viernes, 10 de octubre de 2014

Hermoso endulza el sinsabor


La espada priva al navarro de salir en volandas de La Misericordia; no tuvo jugo una corrida de Cuvillo en la que Perera y Talavante sólo pudieron sellar bellísimos detalles


EMILIO TRIGO, Zaragoza
Reaparecía Talavante de la mano de una corrida de Núñez del Cuvillo que necesitaba recuperar la confianza perdida. Su corte en la mano en la corrida de Baza no fue sino un mal trago que agudizó su delicado momento en la cumbre, pero hoy debía demostrar Alejandro que sigue ahí. Lo hacía junto a su paisano Miguel Ángel Perera, mandón indiscutible de la temporada, y el navarro Pablo Hermoso de Mendoza, invitado de auténtico lujo a caballo, que rubricaba en este día su temporada de triunfos en el cuarto de siglo de conmemoración de su alternativa.

Una oreja cortó Pablo Hermoso al abreplaza, un toro de Fermín Bohórquez de condición rajada que lo cantó nada más salir al ruedo, desentendiéndose del jaco Napoleón .En el tercio de salida, el toro siempre tiró hacia tablas, sintiéndose más cómodo dentro del tercio, lugar donde tuvoque buscarlo exponiendo mucho el jinete navarro. Allí debió meterse en el terreno del toro y hubo momentos vibrantes por emoción y por transmisión, bien dosificados con los de castigo. Montando a Disparate en banderillas, subió el tono de su actuación y todo el mundo se metió en la labor de Pablo. Relució con la suerte de la hermosina poco después, ideal para realizarla con un toro que quería siempre perseguir en el tercio: Hermoso, con Disparate, salió. Sensacional estuvo el tercio, arriesgando siempre el caballero rejoneador. En un adorno, sin sitio literal, al intentar dar un giro, el mismo jaco chocó contra las tablas, viviendo momentos muy angustiosos, puesto que el toro se le quedó debajo y el percance grave sobrevoló La Misericordia. Aparatosa fue la voltereta, descabalgando incluso  a Pablo, pero afortunada mente sin consecuencias. En el tercio final sacó a Pirata, donde se adornó en cortas y dejó un rejón efectivo, cortando así una oreja. Notable actuación selló ante el cuarto, un toro manejable con el que al que había que provocarlo mucho y llegarle muy en corto. Sacó, de inicio, a Churumay, propinándole al de Bohórquez dos rejones y dosificándolo muy bien, buscándole siempre las vueltas. Sacó a Chenel en banderillas, protagonizando un precioso tercio: caballo valiente, caballero elegante y toro con el freno echado queriendo ir hacia el caballo. Con Viriato llegaron los adornos, alzada de manos. El punto más álgido llegó montando a Pirata, con las cortas, y en un grandísimo par a dos manos. Sensacional par que fue un ejemplo a la pureza: clásico rejoneo fiel a sus puras formas. Tenía el trofeo en la mano, pero dos pinchazos hondos lo dejaron todo en una reconocida ovación con saludos.

Sin material anduvo Perera ante un toro bien hecho de Cuvillo, bajo de manso, recogido de sienes, estrecho de cruz y muy en el tipo de la casa. A pesar de sus buenas hechuras le faltó raza. El toro salió y se emplazó en el tercio, donde tuvo que ir a buscarlo el extremeño. En ese lugar le abrochó un buen recibo de capa, luciéndose a pies juntos y moviendo con compás sus brazos, conectando así con el público maño. Quitó Perera por chicuelinas, bajando el toro una cuarta en la intensidad de su embestida. A ese quite le replicó Talavante por tijerillas muy suaves y expresivas, en un bonito conjunto capotero. En el último tercio, el de La Puebla del Prior, necesitado siempre de un toro que le acometa con transición, se enfrentó a todo lo contrario: un ejemplar que se movía con mucha suavidad pero sin transmisión alguna, por lo que el trabajo nunca alcanzó grandes cotas. Solvente Perera, pues, ante el primero, recibió una ovación del coso aragonés. Recibió Perera al quinto con verónicas de rodillas, llevándolo largo y rematándolo con gusto. En banderillas, y debido a su flojera, fue devuelto el de Cuvillo. En su lugar, salió un sobrero del mismo hierro que también fue devuelto a la salida del caballo. El quinto tris llevaba la divisa de Torrealta con el que fue ovacionado. No hubo lucimiento con el capote con el grandón, echado hacia adelante y alzado morlaco al que Miguel Ángel brindó al público en u7na clara demostración de ilusión. Fiel a su planteamiento, el de Puebla del Prior ahormó una faena en la que hubo más hueco en los primeros compases y después acortó esa distancia. Fue un toro de similares características al anterior, que no tuvo mala condición pero se fue apagando poco a poco, faltándole poder.

Lo mejor de la labor de Talavante, en la parte artística, llegó en su recibo capotero, jugando muy bien los brazos y gustándose en el mismo. A partir de ese momento, al lidia transcurrió de forma normal, resaltando los grandes pares de Juan José Trujillo, obligado a desmonterarse. Presagiaba cosas buenas el de Cuvillo, pues así lo entendió Alejandro que brindó al público. Tuvo que desistir pronto, en la segunda tanda, ya que el toro se rompió la pezuña izquierda, descabellándolo posteriormente. El sexto fue un toro bajo que se movió mucho pero al que le faltó clase. A veces embistió en línea y con el que Talavante fue fiel a su estilo en un toreo vertical y de muñecas, en una faena en la que mostró firmeza y elevó el tono de la misma en la parte artística. Se la dejó en la cara para engarzar las series, vibrantes pero embarulladas por la falta de clase del de Cuvillo. Otras fueron más limpias y esbeltas por el izquierdo, debido a la chispa de ese pitón. El conjunto fue bello, pero le faltó la rotundidad a una buena actuación de Talavante. Ofreció una buena estocada de la que tardó en caer, enfriándose el público, que lo premió con una sonora ovación.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de La Misericordia. Sexta de Feria. Lleno.

Dos toros de Fermín Bohórquez (primero manso y cuarto con fuelle), tres de Núñez del Cuvillo ( segundo y tercero desrazados y a menos; sexto de tranco desclasado) y uno, el quinto tris, de Torrealta (protestón, rajado).

Pablo Hermoso de Mendoza, oreja y ovación con saludos.
Miguel Ángel Perera, ovación con saludos y ovación con saludos.
Alejandro Talavante, silencio y ovación con saludos.
Saludaron Juan José Trujillo y Valentín Luján tras parear al tercero.

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