Extremeño y sevillano cuajan sendas faenas de categoría en una tarde en la que Paquirri pasó de puntillas
Jorge Casals
Fotos: Arjona
El triunfador numérico de la tarde fue Alejandro Talavante, que cortó una oreja del ley ante el tercero de la tarde, un buen toro de Zalduendo que salió con muchos pies y que permitió al torero dejar un saludo capotero inspirado y variado. Quitó después por gaoneras. Se echó la muleta a la zurda de primeras y toreó sin probaturas por naturales. Embistió muy humillado el toro por ese pitón, por donde Talavante toreó con despaciosidad, verticalidad y naturalidad. Tuvo que luchar contra el viento, que molestó lo suyo. Perfecta la colocación de Talavante, siempre muy cruzado, de frente y muy de verdad. Una arrucina exponiendo mucho ligada de un largo pase de pecho desató la locura de una plaza entregada con el torero. Mató de una estocada ligeramente desprendida y trasera, pero que tumbó al toro sin puntilla. Le dieron una oreja con fuerte petición de la segunda.
Lo intentó sin opciones con el deslucido que cerró plaza, de descompuesta y áspera embestida, al que pasaportó de una estocada entera. Se lució en banderillas Juan José Trujillo, que fue obligado a saludar.
MORANTE, DE LA BRONCA A LA OVACIÓN
Buena pelea en varas hizo el segundo de la tarde, fuertemente castigado. Morante, que ya no pudo lucirse antes a la verónica, no estuvo a gusto ni lo vio claro con la muleta y abrevió, lo que causó el enfado del público que le abroncó. Destacó en banderillas Carretero, en un tercio en el que fue muy mal lidiado el toro.
Se pudo sacar la espinita frente al quinto, un toro que acabó embistiendo con mucha calidad y despaciosidad en la muleta. Aunque Morante no pudo lucirse a la verónica, sí apuntó el toro su buena condición en la magnífica brega de Carretero. Una faena de gran belleza, en la que el sevillano toreó muy despacio, con ese empaque único. Exprimió al toro en una faena larga, en la que estuvo muy a gusto. Mató de media estocada aunque el puntillero enfrió los ánimos del público. Fuerte ovación.
El primero de la tarde fue devuelto tras blandear de las manos. En su lugar salió un sobrero del mismo hierro, que tuvo nobleza y siguió los engaños aunque le faltó cierto empuje. Banderilleó la cuadrilla, aquejado todavía Paquirri de su lesión muscular. Al abrigo de las tablas, donde no molestaba el aire, toreó Paquirri sobre ambos pitones sin apreturas en una labor que nunca acabó de tomar vuelo. Mató de estocada casi entera que resultó eficaz.
Buen toro resultó el cuarto, noble y franco en sus embestidas, y que permitió a Francisco Rivera realizar de nuevo una faena al abrigo de tablas, en el tendido de sol, con un público muy a su favor. Corrió la mano sobre la diestra en una faena aseada aunque sin acabar de romper. Pinchó varias veces antes de dejar una estocada.
Valencia. Miércoles 18 de marzo de 2015. Toros de Zalduendo, el 1º como sobrero, desiguales de presentación; nobles y manejables en líneas generales, aunque faltos de raza; deslucido sexto. Francisco Rivera Ordóñez “Paquirri”: Silencio y silencio tras aviso; Morante de la Puebla: Pitos y ovación con saludos tras aviso; Alejandro Talavante: Oreja con fuerte petición de la segunda y silencio tras aviso. Entrada: Casi lleno. Destacaron entre las cuadrillas José Antonio Carretero y Juan José Trujillo, quien se desmonteró en el sexto.
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