El venezolano César Vanegas palmas y silencio
Magaly Zapata
Sin corte de trofeos se
cumplió hoy el festejo en honor a la
Virgen del Rosario en celebraciones patronales del distrito de Pachacámac al sur
de la ciudad de Lima.
Se lidiarion astados de
Rubio Reeves, disparejos de presentación y diversa condición de lidia. 1º novillito con galope, desplazamiento sin
humillar. 2º novillito que se emplea por
el izquierdo 3º novillo que fue mal lidiado, se descompuso 4º novillo más
cuajado orientado 5º novillo que se emplea mal lidiado. Eduardo Chamán a caballo, no entró a
matar. César Vanegas (Ven), palmas y silencio. Luis Miguel Amado (Esp), silencio y silencio.
Tarde para olvidar que
empezó extrañamente al comprar en
taquilla un boleto con el cartel del año anterior, señal de que algo no
funcionaba correctamente en la organización.
El ganado de Rubio Reeves no fue el cabal colaborador de los coletas que
tampoco estuvieron en lo suyo al no aprovechar las escasas oportunidades que
les daban los novillos para lucirse.
Vanegas pudo hacerlo en
su primero, además de las banderillas, con la muleta con la zurda que fue el
mejor pitón del novillo. No se confió,
con la ayuda y echando afuera la embestida del noblón. Por el derecho se quedaba corto. Con el orientado 4º (en la foto), el más serio y cuajado en edad y hechuras, que
lo arrolló al primer lance, abrevió.
Al español Amado apenas algo se dejó ver en los lances
de recibo a sus dos toros ya que con la muleta no se confió, inquieto de
plantas, destemplado y equivocado al ejecutar
la suerte suprema en extrema larga distancia. Ambos toreros no dijeron nada ni técnica ni
artísticamente.
Tampoco el del caballo
que al galope dejó los palitroques en el lomo del novillo más pequeño del
encierro y se entretuvo en celebrar de espaldas al ruedo por todo el callejón
de la plaza irrespetando a sus compañeros actuantes desatendiendo la lidia.
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