Andrés Castillo, hospitalizado hace dos días, regresó también al ayuno tras ser dado de alta
El toreo de salón sigue
estando muy presente a las puertas de La Santamaría Cipriano Pastrano
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Uno nuevo y uno que regresa. El novillero colombiano Harvey Rojas se unió en la madrugada de ayer a sus compañeros en la huelga de hambre que mantienen para reivindicar su derecho a torear y presenciar corridas de toros en el coso de La Santamaría de Bogotá. Una lucha a la que también volvió a engancharse Andrés Castillo, reintegrado a la protesta tras recibir el alta hospitalaria.
Rojas se une así a los siete jóvenes en huelga de hambre desde hace ya casi quince días. El torero emprendió la marcha desde la población de Ubaté para llegar a Bogotá bien entrada la madrugada.
Allí, las ilusiones no
han menguado, a pesar de que la imagen de la secretaria de Cultura, mediadora
en los diálogos con los novilleros, posando con un cartel de Bogotá sin toros
ha supuesto un jarro de agua fría para todos. Los contactos están prácticamente
rotos con la alcaldía y todo el mundo se aferra a la resolución que debe fallar
próximamente la
Corte Constitucional.
Además, este miércoles, los toreros fueron
recibidos por el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU en Colombia, ocasión que
han aprovechado para volver a denunciar que son víctimas de una segregación por
parte de la alcaldía de Bogotá al tener una visión cultural minoritaria.Mientras tanto, en los próximos días, también se espera con entusiasmo la llegada del maestro César Rincón. El diestro cafetero viaja para apoyar expresamente a estos jóvenes y liderar también una movilización de todos los estamentos que reclaman la reapertura de La Santamaría.
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