ceret, y tengo otra plaza muy importante de primera que todavía no lo puedo decir y que se va a cerrar esta semana.

- ¿Qué cambiaría del sistema taurino para mejorar su futuro?
- Muchas cosas. Los empresarios tenían que ser más trabajadores y aficionados. Los ganaderos tenemos que concienciarnos de echar un toro que dé más espectáculo, que sea más bravo y que divierta más al público. Y los toreros tenían que concienciarse de que estamos en un momento de hacer un esfuerzo, de competir y de llevar a la Fiesta al lugar que siempre ha tenido dentro de la sociedad.

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