Petro acabó con la fiesta brava hace casi dos años al no renovar arrendamiento de plaza de toros.
 |
El espetáculo taurino podría volver a Bogotá, si la Corte así lo aprueba.
Foto: Abel Cárdenas / EL TIEMPO
|
El Tiempo Bogota (Colombia)
Este jueves, antes de salir a vacancia judicial, una sala de la Corte Constitucional debe definir la tutela de la Corporación Taurina de Bogotá que busca revivir las corridas en la plaza de Santamaría.
Los magistrados Mauricio González, Luis Guillermo Guerrero y Gabriel Mendoza estudiarán el caso por el cual, hace casi dos años, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, acabó por decreto con la fiesta brava en Bogotá, al no renovar el contrato de arrendamiento de la plaza de toros. (Lea también: Prohibir corridas tiene respaldo constitucional, sostiene la Alcaldía)
Petro invoca la sentencia C-666 del 2010 y asegura que en ella la Corte Constitucional prohibió las corridas donde haya sufrimiento animal o torturas. La Corporación Taurina, por su parte, alega que es una mala interpretación de la sentencia y que lo que hizo el alto tribunal fue establecer que donde hay tradición sí puede haber corridas de toros.
La ponencia del magistrado González tumbaría el argumento de Petro con la misma sentencia C-666, que dice que ninguna administración municipal puede prohibir la realización de las corridas (y por extensión de otros espectáculos, como las peleas de gallos) donde exista una tradición cultural e histórica. Además, en la discusión se planteará que el Congreso de la República es el único órgano facultado para ‘humanizar’ la fiesta brava, suprimiendo la muerte del animal o prohibiendo las corridas.
De por medio también está la sentencia C-889 del 2012, que declaró exequible la Ley 916 del 2004 –el reglamento taurino–, según la cual los alcaldes y los concejos municipales no pueden prohibir las corridas de toros en los municipios donde exista tradición.
Hace un par de semanas, el Consejo de Estado –al pronunciarse sobre el uso de animales en experimentos científicos– calificó de “incongruentes” las decisiones de sus colegas en cuanto a las corridas. Los consejeros señalaron que la actitud hacia las corridas debe cambiar y ser la misma que se impuso con la esclavitud: proscribirla.
Conocedores de la fiesta brava aseguran, sin embargo, que, así la tutela sea fallada a favor de la Corporación, no está garantizado que la ciudad tenga corridas en enero del 2014, porque el Distrito debe abrir un proceso licitatorio para entregar de nuevo la plaza en arriendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario