Perfecta lidia de Leonardo Hernández al tercero, del que corta dos orejas
Se despedía Fermín Bohórquez de la plaza de Las Ventas en la segunda corrida de rejones del serial isidril. Completaban el cartel ante un encierro de El Capea Pablo Hermoso de Mendoza en su cuarto de siglo de alternativa y Leonardo Hernández tras su triunfo del pasado sábado en el mismo escenario.
Tuvo Leonardo Hernández en suerte al buen tercero, un toro con templado tranco y fijeza extrema, al que enceló y paró muy bien con "Titán", para después armar un lío sobre "Amatista", con el que enganchó dos largos galopes de costado al hilo de las tablas, cambiando la embestida por los adentros con temple y ajuste, como ajuste tuvo una arriesgada batida a pitón contrario muy cerrada en tablas, para dejar una banderilla en todo lo alto. Mantuvo Leonardo el alto nivel y el calor de la faena con "Despacio", sobre el que atacó muy de frente para clavar con riesgo y precisión tras dos impresionantes quiebros en la propia cara del toro, adornados en su salida con un emocionante caracoleo muy en corto. Faena redonda y comprometida ante un toro encastado y magnífico para el caballo. El extremeño redondeó su actuación con "Xarope", con el que se adornó en los cites con unas imponentes levadas y después clavó tres banderillas cortas al violín con ritmo y reunión, pero lo mejor fue el certero rejonazo de muerte, que puso en sus manos las dos orejas incontestables.
Frío y desentendido fue el sexto, que ganó un punto de celo con la buena lidia de Leonardo sobre "Caparica". Sin embargo, la falta de transmisión hizo que todo lo bueno hecho con "Verdi" en banderillas no tuviera todo el eco que mereció, pues todo lo puso el binomio, que tuvo que llegar muy cerca y adornar las entradas y salidas para dotar aquello de alguna emoción. Acertó en sacar a "Sol", un precioso albino que provocó las escasas arrancadas del toro muy cerca de los pitones, donde se mueve con expresiva confianza, tanto que llegó a estirar algún corto galope de costado y le dejó clavar los palos como si estuviera en un balcón. La faena fue siempre a más, aunque el toro fuera a menos, mérito de un jinete en un excelente momento, que cerró por todo lo alto con "Xarope", tanto en las cortas como en otro fulminante rejonazo. Oreja de ley que pudieron ser dos, pero que sumaron tres trofeos en una tarde extraordinaria del extremeño.
Brindó Hermoso de Mendoza el segundo a la Infanta Elena, que presenció el festejo en una barrera de la meseta de toriles, el tercer día consecutivo de una importante presencia Real en la plaza y la cuarta en lo que va de feria, respaldo más que significativo de la Corona a la Tauromaquia. El toro no fue muy diferente al primero, pues apuntó esa misma tendencia a tablas y a desentenderse del caballo mientras no le tuviera muy cerca. Y en eso Pablo es intratable, porque dio una lidia tan acertada como espectacular. Dos rejones con "Napoleón" dejaron el toro a punto, pero fue sobre "Berlín" con el que, a pesar de dejar una banderilla sobre la arena, prendió las más encendidas ovaciones del público al dejarse llegar muy cera los pitones y tirar del toro en varias templadas y cercanas carreras de costado, que le dieron confianza al toro y le hicieron olvidar de su deseo de irse a las tablas. Pero más cerca llegó aún con "Dalí", ese elástico angloárabe con el que batió a pitón contrario en la propia cara del toro, para clavar arriba y salir con unas espectaculares piruetas jaleadas con unanimidad por la plaza. "Pirata" puso el sello quedándose en la cara para dejar los tres palos cortos en lo alto del morrillo, justo a donde se resistió a entrar el rejón definitivo, por lo que una brillante actuación del navarro se quedó en silencio.
Mostró ritmo desde su salida el quinto, un toro guapo y sin excesivo celo, que dejó ver desde el primer tercio de Hermoso con "Churumay" la cadencia con la que su galope iba a permitir después el lucimiento de "Disparate en esos galopes de costado y las ya conocidas hermosinas. Sin embargo, el toro, una vez centrado con el caballo, cambió algunas veces de ritmo y arremetió con brío a lo que Pablo siempre supo responder de la mejor manera. También las batidas a pitón contrario tuvieron emoción, por lo cercanas y comprometidas. Hubo tiempo para más, pues tras la magnífica actuación de "Disparate", vino un caballo que llevaba tiempo sin actuar, se trata de "Ícaro", que volvió con el mismo sitio de siempre, dando la cara al toro como en sus mejores días, y quebrando en la cara con riesgo y espectacularidad. La pena fue que el rejón de muerte no quiso entrar, pues el cierre de faena con los palos cortos a dos manos sobre "Pirata" habían dejado servidas las dos orejas, que se esfumaron tras los pinchazos.
Se despedía Fermín Bohórquez de Madrid con un primer toro que, aunque aquerenciado, acudió a los cites y fue noble para el caballo. Fermín lo entendió así y aprovechó bien las querencias para actuar a favor de ellas aunque sin demasiado lucimiento, tanto con "Gallo", con el que dejó dos desiguales rejones de castigo, como con "Brasil", sobre el que cuarteó para dejar dos banderillas antes de devolverlo al patio, tras notar que sangraba por los hollares. Mejor estuvo el jerezano con "Melero" en dos buenos pares a dos manos, aunque no consiguió calentar los tendidos antes de matar con corrección sobre "Moraito". Sin celo fue el cuarto, que barbeó las tablas y prefirió huir que buscar a "Rubia", la jaca con la que Fernín quiso parar al manso, aunque tampoco quiso tomar demasiados riesgos, pues cuando el manso arreó, le puso en un compromiso. Sin embargo, ya con el manso más parado, tiró de espectacularidad con "Bohemio", un precioso castaño de crines sueltas que citó haciendo levadas y con el que cuarteó bien para dejar los palos arriba. La faena ganó en interés, a pesar de una pasada en falso, sobre todo en una banderilla sacando al toro de las tablas suerte que tuvo exposición y verdad. Como exposición tuvo el par a dos manos sobre "Melero", aunque a colocación del toro en la suerte se la dejara a los auxiliadores, lo que generó algunas protestas en el tendido. Poco ayudó el aplomado manso en el último y deslucido tercio de Fermín en esta plaza, pues hizo caso omiso del jinete, que dejó una corta y dos rejones en cualquier sitio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Feria de San Isidro. Corrida de rejones.
Seis toros de San Pelayo.
Fermín Bohorquez, silencio y silencio.
Pablo Hermoso de Mendoza, palmas y palmas.
Leonardo Hernández, dos orejas y oreja.
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