lunes, 25 de mayo de 2015

Bautista y el cuarto ponen el brillante colofón

Toros de El Torero para Juan Bautista, Iván Fandiño y Daniel Luque

Bautista y el cuarto ponen el brillante colofón
EMILIO MÉNDEZ

con un encierro de El Torero como telón de fondo. El francés Juan Bautista, el sevillano Daniel Luque y el vasco Iván Fandiño trenzaban el paseíllo a los sones de la Ópera Carmen.
 
Detalles dejóJuan Bautista por ambas manos ante un primero que no terminó de romper. Cumplió en varas el de El Torero para luego venirse abajo en la muleta del torero de Arles. Bautista lo intentó dejando derechazos compuestos pero sin ligar tandas al completo, lo que deslució la labor.

Iván Fandiño no pudo lucirse con un segundo de El Torero prácticamente parado. Iba rebrincado en los primero tercios, entrando de forma incierta en el capote del de Orduña. Con la muleta, se le vino abajo en la primera ocasión que le bajó la mano. No pudo hacer más. Fue silenciado tras dos avisos.

El tercero era un toro para entender y así lo hizo Luque, pues se topó con un astado que embestía corto, pero cuando lo hacía era de verdad. Y así, en tandas de tres muletazos y el de pecho, fue comprendiendo la embestida del astado de El Torero. Imprimió temple el de Gerena para ir construyendo en la lidia una labor de torero compacto y maduro. Cortó oreja tras la estocada.

Al cuarto lo saludó de hinojos Bautista, con verónicas vibrantes, antes de que lo colocase largo al caballo para lucir al animal y el tercio. Hasta se atrevió con los palos para cuajar un tercio de banderillas de mucho calado en el tendido. Fue esa una faena de acople total con un animal que siempre la quiso por abajo y por allí se la dio Bautista, a más en la exigencia hasta que terminó entre los pitones con el toro ya muy a menos. La estocada efectiva posibilitó las dos orejas y la vuelta al ruedo para el animal.

El quinto fue un toro más soso que tuvo cierta virtud en la muleta pero al que le faltó emoción para que calase más la faena de Fandiño. Por eso puso el epílogo el vasco con manoletinas, buscando calentar el ambiente, Un pinchazo previo a la estocada y un aviso dejaron el premio en ovación.

Al serio quinto le apreció virtudes Luque en el saludo capotero, mecido y suave, y lo midió mucho en varas para no restarle empuje. Pareció coger vuelo la faena en los primeros compases, con el toro repitiendo y el sevillano Luque cosiendo a la perfección la humillación, pero se hizo presente el viento con la mano izquierda, la faena bajó de intensidad por la desclasada condición del astado por ese pitón y cuando quiso remontar con la diestra ya protestaba el animal sin voluntad de embestir.
FICHA DEL FESTEJO
Coliseo de Nimes. Última de la Feria de Pentecostés. Corrida de toros.
Seis toros de El Torero.
Juan Bautista, ovación y dos orejas.
Iván Fandiño, silencio tras dos avisos y ovación tras aviso.
Daniel Luque, oreja y silencio.

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