domingo, 24 de agosto de 2014

Un Gallo entre matadores

El novillero, que se presentaba ante sus paisanos en la 'monstruo' mixta, corta dos orejas y sale a hombros: una oreja para Daniel Luque y Juan del Álamo.


El novillero Aitor Darío "El Gallo" se erigió este domingo en el gran triunfador de la corrida "monstruo" de ocho toros de la feria de Cuenca, al cortar las dos orejas de su último novillo, en una tarde en la que los matadores Daniel Luque y Juan del Álamo pasearon un trofeo cada uno.

Daniel Luque estuvo por encima de su primero, un toro con poca raza y menos clase, soltando mucho la cara y quedándose corto en la muleta, con el que el del Gerena estuvo más que suficiente en una labor que acabó ovacionada.

Con el quinto, un cinqueño atacado de kilos, tuvo que tirar de oficio Luque para corregir las rebrincadas embestidas de un animal muy violento y poca agradecido, y justificarse sobradamente a base de firmeza y valor. La vuelta al ruedo que dio fue premio al esfuerzo realizado toda la tarde.

Juan del Álamo sorteó en primer lugar un buen toro que se movió y repitió con buen son en la muleta del torero salmantino, que mostró todo su repertorio. Desde el inicio de rodillas pasó a un toreo fundamental largo y templado por los dos pitones, finalizando con alardes de valor en las postrimerías, acariciando los pitones de un animal al que cortó una oreja.

El sexto fue un toro áspero y sin raza con el que Del Álamo no tuvo otra que abreviar después de intentarlo vanamente en las probaturas.

Fortes anduvo valiente a carta cabal con su primero, con el que se jugó el tipo de verdad, llegando incluso a sufrir una fea voltereta en el transcurso de la faena. Sincero arrimón del malagueño, que cerró faena con ceñidas bernadinas, desplante incluido. Al final fue silenciado por sus repetidos fallos con los aceros.

Con el séptimo, sin clase y deslucido, puso mucho empeño Fortes en una labor, cuyo mejor pasaje fue la gran estocada con la que despenó a su antagonista.

A Aitor Darío "El Gallo" se le notó la ilusión de novillero, aunque también acusó el escaso rodaje que atesora, sobre todo manejando el estoque.

A su primero le recetó una faena variada en la que no faltaron circulares, adornos y manoletinas finales, y que resolvió con soltura también en lo que a toreo fundamental se refiere. Ya está dicho que no anduvo fino en la suerte suprema por lo que tuvo que conformarse con una ovación.

Lo bueno llegó al final, con un novillo que tuvo emoción en las embestidas, al que El Gallo, que lo saludó a portagayola, cuajó una faena sincera y sin concesiones, que le costó incluso una voltereta mientras toreaba al natural.

Sin mirarse volvió a la carga el novillero por el derecho para recetar una tanda de corte elegante y fino. Esta vez si funcionó la espada y cortó las dos orejas, proclamándose en el triunfador de la tarde.
FICHA DEL FESTEJO.- Seis toros y dos novillos de Miranda y Moreno, desiguales de presentación y juego. Los más nobles, segundo y cuarto. El resto, deslucidos por ásperos y desrazados.

Daniel Luque: pinchazo y estocada (ovación); y estocada (oreja);
Juan del Álamo: estocada (oreja con petición de la segunda); y estocada tendida (ovación).
Jiménez Fortes: dos pinchazos, estocada atravesada que "hace guardia" y dos pinchazos más (silencio tras aviso); y gran estocada (ovación).

El novillero Aitor Darío "El Gallo": pinchazo, estocada muy baja que "hace guardia", otro pinchazo y descabello (ovación); y casi entera de efecto fulminante (dos orejas).

La plaza tuvo más de tres cuartos de entrada en tarde veraniega y de agradable temperatura.

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