martes, 17 de marzo de 2015

La profundidad de Abellán y la torería de Diego Urdiales

La terna, por encima de la corrida de Alcurrucén; Padilla se estrelló con un lote sin fondo

 (Foto: Arjona) 
Jorge Casals


El juego de los toros de Alcurrucén y el mal uso de las espadas condicionaron un festejo en el Miguel Abellán dio la única vuelta al ruedo de la tarde. Fue ante el berrendo en colorado que salió en segundo lugar, que se definió en la muleta. Antes, el de Alcurrucén realizó una salida fría, sin emplearse y esperando en banderillas. Pero rompió el toro a embestir en la muleta y lo hizo con profundidad y muy buen estilo. Muy centrado con el toro estuvo Miguel Abellán, que lo aprovechó por el mejor pitón, el derecho. Bien su manera de enganchar y llevar al toro en los vuelos, con buen gobierno y temple. Hubo largura y profundidad. Mató de una buena estocada. Se le pidió la oreja que no atendió el palco. Vuelta al ruedo.

Miguel Abellán estuvo muy dispuesto con el quinto, un bonito toro que manseó de salida, apretó en banderillas y se movió con feo estilo en la muleta. Muy firme el madrileño en todo momento, que templó la aspereza del toro en una labor meritoria. Pinchó en varias ocasiones antes de dejar una estocada caída.

LA PUREZA DE URDIALES
Gustó el concepto y el buen toreo de Diego Urdiales en sus dos toros. El tercero, también frío de salida, embistió después en la muleta con nobleza aunque sin mucho celo. La pastueña embestida le sirvió a Urdiales para mostrar su buen concepto del toreo. El riojano dejó muletazos de gran categoría y bonita expresión, toreando con gusto y cintura rota. Perfecta la colocación y la manera de citar. Todo muy puro y de verdad. Lo mejor llegó con el toreo al natural. La espada le dejó sin premio. Pinchó antes de dejar una estocada, que requirió de la cruceta.

Importante actuación la de Diego Urdiales frente al sexto, un toro nada fácil de estar delante, que no se empleó en ningún momento. Desclasada su embestida. Muy convencido y seguro estuvo el torero de principio a fin. Muy bueno el toreo a la verónica, encajado y reunido. Hubo firmeza con la muleta, donde tapó los muchos defectos del toro. Todo lo que hizo tuvo torería y elegancia, siempre fiel a su concepto vertical y puro. Dejó algún natural desmayado de bella factura. Mató de una buena estocada.


PADILLA, SIN TOROS
Padilla se estrelló con un lote desfondado. Muy por encima estuvo del que abrió plaza, un toro abanto y sin fijeza en los primeros tercios y que fue banderilleado por la cuadrilla. Ya en la muleta, todo lo tuvo que hacer el torero, provocando al de Alcurrucén, muy aplomado y tardo, sin entrega alguna. Le robó alguna serie meritoria el torero, que mató de una estocada entera y un descabello.

El cuarto llegó totalmente desfondado a la muleta. Tras el buen inicio de faena de Padilla con las dos rodillas clavadas y sin enmendarse, el toro, que había mostrado muy buena condición, dijo basta, echándose antes de que el torero pudiera entrar a matar. Lo apuntillaron en el ruedo. Padilla dejó antes un buen tercio de banderillas.

Valencia. Martes 17 de marzo de 2015. Toros de Alcurrucén, bien presentados y de juego desigual; destacó el tercero, que tuvo profundidad en su embestida.Juan José Padilla: Ovación con saludos tras aviso y ovación con saludos; Miguel Abellán: Vuelta al ruedo y silencio; Diego Urdiales:Ovación con saludos tras aviso en ambos. Entrada: Menos de media plaza.

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