Castella salió en hombros de una corrida mansa de Alhama en la que Espartaco, en su reaparición, cortó una oreja; ovacionado fue Bolívar
FELIPE DE LA ESPRIELLA, Cartagena de Indias (Colombia)
Arrancaba la reaparición de Juan Antonio Ruiz "Espartaco" en una de las corridas más esperadas de la temporada americana. Lo hacía frente a una seria corrida de Alhama y junto al rejoneador Andrés Chica, al torero francés Sebastián Castella y al colombiano Luis Bolívar.
Abrió plaza el rejoneador colombiano Andrés Chica, recibiendo a "Andaluz", el primero de los toros de Alhama, con su jaco "Bandolero". Fue un manso que desde salida así se mostró, que fue encelándolo paulatinamente hasta conseguir introducirlo en su cuadra. Dejó tres pares especialmente brillantes, pero marró con los aceros lo que fue una faena que bien podría haberle valido la oreja. Tras un pinchazo, dejó un rejón válido pero tardó mucho en caer el astado. Ello, unido a los constantes descabellos del caballero, propiciaron que el público se enfriara y perdiera la conexión.
Tenía una embestida bronca de salida "Bocachica", el toro de la reaparición de Espartaco. Salió abanto y el sevillano intentó capotearlo sin brillantez. Posteriormente no mostró entrega en el tercio de varas, puesto que perdió las manos. No se despabiló en banderillas, y prosiguió del mismo modo en faena. No ayudó y Espartaco acudió pronto a por la espada, dejando cinco pinchazos antes de una estocada delantera.
El tercero tampoco mostró especial fuerza en el capote del francés Sebastián Castella. Intentó cuidarlo el galo, pero no logró encelarlo en los dos primeros tercios. Entró sólo una vez al caballo y comenzó tras banderillas la faena en tablas, para posteriormente proseguir de rodillas en una curiosa imagen a lo que acostumbra Castella. La primera de las tandas fue por derechazos, toreándolo a su altura ante uno de Alhama que soltaba la cara y no remataba el muletazo. Tiró de poder Castella para plantarle cara a uno que no se entregaba. Se lo cambió por la espalda en la tercera tanda y prosiguió toreando por derechazos antes de tomar la mano izquierda: al natural iba mucho menos corto y no terminaba la suerte. Insistió Castella por este pitón, sacándoselos paulatinamente. Concluyó trasteo por circulares, rematándolos con un martinete y un molinete posterior. Una estocada un punto trasera demoró la caída del toro, pero las dos orejas fueron unánimes.
Prácticamente hasta los medios enceló Luis Bolívar al cuarto, suavemente hasta los medios y rematando con una media en la misma boca de riego. Salía distraído el de Alhama antes de que Bolívar intentara el quite por chicuelinas. Brindó el toro al público y comenzó por estatuarios ante un astado que se distraía. Toda la faena anduvo en esa línea, por lo que Bolívar lo despachó pronto dejando un espadazo tendido y siendo silenciado.
El quinto llevaba por nombre "Salvador", al que recibió Espartaco con sutiles verónicas. Tuvo que cuidarlo muy mucho en el caballo y posteriormente la cuadrilla en banderillas. Comenzó faena en el tercio templando mucho a media altura al de Alhama. Prosiguió con la mano derecha para tomar el pitón izquierdo posteriormente. Lo llevó con brillantez por momentos, dejando la impronta que lo ha caracterizado durante toda su carrera por momentos. Especial jugo tuvo una tanda con la mano derecha, rematada por un martinete que puso en pie los tendidos. Una tanda más por el derecho selló una faena de personalidad ante uno de Alhama que dejó que desear. Una estocada y tres golpes de verduguillo dejó su labor en ovación.
Sebastián Castella puso en el sexto todo lo que el toro no tenía. Lo cuidó mucho en los dos primeros tercios, intentando que el también deslucido ejemplar luciera en el último tercio. Tras brindar al respetable, comenzó faena por trincherillas en tablas, para comenzar a torear en redondo en una tanda intermitente por el derecho. Soltaba muchísimo la cara el astado, incomodando la voluntad del de Béziers. Tenía el de Alhama un peligro sordo, pero siguió Castella intentándolo por el izquierdo, cumpliendo y conectando con los tendidos. Dejó una estocada pero la tardanza en caer enfrió los tendidos.
Pechó Luis Bolívar con un séptimo peligrosísimo, con el que ya de salida debió taparse porque tenía una mansedumbre picante y peligrosísima. Puso problemas al torero vallecaucano, que no logró hacerse con la embestida bronca del de Alhama. Quería proseguir faena, pero no consiguió encauzarla. Acudió a por la espada el colombiano y mató al soso.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Cartagena de Indias (Colombia). Primera de Feria.
Toros de Alhama, bien presentada en líneas generales. 1º y 2º mansos; 3º noble pero blando; 4º desrazado; 5º sin fuelle, soso y a menos; 6º soso; 7º peligroso
El rejoneador Andrés Chica, silencio y
Juan Antonio Ruiz "Espartaco", silencio y ovación.
Sebastián Castella, dos orejas y leves palmas.
Luis Bolívar, silencio y silencio.
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