La Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte informa que las
piezas del Museo Taurino se encuentran debidamente resguardadas y
protegidas al interior de la Plaza La Santamaría, y que no se han
retirado del lugar.
Desde 2013 la Alcaldía Mayor de
Bogotá, a través del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IPDC),
viene adelantando los estudios pertinentes para realizar las obras de
reforzamiento estructural, en la Plaza la Santamaría, edificio
emblemático de Bogotá.
Actualmente los estudios han finalizado y
se adelantan los procesos de contratación para iniciar la etapa de
reforzamiento estructural. La Secretaría de Cultura, Recreación y
Deporte y el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD),
informan a la comunidad que las piezas que componen el Museo Taurino se
encuentran debidamente inventariadas y custodiadas bajo la misma
vigilancia y protección con la que cuenta la Plaza La Santamaría.
La
Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y el IDRD se encuentran
prestos a acatar las decisiones de la Corte Constitucional que en la
actualidad, en cabeza del magistrado Mauricio González Cuervo, está
estudiando por el recurso de revisión la tutela interpuesta por la
Corporación Taurina, y que el Juzgado 57 Civil Municipal ya falló en
primera instancia a favor del IDRD y la Alcaldía Mayor de Bogotá. Este
fallo fue ratificado por el Juzgado 25 Civil del Circuito.
Santiago García Jaramillo
Si realmente la administración Distrital de la Bogotá Humana quisiera
reabrir la Santamaría para la Tauromaquia, bastaría un acto de voluntad
política. La actividad taurina está amparada por la ley, y por una
línea reiterada de más de 5 sentencias de Constitucionalidad. La última
sentencia es quizás la más valiosa, pues señala (i) que los alcaldes no
pueden prohibir las corridas de toros en los recintos que fueron
construidos para ello. (ii) que los edificios que son monumento
nacional, como la Plaza de Santamaría, conllevan unas cargas, como lo es
mantener la disponibilidad para el uso de la actividad cultural para la
cual fueron construidas y (iii) que los alcaldes no pueden imponer
ningún requisito para la celebración de las corridas de toros, siempre y
cuando éstas sean tradicionales en el lugar a realizarse.
Es decir, todo está dado para que se reabra la Santamaría. No hay que
esperar a la revisión de la tutela como señala la Secretaría de Cultura
Recreación y Deporte de Bogotá, sino que ésta acatando la ley y las
sentencias de la Corte Constitucional, puede abrir ya mismo los procesos
administrativos para la adjudicación de un contrato de arrendamiento
para la realización de corridas de toros. No tomaría mucho tiempo
hacerlo, ni mucha energía y en cambio sería una oportunidad de la
Alcaldía de Bogotá de recuperar un poco el talante democrático, que cada
día pierde más, y de garantizarle a todos los ciudadanos sus derechos.
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