sábado, 10 de enero de 2015

Manizales desata su ira contra el 'César'


Dio lástima ver cómo la afición colombiana abucheaba sin compasión a su César. Y la tomaban sin respeto a quien paseó con gloria el nombre de Colombia por todo el mundo durante años, descerrajando las puertas grandes de las plazas más importantes con la bandera patria al cuello con orgullo. Rincón, bajo el nombre de Las Ventas del Espíritu Santo, lidió ayer una corrida podrida, para el matadero. Vaya eso por delante. Pero la desproporcionada reacción de sus paisanos con él parecía que rozaba lo personal.

Tras una primera parte gafada, con dos toros inválidos al corral, el escándalo definitivo llegó en el cuarto, como descoordinado, que fue también devuelto y dio paso a la 'guasa' desde el tendido. Desde los gritos de '¡Gutiérrez, Gutiérrez!', en referencia al ganadero 'rival', hasta las críticas por sus labores de comentarista en su propia corrida. Tal fue la bronca, que Rincón se quitó los cascos, dejó el micrófono y se fue a un reservado de la plaza, pese a los intentos de los profesionales por evitarlo. Inconsolable el maestro hundido.

El colmo llegó con un sobrero de Achury Viejo que, pese a mostrar debilidad en los primeros tercios, se vino arriba sin más en la muleta y fue premiado, misteriosamente, con la vuelta al ruedo. El que estuvo en su sitio fue Castella: "Lo que le está pasando no es normal. Es una grandiosa figura y esta faena va por él", y le dedicó a Rincón una labor inteligente, de toques precisos, de firmeza de ligazón, al son de 'Carmen' y que el público vivió con gran pasión. Y que fue premiada con sólo una oreja por el pinchazo previo. Lo que sobró fue la vuelta al ruedo a un toro que no pasó de normal.

Arranque accidentado

El festejo ya comenzó accidentado. El primero fue devuelto por falta de fortaleza y el sobrero tardó en salir más de 20 minutos 'por un problema en una puerta que le impedía salir'. El presidente autorizó a la banda tocar para amenizar la espera con pasodobles. Y al final, ante la imposibilidad de que saliera el primer reserva, salió el segundo, muy flojo y muy protestado por el público, que la tomó de forma desproporcionada con el ganadero. Castella abrevió y se silenció su labor.

No mejoró la cosa con la salida del segundo, como descoordinado, que regresó también antes de tiempo a los corrales. Corrió turno Bolívar y llegó la calma. Pero no el lucimiento, imposible con un toro que sólo aguantó dos tandas antes de pararse y que se dormía por el pitón izquierdo. Su segundo descastado como sus hermanos, no le dio opción ninguna.

Talavante, ya sin la perilla que luciera el día anterior en el festival, sorprendió en el tercero con un recibo de cordobinas genuflexas de gran vistosidad. Eso, junto a un quite por chicuelinas, seria lo único destacable de su labor por culpa de un toro que se paró por completo.

El sexto también fue devuelto y en su lugar salió un señor toro de Achury que exigió el carnet. Talavante estuvo firme con el, logró naturales de calidad pero la espada se llevó el trofeo en una tarde tan rara como, en fases, desagradable sobre todo para un maestro del toreo como Cesar Rincón.

FICHA


Monumental de Manizales. Sábado, 10 de enero de 2015. Corrida goyesca del 60 aniversario de la Feria. Lleno. Toros de Las Ventas del Espíritu Santo, bien presentados pero de infumable juego; mansos e inválidos; hasta cuatro fueron devueltos; se lidiaron dos sobreros del mismo hierro y dos de Achury Viejo, el 4 premiado con la vuelta al ruedo. 
 
Sebastián Castella, de lila y pasamanería negra. Estocada trasera (silencio). En el cuarto, pinchazo y estocada desprendida (oreja).

Luis Bolívar, de rosa y pasamanería negra. Estocada (ovación). En el quinto, estocada (silencio).
Alejandro Talavante, de azul turquesa y pasamanería negra. Dos pinchazos, media estocada y tres descabellos (silencio). En el sexto, dos pinchazos, media defectuosa y dos descabellos. Aviso (silencio).

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