El sevillano se impuso en el mano a mano con Manzanares tras cuajar una faena a cámara lenta cargada de fantasía e improvisación
El alicantino saludó en sus
tres turnos y perdió premio con la espada en el sexto de una desigual
corrida de Cuvillo que contó con tres ejemplares de buena condición.
Morante de la Puebla ha
paseado la única oreja y se ha impuesto a Manzanares en el mano a mano
que ambos han sostenido en Bilbao. El sevillano logró el trofeo tras una
deliciosa faena al quinto, cargada de fantasía e improvisación y en la
que llegó a torear por momentos a cámara lenta. El alicantino, por su
parte, logró sus mejores pasajes ante el sexto, pero malogró su labor
con la espada y al final se marchó de vacío. La corrida de Núñez del
Cuvillo contó con tres toros de buena condición: segundo, quinto y
sexto.
Morante cortó una oreja del quinto, un animal con clase y bueno. Cumbre Morante de capa, tanto en unas verónicas rematadas de una larga eterna como en un quite por chicuelinas profundas, de puro compás y filigrana en respuestas a otras elegantes de Manzanares. Con la muleta, faena despaciosa, torerísima, pura improvisación y fantasía. Como un lienzo la obra entera. No perfecta ni especialmente estructurada pero sí cargada de muletazos sensacionales y deliciosos. Muy señorial el manejo del diestro. Golpes de inspiración, la majeza del sevillano. Buena estocada final y pese a que tardó en caer el toro paseó un trofeo.
El sexto fue un toro con movilidad y buena condición. Manzanares realizó una faena a más, en la que destacó la intensidad del último tramo con muletazos largos y cosidos. Entró a recibir dos veces, pinchando la primera y dejando un metisaca en la segunda. Acertó al tercer intentoy saludó tras sonar un aviso.
Esas fueron las dos mejores faenas del festejo. Por delante, abrió plaza un toro noble y con clase, bondadoso en su comportamiento pero justo de raza. Faena de exquisiteces de Morante en la que dejó pases sueltos y detalles bellísimos. Gusto y torería en los ayudados por alto y por bajo. Mató de estocada defectuosa y saludó una ovación.
El tercero fue un toro deslucido, brusco, áspero y sin clase. Sin opciones Morante, que abrevió tras ponerse sobre ambas manos. Mal con la espada.
El segundo fue un buen toro, con movilidad y ritmo. Y mucha calidad, abriéndose en los muletazos. Manzanares cuajó una faena personal y eminentemente estética, con series en redondo de buen ritmo. Buenos los cambios de mano del alicantino antes de agarrar una estocada entera.
Manzanares saludó una ovación tras pasaportar al cuarto, un toro con movilidad pero sin clase y sin emplearse. Labor de más tesón que brillo del alicantino, que apenas tuvo opción de lucimiento. Lo mejor de su actuación la rúbrica: contundente la estocada.
Bilbao, miércoles 20 de agosto de 2014. Toros de Núñez del Cuvillo, correctos aunque desiguales de presentación. De buena condición 2º, 5º y 6º. Deslucidos 3º y 4º. Noble aunque bajo de raza el 1º. Morante de la Puebla: Ovación con saludos, pitos y oreja; José María Manzanares: Ovación con saludos, ovación con saludos y ovación con saludos tras aviso. Entrada: Tres cuartos de plaza.
Morante cortó una oreja del quinto, un animal con clase y bueno. Cumbre Morante de capa, tanto en unas verónicas rematadas de una larga eterna como en un quite por chicuelinas profundas, de puro compás y filigrana en respuestas a otras elegantes de Manzanares. Con la muleta, faena despaciosa, torerísima, pura improvisación y fantasía. Como un lienzo la obra entera. No perfecta ni especialmente estructurada pero sí cargada de muletazos sensacionales y deliciosos. Muy señorial el manejo del diestro. Golpes de inspiración, la majeza del sevillano. Buena estocada final y pese a que tardó en caer el toro paseó un trofeo.
El sexto fue un toro con movilidad y buena condición. Manzanares realizó una faena a más, en la que destacó la intensidad del último tramo con muletazos largos y cosidos. Entró a recibir dos veces, pinchando la primera y dejando un metisaca en la segunda. Acertó al tercer intentoy saludó tras sonar un aviso.
Esas fueron las dos mejores faenas del festejo. Por delante, abrió plaza un toro noble y con clase, bondadoso en su comportamiento pero justo de raza. Faena de exquisiteces de Morante en la que dejó pases sueltos y detalles bellísimos. Gusto y torería en los ayudados por alto y por bajo. Mató de estocada defectuosa y saludó una ovación.
El tercero fue un toro deslucido, brusco, áspero y sin clase. Sin opciones Morante, que abrevió tras ponerse sobre ambas manos. Mal con la espada.
El segundo fue un buen toro, con movilidad y ritmo. Y mucha calidad, abriéndose en los muletazos. Manzanares cuajó una faena personal y eminentemente estética, con series en redondo de buen ritmo. Buenos los cambios de mano del alicantino antes de agarrar una estocada entera.
Manzanares saludó una ovación tras pasaportar al cuarto, un toro con movilidad pero sin clase y sin emplearse. Labor de más tesón que brillo del alicantino, que apenas tuvo opción de lucimiento. Lo mejor de su actuación la rúbrica: contundente la estocada.
Bilbao, miércoles 20 de agosto de 2014. Toros de Núñez del Cuvillo, correctos aunque desiguales de presentación. De buena condición 2º, 5º y 6º. Deslucidos 3º y 4º. Noble aunque bajo de raza el 1º. Morante de la Puebla: Ovación con saludos, pitos y oreja; José María Manzanares: Ovación con saludos, ovación con saludos y ovación con saludos tras aviso. Entrada: Tres cuartos de plaza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario