El mundo al revés: con cuarto y mitad de la novillada lidiada en Las Ventas se hubiese hecho la corridita de Brihuega
rosario pérez / madrid
Con
cuarto y mitad de la novillada lidiada ayer en Las Ventas se hubiese hecho la corridita de Brihuega.
El mundo al revés:
los debutantes enfrentándose a pavos y las figuras a pollitos. En la
cosa de los trofeos sí fueron primas hermanas, pues Madrid, con
más de cinco mil personas en los tendidos, regaló una oreja de pueblo a
Antonio Linares.
Más que Madrid, fue un obsequio de sus paisanos, que llenaron varios
autobuses y lo vitorearon de tal modo que desde fuera pensarían si
Manolete habría resucitado, con esos gritos de «¡torero, torero!»
La petición fue mayoritaria, y el reglamento es el reglamento, pero el novillero cortó un trofeo sin apenas dar un pase con el hondo tercero,
de 532 kilos entre pecho y lomo. Se movía con opciones dentro de sus
irregularidades, pero a Linares le faltó tacto, aunque nadie le quitará
el mérito de debutar con ese tío.
El estoconazo fue fulminante y asomaron los moqueros. Algunos toreros
presentes en las gradas se miraban entre sí diciendo: «Con lo difícil
que es cortar una oreja en Madrid...»
La Puerta Grande
El presidente Justo Polo no
se hizo de rogar y sacó pronto el pañuelo blanco, quizá tocado por esa
sensibilidad de ser padre de un próximo confirmante. El desatinado puntillero salvó
a Las Ventas de una Puerta Grande irrisoria, pues Antonio Linares, con
un toreo nada estiloso, volvió a pasaportar con habilidad (esta vez algo
caído) al notable sexto de Sánchez Herrero,
que lidió un serio conjunto dentro de su desigualdad, algunos bastos y
feotes, de justa casta pero sin malas intenciones en general.
El otro debutante, Daniel Rueda, mostró una actitud valerosa y encomiable frente a dos toretes infumables. Jorge Escudero, con un lote potable, pasó las de Caín con el descabello y a punto estuvo de oír los tres avisos tras dejar muletazos sueltos de buen corte al segundo. Silencio en filas para ambos.
FICHA
MONUMENTAL DE LAS VENTAS.
Domingo, 12 de abril de 2015. Más de cinco mil personas. Novillos de
Sánchez Herrero, serios dentro de la desigualdad, algunos feos y
bastotes, de juego desigual y justos de casta en líneas generales,
noblotes en general, alguno como el 4º con dificultades y peligro.
DANIEL RUEDA, de azul marino y oro. Pinchazo y media defectuosa. Aviso (silencio). En el cuarto, estocada contraria (silencio).
JORGE ESCUDERO,
de pizarra y oro. Pinchazo, estocada defectuosa y descabellos. Dos
avisos (silencio). En el quinto, media tendida y descabellos. Aviso
(silencio).
ANTONIO LINARES, de rosa y oro. Estoconazo (oreja). En el sexto, estocada baja (palmas de despedida).
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