El torero de Aguascalientes sufrió una fea
cogida de un toro al que toreó muy templado y acabó cortándole las dos
orejas tras una estocada para el recuerdo
APLAUSOS
Muy buena acogida tuvo la Monumental para
presenciar un festejo con tres jóvenes mexicanos que tienen a la afición
ilusionada. Los tres mostraron sus armas y se impusieron con ganas y
determinación, aunque al final, quien se llevó el gato al agua fue
nuevamente un valiente Joselito Adame, que salió una vez más a hombros.
Gran
susto el que se vivió en el segundo de la tarde y primero de la lidia a
pie, cuando Joselito Adame resulto cogido de dramática manera. Fue
mientras abrochaba su faena con unas ceñidas manoletinas, cuando el toro
lo zarandeó por el pecho, aunque afortunadamente todo quedó en un
susto. Momentos de verdadera angustia. Se repuso Joselito y continuó con
la faena, con el público enloquecido con el torero, antes de dejar una
gran estocada que tumbó al toro sin puntilla. Dos orejas de peso. La
faena tuvo ritmo y ligazón ante un toro con movilidad. El cuarto humilló
y tuvo fijeza, pero le faltó entrega y recorrido en su embestida.
Joselito Adame acusó la fuerte voltereta y se le vio algo mermado de
facultades. No hubo acople entre toro y torero.

El sexto de
Barralva fue el toro de la tarde y a buen seguro de la temporada en la
Monumental. De pelo colorado, estrecho de sienes y corto de manos,
preciosas las hechuras. Embistió encastado y con transmisión, galopando
con buen tranco y fijeza a la muleta, por abajo, siempre presto al cite
de Diego Silveti, que lo toreó largo en una faena basada sobre el pitón
derecho. Antes de entrar a matar, parte del público pidió el indultó del
bravo astado, petición que no alcanzó su objetivo. Silveti pinchó
reiteradamente y se esfumó un triunfo gordo. El tercero fue un toro que
tuvo nobleza pero cuya falta de fuerzas impidió que Diego Silveti
pudiera levantar el vuelo de una faena que se vivió con frialdad por
parte del público. Mal con la espada. Saludó en banderillas Cristian
Sánchez.

Arturo Saldívar toreó por momentos con templanza y
largura en los primeros compases de la faena de muleta su primero. Pero
el toro, al que le costó humillar, se vino a menos aunque el diestro
puso la nota de emoción en el toreo de cercanías, dejándose rozar los
pitones en la taleguilla. Ajustadas bernadinas antes de montar la
espada, que entró al segundo intento, perdiendo los trofeos. Comenzó
bien la faena de muleta de Saldívar al sexto, un toro que embestía por
abajo y con transmisión, pero que no sacó fondo y se apagó pronto. No
pudo redondear Saldívar, muy dispuesto en todo momento.

No tuvo
una lucida actuación la rejoneadora Mónica Serrano con el animal de
Fernando de la Mora que abrió plaza. El burel, de escaso celo, se llevó
dos rejones de castigo y sólo dos banderillas, pues la jinete se mostró
excesivamente fallona con ellas. Montó a Madroño y Artista, entrando a
matar con Arzac, con el que pinchó varias veces antes de enterrar el
rejón de muerte. Tuvo que salir a rematar al toro el sobresaliente, que
empleó espada y descabello.
México D.F. (México), 1 de diciembre de 2013. Un novillo de
Fernando de la Mora, para rejones, y
Barralva,
para la lidia a pie, serios, de impecable presentación, manejables en
general; destacó el sexto, bravo, premiado con el arrastre lento. La
rejoneadora
Mónica Serrano, pitos tras dos avisos;
Joselito Adame: Dos orejas con petición de rabo y silencio;
Arturo Saldívar: Saludos desde el tercio y silencio;
Diego Silveti: Silencio tras aviso.
Entrada: Dos tercios. Se desmonteraron Héctor Rojas (2º) y Cristian Sánchez (4º).
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