Devolvió a los corrales a "Quejoso", de Los Maños, y cortó una oreja más a un sexto que fue el colofón a una excelente novillada
EMILIO TRIGO, Zaragoza
Zaragoza daba sitio a una terna novilleril con dos punteros y una promesa maña ante un hierro que intenta despuntar. En frente de una novillada de Los Maños, un Miguel Cuartero con toda La Misericordia paisana de su parte, un David de Miranda que desde Huelva viene azuzando el escalafón menor y un Juan Varea del que Castellón quedó prendido en marzo y, por ende, toda la campaña lo ha disfrutado.
Al recibir de capa Miguel Cuartero al primer novillo de la tarde, le apretó al salirle hacia afuera y, justo al salir, resbaló enfrente de la cara del toro. Le propinó éste una fortísima voltereta, resultando un varetazo en el mentón derecho. Aparentemente no caló el pitón, pero la taleguilla se rompió a la altura de la rodilla izquierda. También llevó un fuerte golpe en el pómulo izquierdo. El novillo resultó, finalmente un imposible, pues se puso muy difícil y complicado, haciéndose el dueño de la situación. Nada más salir al ruedo, se emplazó en los medios esperando a que las cuadrillas lo llamara: fueron unos segundos eternos con el animal emplazado y galleado. Yuna vez que recibió dos varas, hizo asa r las de Caín a los de plata, esperando detrás de cada par. Áspero y complicado llegó al último tercio. Se mostró en la muleta el de Los Maños midiendo siempre, esperando y amagando un porrón, poniéndose imposible cualquier lucimiento con él.
Cuartero lo intenta, pero debe desistir ante la dificultad por la imposibilidad del astado, macheteándolo a la antigua usanza y quedando habilidoso con la espada.
Lo recibió el onubense con muy buenos lances ante un novillo con 510 kilos, que acometió buen de inicio en su capote. Se expresó David de capa, y posteriormente cumplió en sus dos entradas. Brindó Miranda al público un animal que fue bien dosificado en varas y llegó con movilidad al último tercio. Siempre ayudó el novillero a tirar hacia adelante a su novillo, enseñándole el camino, y el de Los Maños respondió empujando.
El de Huelva tiró de talante y actitud descarada ante el novillo desclasado. Cogió ambas manos con sentido, imprimiendo temple y gusto: un novillero de acusada personalidad y valor que planteó una faena muy cabal. El natural, siempre ofreciendo el engaño y adelantándolo y llevándolo muy atrás. Espadazo final, petición de oreja no atendida y vuelta al ruedo.
El novillo se destapó en el doble quite entre Varea y Miguel Cuartero, justo cuando el levantino enseñó al novillo y la plaza observó las enormes cualidades. Tuvo mucho ritmo y una condición excelente...y cuando un novillo se entrega, un novillero sueña. Soñó Varea el toreo en La Misericordia. A pesar de ello, era complicado prender la embestida con tantísima dulzura, y fue el propio novillo el que la cogió a veces. Hacía el avión el de Los Maños, y fue un auténtico canto al toreo y a la bravura la actuación. El indulto fue unánime totalmente, e incluso se escuchó un aviso. Varea recibió dos orejas. Incluso se desmonteró la cuadrilla completa.
El cuarto fue otro buen novillo, que también sacó fondo, dulzura y nobleza, pero con su punto de sosería en la embestida. Cuartero se gustó en varias fases de la faena componiendo la figura e imprimiendo estética. Al animal le faltó un puntero sí humilló y siguió el engaño con fijeza, Quizá pago el aragonés el éxtasis anterior, sin llegar al tendido lo importante. Ovación con saludos.
El quinto fue un novillo de confirmación mexicana: cara recogida, pitones pequeños y cuerpo de hombre. Deslucida fue la condición del lucero, sin aparente maldad pero siempre mirando y levantando la cara entre muletazo y muletazo, aunque obedeciendo al toque. Tu nobleza pero acusó su sosería. Fiel Mirada, pues anduvo en su forma de concebir la tauromaquia, muy quieto y con formas de mando, pero sin oponente digno delante. Pisó terrenos comprometidos, iniciando faena de forma vibrante a pies juntos en el tercio.
Sacó su instinto andarín el de Los Maños, y se vino a menos. Destacó la actitud de David, en ningún momento contagiado de la sosería del animal. Silencio.
El sexto fue otro gran ejemplar, no tan rematado de hechuras como sus hermanos, a pesar de que tenía una buenísima condición. Varea le imprimió a su lidia temple, desplegando su buen concepto de unas formas clásicas y un valor en el que no vende nada, toreando con una suavidad inusual en el escalafón novilleril.
Regusto imprimió el levantino, llevando al máximo esplendor su estética y manteniendo siempre un nivel muy alto. Mató arriba y dejó una oreja al dulce sabor de toda una tarde.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de La Misericordia. Tercera de la Feria del Pilar. Novillada Picada.
Seis novillos de Los Maños, de impecable presencia y de juego manejable. Destacaron el gran tercero, "Quesero", número 42, premiado con el indulto, y los buenos cuarto y sexto.
Miguel Cuartero, silencio y ovación con saludos.
David de Miranda, vuelta tras petición y silencio
Varea, dos orejas simbólicas tras indulto y oreja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario