viernes, 22 de mayo de 2015

Lo que el viento se llevó

El viento esfumó las perlas de un duelo para el recuerdo. Dos orejas cortó Juli, destacando un faenón al sexto; Morante citó a las musas con su capote, paseando una oreja del tercero

Lo que el viento se llevó
EMILIO MÉNDEZ

José Antonio "Morante de la Puebla” y Julián López "El Juli” se volvían a ver las caras en Nimes tras más de un año sin torear juntos en mano a mano. La última vez sería el domingo de Resurrección de 2014 en La Malagueta. Ahora en Nimes, se retrasó 15 minutos el festejo debido a las medidas de seguridad de los aledaños del Coliseo romano.


Con una ovación recibió la afición de Nimes a los dos toreros actuantes tras el minuto de silencio en memoria del maestro José María Manzanares. Molestaba mucho el viento en la primera actuación de la tarde por parte de Morante de la Puebla. Fue un toro que cumplió en varas, pero con el que no se sintió a gusto el sevillano por las condiciones climatológicas. Tiró por la calle de en medio el de La Puebla del Río ante la adversidad, yendo pronto a por la espada.


Por verónicas a pies juntos recibió El Juli al segundo de la tarde, uno de Garcigrande que humillaba de salida y al que cuidó posteriormente en varas. Salía suelto en los primeros tercios a pesar de su celo en los capotes. Finalmente fue metiéndolo en el canasto a base de tandas meritorias por el pitón derecho. Tras la estocada, se pidió y concedió el trofeo a un toreo de poso y entrega del de Velilla. Mucha técnica imprimió Julián para conseguir meter en su muleta al astado salmantino. 

Un quite excelso a la verónica dejó Morante de la Puebal al segundo de la tarde, un toro con el que molestaba muchísimo también el viento. A pesar de ello, fue hilvanando posteriormente un trasteo con un toro que se dejaba por derechazos, en muletazos por bajo que levantó olés sentidos en el coliseo nimeño. No tenía recorrido pro el pitón izquierdo, por lo que lo intentó de nuevo a diestras muy despacio. Dejó estocada y cortó una oreja.

Se sobrepuso Julián a las adversidades y a los prontos que presentó el cuarto de la tarde para hilvanar una faena de torero seguro, haciendo honor de la gran técnica que atesora en su carrera. Pero en ese momento volvió a aparecer el viento e imposibilitó a El Juli hilvanar un trasteo en el que todas las facultades del toro se perdieron por las condiciones climatológicas.

A cámara lenta fueron las verónicas de Morante para recibir al quinto de la tarde. Parecía que amainó el viento en ese momento, para que posteriormente se batieran en duelo Morante y El Juli en el tercio de quites, invitando al sobresaliente Jeremy Banti a actuar. En faena dejo detalles importantes, pero por el viento la faena no pasó a más. Tras la estocada, escuchó una ovación.

Llegó a la muleta rebrincado para que El Juli se percatara de una condición que debía cuidar y, sobre todo, llevar para sus lares. Así lo hizo, rompiéndose al natural para entender perfectamente la embestida del astado de Garcigrande. Fue sacando, a partir de ese momento, el punto de casta que atesoraba y que solo un torero dominador como el madrileño puede sacar. Excelsos fueron los muletazos a zurdas: largos, por bajo y bellísimos los de López. En medio de la faena se lo cambió por la espalda, sorprendiendo a todo el Coliseo. Fue a más un trasteo en el que el torero se mostró firme. Finalmente cortó una oreja tras la estocada.



 FICHA DEL FESTEJO

Coliseo de Nimes. Primera corrida de la Feria de Pentecostés. Corrida de toros. Lleno. 

Cinco toros de Garcigrande y uno, el quinto, de Domingo Hernández.
José Antonio "Morante de la Puebla”, silencio, oreja y ovación.
Julián López "El Juli”, oreja, silencio y oreja. 

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