Iván Fandiño concluye entre pitos su apuesta torista después de llenar Las Ventas un Domingo

MARCO A. HIERRO
Así agradece Madrid la apuesta de un tío que quiso entregarle a esta plaza el sueño de los que más gritan, convertido en pesadilla dos horas y media después. Con la boca partida salió Fandiño de su gran apuesta, a la que llegó majestuoso y dispuesto para ir perdiendo apostura a medida que la tarde iba haciendo más intenso el gris plomo del chispeante.



Apretó el vasco en un vibrante inicio; luego, en un destemple, perdió la muleta Fandiño y, con ella, el secreto para triunfar. Porque exigió mucho pulso, justa distancia que el vasco acortó en demasía y paso perdido para acoplarse al viaje. Y el trasteo se fue diluyendo mientras castigaba el Adolfo hasta el más mínimo error.
Al enclasado colorao de Cebada, con más presencia que poder y fuelle, lo hubiera cuajado Iván de haber entendido al Adolfo, pero se perdió entre el gazapeo molesto, los pegajosos finales y las pérdidas de manos en lugar de centrarse en pulsear la clase. No era de triunfo, pero sí de mejor imagen. Como la que dio con el de Escolar al plantarle la firmeza entre los mentirosos pitones que le partieron la cara. Estos de verdad.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Corrida del Domingo de Ramos. Lleno en los tendidos.
Toros de Partido de Resina (de buen aire y escaso fuelle); Adolfo Martín (con calidad y exigencia en los errores); Cebada Gago (enclasado y de fondo justo); José Escolar (mentiroso y defensivo); Victorino Martín (devuelto por descaderarse en el ruedo); Adolfo Martín (quinto bis, reponedor y tobillero); y Palha (manso y desentendido).
Iván Fandiño (gris plomo y oro) en solitario: silencio, silencio, silencio, silencio, división de opiniones tras aviso y pitos.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Corrida del Domingo de Ramos. Lleno en los tendidos.
Toros de Partido de Resina (de buen aire y escaso fuelle); Adolfo Martín (con calidad y exigencia en los errores); Cebada Gago (enclasado y de fondo justo); José Escolar (mentiroso y defensivo); Victorino Martín (devuelto por descaderarse en el ruedo); Adolfo Martín (quinto bis, reponedor y tobillero); y Palha (manso y desentendido).
Iván Fandiño (gris plomo y oro) en solitario: silencio, silencio, silencio, silencio, división de opiniones tras aviso y pitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario