Una en cada todo dieron Luis Ruxiñol y Felipe Gonçalves
CULTORO,
Lisboa (Portugal)
Diego Ventura ha vuelto a entusiasmar y a
triunfar con fuerza en Lisboa, donde la plaza casi se llenó en una
noche de gran expectación en la que de nuevo el rejoneador de La Puebla
alcanzó un altísimo nivel que conquistó a los aficionados portugueses,
dando dos vueltas al ruedo a pesar de que el ganado de Cunhal Patricio
no fue fácil y apenas colaboró.
A su primer toro lo paró con Maletílla
en los medios, pero el toro arreó mucho y siempre embistió cortando el
camino al caballo. Clavó dos farpas para luego sacar a Nazari aunque el
toro no paraba de apretar con mucha fiereza en los poderosos galopes.
Tanto cortaba el toro que Ventura le hizo la suerte inventada por él y
que practicó a principio de temporada en Paterna consistente en pasar al
toro por el pecho del caballo como si fuera una especie de trincherazo a
caballo.
Después sacó a Oro, que puso dos
banderillas largas de punta a punta de plaza que levantó a la gente de
los asientos. Remató esta poderosa actuación con una corta. El primer
capítulo de la conquista estaba escrito y Ventura dio una vuelta al
ruedo.
En el segundo de su lote formó un
alboroto. Ventura cuajó una de las faenas del año a un toro complicado
en el que volvió a demostrar su capacidad y su arte a caballo. Lo paró
con Puerta Grande de salida y puso dos farpas al quiebro espectaculares,
saliendo de la suerte con gran pureza.
Siguió toreando en banderillas con
Puerta Grande, ya que en Portugal le dan mucho mérito a torear casi todo
el toro con el mismo caballo, y puso dos banderillas de punta a punta
de plaza batiendo y clavando en todo lo alto al estribo para rematar con
dos piruetas en la misma cara del toro. Este arranque ya puso al
público en pie.
Pero después Ventura sacó a Milagro y
eso fue lo que acabó con el cuadro. Puso cuatro banderillas al quiebro
impresionantes. Las dos primeras golapando de punta a punta de la plaza
para quebrar en la misma cara. Ya el toro presentaba muchas
dificultades, esperaba muchísimo, pero el público gritaba una más una
más y no fue una si no dos más con el toro en los medios esperando y la
yegua a tan solo metros. Se arancó el toro y quebró en la misma cara. En
ese momento la plaza era un auténtico manicomio.
La gran actuación de Ventura fue
premiada con dos vueltas al ruedo y después paseó los dos caballos,
Puerta grande y Milagro bajo una atronadora ovación del público.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Campo Pequenho, Lisboa (Portugal). Casi lleno. Se lidiaron toros de Cunhal Patricio, complicados.
Luis Rouxinol, vuelta al ruedo y vuelta al ruedo.
Diego Ventura, vuelta al ruedo y dos vueltas al ruedo.
Filipe Gonçalves, vuelta al ruedo y vuelta al ruedo.
Diego
Ventura ha vuelto a entusiasmar y a triunfar con fuerza en Lisboa,
donde la plaza casi se llenó en una noche de gran expectación en la que
de nuevo el rejoneador de La Puebla alcanzó un altísimo nivel que
conquistó a los aficionados portugueses, dando dos vueltas al ruedo a
pesar de que el ganado de Cunhal Patricio no fue fácil y apenas
colaboró.
A su primer toro lo paró con Maletílla en los medios, pero el toro arreó mucho y siempre embistió cortando el camino al caballo. Clavó dos farpas para luego sacar a Nazari aunque el toro no paraba de apretar con mucha fiereza en los poderosos galopes. Tanto cortaba el toro que Ventura le hizo la suerte inventada por él y que practicó a principio de temporada en Paterna consistente en pasar al toro por el pecho del caballo como si fuera una especie de trincherazo a caballo.
Después sacó a Oro, que puso dos banderillas largas de punta a punta de plaza que levantó a la gente de los asientos. Remató esta poderosa actuación con una corta. El primer capítulo de la conquista estaba escrito y Ventura dio una vuelta al ruedo.
En el segundo de su lote formó un alboroto. Ventura cuajó una de las faenas del año a un toro complicado en el que volvió a demostrar su capacidad y su arte a caballo. Lo paró con Puerta Grande de salida y puso dos farpas al quiebro espectaculares, saliendo de la suerte con gran pureza.
Siguió toreando en banderillas con Puerta Grande, ya que en Portugal le dan mucho mérito a torear casi todo el toro con el mismo caballo, y puso dos banderillas de punta a punta de plaza batiendo y clavando en todo lo alto al estribo para rematar con dos piruetas en la misma cara del toro. Este arranque ya puso al público en pie.
Pero después Ventura sacó a Milagro y eso fue lo que acabó con el cuadro. Puso cuatro banderillas al quiebro impresionantes. Las dos primeras golapando de punta a punta de la plaza para quebrar en la misma cara. Ya el toro presentaba muchas dificultades, esperaba muchísimo, pero el público gritaba una más una más y no fue una si no dos más con el toro en los medios esperando y la yegua a tan solo metros. Se arancó el toro y quebró en la misma cara. En ese momento la plaza era un auténtico manicomio.
La gran actuación de Ventura fue premiada con dos vueltas al ruedo y después paseó los dos caballos, Puerta grande y Milagro bajo una atronadora ovación del público.
A su primer toro lo paró con Maletílla en los medios, pero el toro arreó mucho y siempre embistió cortando el camino al caballo. Clavó dos farpas para luego sacar a Nazari aunque el toro no paraba de apretar con mucha fiereza en los poderosos galopes. Tanto cortaba el toro que Ventura le hizo la suerte inventada por él y que practicó a principio de temporada en Paterna consistente en pasar al toro por el pecho del caballo como si fuera una especie de trincherazo a caballo.
Después sacó a Oro, que puso dos banderillas largas de punta a punta de plaza que levantó a la gente de los asientos. Remató esta poderosa actuación con una corta. El primer capítulo de la conquista estaba escrito y Ventura dio una vuelta al ruedo.
En el segundo de su lote formó un alboroto. Ventura cuajó una de las faenas del año a un toro complicado en el que volvió a demostrar su capacidad y su arte a caballo. Lo paró con Puerta Grande de salida y puso dos farpas al quiebro espectaculares, saliendo de la suerte con gran pureza.
Siguió toreando en banderillas con Puerta Grande, ya que en Portugal le dan mucho mérito a torear casi todo el toro con el mismo caballo, y puso dos banderillas de punta a punta de plaza batiendo y clavando en todo lo alto al estribo para rematar con dos piruetas en la misma cara del toro. Este arranque ya puso al público en pie.
Pero después Ventura sacó a Milagro y eso fue lo que acabó con el cuadro. Puso cuatro banderillas al quiebro impresionantes. Las dos primeras golapando de punta a punta de la plaza para quebrar en la misma cara. Ya el toro presentaba muchas dificultades, esperaba muchísimo, pero el público gritaba una más una más y no fue una si no dos más con el toro en los medios esperando y la yegua a tan solo metros. Se arancó el toro y quebró en la misma cara. En ese momento la plaza era un auténtico manicomio.
La gran actuación de Ventura fue premiada con dos vueltas al ruedo y después paseó los dos caballos, Puerta grande y Milagro bajo una atronadora ovación del público.
FICHA DEL FESTEJO:
Plaza de toros de Campo Pequenho, Lisboa (Portugal). Casi lleno.
Se lidiaron toros de Cunhal Patricio, complicados.
Luis Rouxinol, vuelta al ruedo y vuelta al ruedo.
Diego Ventura, vuelta al ruedo y dos vueltas al ruedo.
Filipe Gonçalves, vuelta al ruedo y vuelta al ruedo.
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