En época de rejones afilados y banderillas en ristre en el rejoneo Sergio Galán y Diego Ventura firmaron pacto de no agresión en pro del triunfo colectivo
IGNACIO PELÁEZ, CuencaEn época de rejones afilados y banderillas en ristre dentro del mundo del rejoneo Sergio Galán y Diego Ventura firmaron pacto de no agresión en pro del triunfo colectivo.
Diego Ventura se encontró con un buen lote de Pallarés y arrolló en campo contrario. Diego Ventura se fue haciendo más conquense a cada toro. Cortó una oreja al primero en faena efectiva y de público donde el toreo de costado y los cites montando a Oro fueron los ingredientes del triunfo. Un par a dos manos, con Toronjo, y las rosas hicieron el resto. Mejor fue su segunda lidia. En dos fases. Una primera de temple y torería a caballo protagonizada en perfecto binomio por Chalana. Milagro puso la espectacularidad en dos quiebros imposibles, batiendo muy de cerca, para terminar con las cortas. Un pinchazo previo al rejón sirvió para otra oreja. Quedaba la traca final.
Garrocha en mano recibió al sexto de un buen encierro de Pallarés. Cigarrera iba encelando al toro para deleite de los tendidos. Con Sueño hubo profundidad en su toreo a caballo. Recreándose en la suertes, citando de frente y asumiendo terrenos comprometidos para dotar de emotividad la faena. Todo increscendo. Morante formó el alboroto con la ordinariez del mordisco entre el jaleo popular de aprobación. No se puede pasar por alto la lidia perfecta de Ventura. Los rehiletes en todo lo alto. La plaza retumbaba en aplausos con el público en pie. Remate puso el colofon perfecto con tres banderillas cortas al violín. Oreja le esperaba tras el rejón de muerte. Se sucedieron los pinchazos pero el público le dedicó una atronadora ovación obligándole a dar la vuelta al ruedo. Le acompañaron Sueño y Morante entre el clamor. Tarde para el recuerdo de Ventura.
Sergio Galán volvía a su plaza. Al coso conquense para reencontrarse con sus paisanos. Costó más de la cuenta. El motivo fue un primer toro manso y aquerenciado en tablas que dijo nones y de ahí no se apeó. Leo tercero, con mayor ritmo en su embestida tras los jacos permitió una lidia más elegante en ejemplo de doma. La espada se interpuso en el triunfo.
Con el quinto se fueron las penas. Amuleto meció al toro de salida. Con Ojeda se pudo ver la mejor versión de Sergio Galán con el calor de su público. Apolo y un piaffé en la misma cara del toro pusieron al público en pie. Galán estuvo firme y seguro delante del toro en cada encuentro con las banderillas colocando un par a dos manos de verdadero mérito. Artista volvió a rematar la faena, con dos rosas esta vez, y el rejón sí surtió efecto en esta ocasión logrando las dos orejas para salir en hombros.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Cuenca. Cuarta de la Feria de San Julián. Tres cuartos de entrada.
Toros de Pallarés. Manso el primero, con ritmo el segundo, colaborador el tercero, buenos cuarto, quinto y sexto.
Sergio Galan: ovación con saludos, silencio y dos orejas.
Diego Ventura: oreja; oreja y vuelta al ruedo.
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