martes, 19 de agosto de 2014

RESEÑA BILBAO: Hermoso, Puerta Grande; Ponce, eterno magisterio

Cortó el de Estella las dos orejas de un gran toro de Capea; Ponce marró con los aceros un gran trasteo al cierraplaza

CULTORO, Bilbao

Fue un gran toro de Fermín Bohórquez el que abrió plaza que se encontró con una auténtica figura del toreo a caballo en su frente. Le armó Hermoso de Mendoza un lío improtante sin premio, pues los aceros se llevaron todo un compendio de pureza subida a caballo. Dejó dos rejones de castigo de salida con Jumillano, intentando alargar así la condición del de Bohórquez. Un faena para aficionados la que completó el navarro, toreando a dos pistas con extrema pureza y clavando en el justo lugar del que el ¡olé! es un rugir. El ecuador de la faena fue el epicentro neurálgico para convencer a Bilbao, con Chenel clavando banderillas. Tras las cortas, que enardecieron a los aficionados, se sacó el toro a los medios para la suerte suprema, pero marró, dejando una media y un pinchazo. Recibió ovación.

Recibió Ponce al segundo con aseadas verónicas, cuidando muy mucho su embestida tal y como acostumbra el de Chiva. No le dio en el caballo en el primer encuentro y en el segundo perdió las manos, por lo que Ponce opto por llevarlo por arriba en el quite por chicuelinas. Comenzó faena en el tercio, cuidando del mismo modo la embestida con poca fuerza y baja de raza del astado. A partir de ese momento, todo fue un compendio de detalles por parte del de Chiva, hilvanando muletazos muy templados por el pitón derecho y aguantando los embroques cada vez que el toro tenía un parón. Mató de estocada baja y fue ovacionado.

A "Esmeralda", el tercero de Capea, lo recibió Pablo Hermoso con Napoleón, también dejando al toro con dos rejones apra que aguantara a lo largo de toda la lidia. El tercio de banderillas fue un compendio de arrojo y torería prendidos a lomos de Disparate, con el cual realizó toda la faena. El culmen de la misma llegaría a lomos de Disparate, con el que realizó su ya clásica Hermosina que puso la plaza boca abajo. Dejó, en el epílogo de la misma, un gran par de banderillas a dos manos que terminó de convencer al público. Tras el estoconazo, cortó las dos orejas.

No rompió el cuarto de Victorino Martín en la muleta de Enrique Ponce, un toro que echó el freno de mano por el pitón izquierdo y por el derecho tuvo también una embestida bronca. Era el toro de Victorino Martín número 50 para el torero de Chiva, y se empeñó éste en darle tres puyazos en el peto; apretó a los deplata y comenzó faena en una tanda por el derecho en el centro del anillo. A partir de ese momento todo fue capacidad lidiadora de Ponce y embestida monótona del astado. En el epílogo ejecutó su capacidad lidiadora y, tras pinchar, dejó una estocada entera.

No brilló Hermoso de Mendoza con el quinto de Victorino Martín de salida, dejando dos rejones muy desprendidos. En banderillas sacó a Sergio Domínguez para que pusiera un palo, y lo hizo con el clasicismo que acostumbra el rejoneador riojano. Puso tres pares con mucha pureza el navarro y, en el epílogo del trasteo, volvió a salir con Pirata para clavar uno a dos manos. No anduvo seguro con la espada y no redondeó la actuación ante uno de Victorino que tuvo tranco alegre pero al que le faltó transmisión.
Al cierraplaza Enrique Ponce le firmó uno de los trasteos más importantes de su carera: lo fue mimando paulatinamente al de Juan Pedro -que salió como sobrero tras invalidarse el titular de Alcurrucén- y le sonsacó grandes momentos que lelgaron al tendido con facilidad. Especialmente bello fue el saludo capotero, a pies juntos en el tercio. COmenzó faena con muletazos por bajo al hilo de tablas para sacárselo a los medios, y en ese momento se produjo el milagro del temple del valenciano. Marró con los aceros un gran trasteo.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Bilbao. Cuarta de las Corridas Generales. Dos tercios de plaza.
Toros de Bohórquez -siempre a más-, Juan Pedro Domecq -desrazado, con cansina embestida y falto de transmisión-, Carmen Lorenzo, Victorino.
Pablo Hermoso de Mendoza, ovación, dos orejas y palmas.
Enrique Ponce (grana y oro), ovación, silencio y ovación.

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