domingo, 12 de enero de 2014

"Nosotros sí somos respetuosos de la ley"


VÍCTOR DIUSABÁ ROJAS
EL PREGONERO | MANIZALES
Felipe Negret está en ese lugar en el que se ha ido a vivir: la plazas de toros. Anda en plan de aficionado, lo que, dice, le gustaría ser y nada más.

Frescos están palabras y gestos de un homenaje que le brindaron en Bogotá gentes del toro, como reconocimiento a la tarea que se ha impuesto: salvar La Santamaría, para que siga siendo lo que es y para lo que la destinaron sus fundadores: un monumento destinado a una práctica cultural, legal además, que ha sobrevivido al paso de los siglos. Sobre ese, y otros temas punzantes, Negret habló con EL PREGONERO.
- ¿Qué interpretación le da al hecho de que los magistrados de la Corte aplazaron para 2014 la decisión sobre la tutela interpuesta por usted?
Se están tomando su tiempo. Nosotros, al contrario del alcalde Gustavo Petro, somos respetuosos de la ley. Los magistrados son personas serias, íntegras y serenas que están estudiando su sentencia. Estamos seguros de que será favorable a los taurinos; el tiempo que haya que esperar legitimará aún más la decisión.

- ¿Cree que esa decisión irá en sentido favorable a la permanencia de la fiesta brava en Bogotá?
Déjeme hacer pedagogía. Aquí se violó un derecho que tienen los ciudadanos, es una decisión que va en contra de la ley y la Constitución. La Corte no le hará un favor a los taurinos, le hará un favor a las libertades y lo único que reconocerá es un derecho. El fallo debe apuntar a defender las libertades que fueron secuestradas por un mandatario arbitrario y que no se despega de su pasado actuar.

- ¿Hay algún recurso que pueda interponer la contraparte en caso de que así suceda?
Esta es una última instancia. No hay recurso. Sin embargo, no me sorprendería que vengan nuevas argucias para perpetrar la arbitrariedad. Tengo la íntima convicción de que el alcalde, desde antes de tomar la medida, ya tenía la seguridad de estar actuando en contra de la ley, con un sentido politiquero y populista. Como sabía que la ilegalidad de cerrar la Plaza se podía caer por su peso, se inventó la estrategia de inventarse un riesgo. Ya he dicho con anterioridad al fallo de la Procuraduría: primero se cae Petro que la Santamaría. Y así fue. La Plaza esta ahí, en la 26, intacta, y Petro está inventando recursos para mantenerse en el cargo, controvirtiendo el orden legal. La Plaza está intacta y en perfectas condiciones para albergar sus 13 mil aficionados por tarde cuando se reabran sus puertas.

Sobre el alcalde
- ¿Qué efectos puede tener sobre el futuro de la fiesta brava en Bogotá la decisión de la Procuraduría de destituir e inhabilitar al alcalde?
Esto que sucedió, lejos de hacerle daño a los aficionados, a los toros y a la fiesta misma, la engrandece. Muchas personas que nunca han ido a una corrida me han expresado que cuando se reabra la plaza irán a ver qué es lo que sucede allí. Esto genera mayor arraigo entre los aficionados, curiosidad entre los que no lo son y desazón en los antitaurinos, que en Colombia no son más de un millar.

- ¿Cómo califica el mandato del alcalde?
Acertó en algunas cosas y se equivocó en la gran mayoría de sus decisiones. Fue un gran logro haber disminuido los homicidios en Bogotá, por el desarme. Pero su soberbia lo encegueció, lo dejó solo. Los funcionarios no lo soportaban y huyeron de la administración, algunos sub júdice. La expedición del POT, el levantamiento del pico y placa y muchas más decisiones equivocadas le significaron el más bajo nivel de aceptación de alcalde alguno en la historia de Bogotá.

Lejos de mostrarlo como un gobernante tolerante, respetuoso de la diversidad y de sus manifestaciones culturales, entró en el universo de los dictadores, de los totalitarios. Se supone que por años luchó contra eso. Esta es otra oportunidad que pierde la izquierda colombiana.

-¿Qué perdió Bogotá con la decisión del alcalde? ¿Cuánto le puede costar esa arbitrariedad a la capital, o mejor, a sus ciudadanos?
Mucho. Perdieron miles de familias que derivan su sustento de las corridas, las comunidades más pobres que domingo a domingo hacían los dineros para los colegios de sus hijos. Perdieron los hoteles, agencias de viajes, aerolíneas, restaurantes, los aficionados y no aficionados, que son la mayoría, que tenían una ciudad dentro del circuito taurino nacional. Pierden los parques de la ciudad que se quedaron sin recursos para este año, por $1.400 millones que aportaba cada temporada taurina para su mantenimiento, recursos que se podían utilizar en más salud, mejor educación, más transporte. Ningún argumento sirvió porque no hay peor Petro que el que no quiere ver.

- ¿Confía plenamente en que una nueva administración garantizaría los derechos de las minorías, en este caso la taurina?
Esperamos que así sea. Esperamos que el tema no se vuelva electoral. Ojalá que se cumpla la ley y, sobre todo, que no se pase por encima de los ciudadanos. Cuando un alcalde no escucha, no puede entender.
Planes para la reapertura
- Según sus cuentas, ¿cuándo se reabrirá la Santamaría para espectáculos taurinos?
No hago esas cuentas, pero estoy convencido de que será muy pronto porque las puertas del fin de la arbitrariedad se han abierto.

- Se habla del interés de figuras del toreo de participar en esa reapertura. Uno de ellos, José Tomás ¿Qué hay de cierto?
José Tomás siempre abriga las causas libertarias. Recuerde Barcelona. Vendrá cuando se reabra la plaza, sea cuando sea. Él tiene un compromiso, no solo con la afición sino con la libertad, que ha sido secuestrada por su alcalde. El Maestro tiene amor por la ciudad.

- ¿Hay posibilidades de que sea la Corporación Taurina de Bogotá la encargada de mantener la actividad en la primera plaza del país?
Es posible. Dependerá de las reglas de juego que establezca la nueva administración y de cómo sea el trámite de la reapertura. Por lo pronto, mi compromiso es seguir librando esta batalla para que se reconozcan los derechos y libertades de los ciudadanos de Bogotá.

- ¿Qué opinión le merece la actividad taurina en Colombia, en franca disminución en casi todas las plazas?
Este espectáculo, como en casi todo el mundo, se está transformando. Lo que nunca cambiará es el ambiente de una plaza. Las empresas tenemos un gran compromiso y nos crecemos frente a la adversidad. Nos viene como anillo al dedo una frase de Ghandi en esta resistencia contra la prohibición: "Nuestra recompensa está en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa".

¿Qué hacer frente a la situación actual? ¿Qué ideas frescas hay?
Formar nuevos taurinos. Miremos hacia la población neutra de esta longeva discusión. Regresar a los coloquios, fortalecer las nuevas aficiones, ser innovadores y creativos. Hay que apelar a las redes sociales y seguir luchando, que es lo que hemos hecho siempre.



Plaza de toros La Santamaría, de Bogotá.

Sobre el gobierno Santos
Al preguntarle a Felipe Negret sobre su percepción del enfoque que el gobierno de Juan Manuel Santos le ha dado sobre el tema taurino y las libertades, indica: "El presidente es sobrino nieto de Eduardo Santos, de lejos el demócrata más grande que ha tenido Colombia, un hombre que le abrió las puertas a los inmigrantes que huían de la Guerra Civil Española y de la II Guerra Mundial, que se refugiaban con solo pisar suelo colombiano. El presidente delegó, después de la reunión el año pasado con los toreros liderada y encabezada por Luis Bolívar, El Juli, Sebastián Castella, Miguel Ángel Perera y Pepe Manrique, en la señora ministra de Cultura, Mariana Garcés Córdoba. Infortunadamente ella ha estado más dedicada a dar pábulo a rencillas de parroquia, sin asumir la defensa de las expresiones culturales a que está obligada por mandato legal".

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