El toro de Las Ventas, premiado con la vuelta, fue el oasis de un festejo anodino en el que Perlaza no brilló en su despedida y Castella no encontró el sitio
MATEO SAAVEDRA, Cali (Colombia)
Casi lleno estaba el Coso de Cañaveralejo para acoger el tercero de los festejos mayores de su Feria. En el cartel, y ante una corrida de César Rincón con el hierro de Las Ventas del Espíritu Santo, el colombiano Paco Perlaza, David Fandila "El Fandi" y Sebastián Castella.
El primero de la tarde llevaba el nombre de "Cazador", con el hierro de Las Ventas del Espíritu Santo, y Paco Perlaza lo recibió de forma sutil en la que, se presuponía, era la última tarde de su carrera en activo según declaraciones del propio torero. Empujó con falsedad el toro en varas, con la cierta suavidad de los astados sin fuerza. Tras un breve despabilo en banderillas, brindó Paco Perlaza al respetable de Cañaveralejo al primero de su lote y de la tarde. Le faltaba fuerza al astado, que reculaba al final del muletazo, por lo que se armó el colombiano de paciencia para plantarle cara al flojo. Se percató pronto que no alargaba la embestida el de Rincón, por lo que prendió el acero y acertó con una estocada un punto atravesada.
Humillaba "Formal", el castaño segundo, al capote de El Fandi, que lo recibió con alegría por cambiadas de rodillas y un ramillete de templadísimas verónicas, rematadas con un recorte. Lo acercó al caballo galleando por chicuelinas. En banderillas dejó tres pares brillantes que enardecieron los tendidos colombianos, sellando su impronta espectacular. En faena, Fandi se llevó los tendidos de su mano, ante un animal que tuvo dos partes: en dos tandas por el derecho en las que el granadino lo llevó largo, y a partir del comienzo de la música, cuando se apagó su embestida pero mantuvo su nobleza. Prosiguió con desplantes David hasta conseguir arrancar más aplausos antes de dejar un pinchazo hondo, marcando el sitio. Fue aplaudido en el arrastre el de Rincón y Fandi dio la vuelta al ruedo.
Se topó Castella con un tercero flojo de salida, al que debió cuidar muy mucho de salida, componiendo al figura a la verónica. Prosiguió Castella cuidándolo en el caballo, antes de propinarle un quite por chicuelinas en el centro del anillo sin inmutarse un ápice de su colocación inicial. Tomó la muleta y se arrancó por estatuarios en faena, para llevar lo posteriormente a media altura por la falta de fuerza del de Las Ventas del Espíritu Santo. No pudo ligar más tandas por la falta de empuje del de Rincón, por lo que el francés optó por acudir pronto a por los aceros. Exprimió hasta el fondo Castella, pero no pudo sacar agua de un pozo seco. Pinchó en el primer intneto y, tras estocada, cayó aburrido el cobarde de Rincón.
El cuarto, de nombre "Sembrador", es recibido por Paco Perlaza de forma sutil, optando el colombiano por cuidarlo muy mucho en el caballo. Pareció comportarse de forma humilladora en el capote de los de plata. Comenzó faena de rodillas en el tercio, en seis muletazos que levantaron aplausos entre la afición paisana sin que el de Las Ventas perdiera aún las manos. No prosiguió la vibración en la faena, pues el burel no terminó de romper en la muleta de Paco. Dejó, aunque aislados, bonitos naturales ayudándose con la espada, desplantándose en los finales e intentando sonsacar algo en claro ante su última opción en Cali. Dejó un viaje corto el toro y tendía a terminar el viaje con la cabeza arriba, por lo que tiró por la calle de enmedio el torero. Finalizó por manoletinas. Dejó una estocada defectuosa en el primer encuentro y cayó tras varios intentos el astado.
Incluso el indulto le pidieron a un gran quinto que tuvo casi todas las virtudes de un toro bravo, pero le faltaba quizá un punto de transmisión por el pitón izquierdo. Fue el derecho su lado, y por ese lo llevó larguísimo el granadino, haciendo su característico espectáculo desde su primera toma de contacto con la muleta de rodillas. Antes, lo recibió de forma vibrante a la verónica y llevó a cabo su particular escenario en banderillas. No tuvo una pelea boyante con el caballo. Con la franela, era incómodo por el pitón izquierdo, pero a pesar de ello le obligó constantemente David. Fue una faena larga la que instrumentó Fandila, con mucho mérito por derechazos. Tuvo raza "Capitán", fue noble y tuvo mucha bondad, pecando quizás de un punto de falta de transmisión que fue lo que hizo que no se concediera desde el palco el indulto. Dejó un pinchazo hondoa la primera y fue a la segunda cuando dejó una estocada defectuosa.
El sexto mostró buen tranco de salida, y Castella lo recibió a la verónica sellando su concepto en tres de ellas especialmente. Pidió expresamente el galo que le dieran poco en varas y así fue. Tras el brindis al público, comenzó su faena con cambiados por la espalda en espeluznantes muletazos por detrás. No terminaba de completar el recorrido el toro y Castella se empeñó, sin templar la embestida del toro, de alargar una faena sin acople ni entendimiento. Se puso andarín a la hora de matar y no puso las cosas fáciles al francés con la espada. Dejó una estocada desprendida a la primera que hizo caer al cierraplaza.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Cali. Casi lleno.
Seis toros de Las Ventas del Espíritu Santo, primero flojo; segundo noblón a menos; tercero flojo; cuarto descastado, sin fijeza; excelente el quinto, de nombre "Capitán", al que se le pidió el indulto y que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre;
Paco Perlaza (grana y oro), silencio y leves pitos tras aviso.
David Fandila "El Fandi" (nazareno y oro), vuelta al ruedo y oreja.
Sebastián Castella (celeste y oro), silencio y silencio.
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