…como decían las señoras enantes. Y es que en esta época del año, cuando empiezan a anunciarse las contrataciones de toreros para las plazas colombianas, comienza a sentirse el entusiasmo entre la grey taurina.
Que si Morante va para Medellín, que si El Juli estará en Manizales, que si Pablo Hermoso, recorrerá las principales ferias, que si Manzanares va a Cali, en fin, las noticias vuelan y el plato está servido para toda clase de comentarios.
Y eso es bueno para la Fiesta. Al fin y al cabo, los Toros son una pasión. No deja de ser lamentable que, por el capricho del dictadorzuelo de la capital tampoco en el 2014 la Santamaría se vea engalanada como en sus mejores tiempos. Pero vendrán tiempos mejores, cuando la Justicia (¿es que acaso hay algo parecido a ella en nuestra sufrida Colombia?), se apiade de los taurinos y falle los procesos, tutelas y demás acciones judiciales que se han interpuesto contra la vergonzosa decisión de cerrar la Plaza para las corridas de toros.
Por la Sultana del Valle corre el optimismo, salvado ese diferendo de tantos años en el manejo de Cañaveralejo, y se espera que este año sea el renacer de esa feria, que – a la par de la de Pamplona - fue modelo en el mundo.
Y
en Medellín, después de una lucha de más de un quinquenio, fueron
derrotados definitivamente los antitaurinos que, desde el Concejo de la
ciudad, pretendían abolir o desfigurar la Fiesta Brava. Esto ha
permitido a la Empresa un respiro y, con la debida anticipación, barajar
los mejores nombres para integrar la nómina de matadores que vendrán
en enero de 2014. No se nos olvide que el año pasado, por estas calendas
todavía no existía seguridad de que se podía dar la temporada, pues
todo dependía de lo que acordaran los Señores Concejales.
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