lunes, 22 de junio de 2015

LA CRÓNICA DE ALICANTE: Torear con las yemas

La voluntad de Álvarez, el temple de Marín y la profundidad de Varea destacan junto a una enclasada novillada de Fuente Ymbro hoy en Alicante.

Torear con las yemas
PABLO LÓPEZ RIOBO  
Torear con las yemas, acariciar cada embestida, llevar al novillo largo con un bamboleo suave de la muleta. Hoy Marín y Varea volvieron a dar un recital de toreo al ralentí, como si de un pincel se tratase dibujaron el toreo en la plaza de toros de Alicante. Ambos novilleros demostraron por que tienen a los aficionados de su parte. El extremeño y el valenciano pararon el tiempo, verónicas y chicuelinas, naturales y trincherazos. Uno se fue a hombros mientras que el otro lo hizo a píe. Las espadas no anduvieron certeras, mas bien todo lo contrario, pero eso es lo de menos, tiempo habrá de corregir y pulir esos defectos. 

Un público amable premió con una oreja en cada novillo al local Borja Álvarez, todo entrega y pundonor, sus dos faenas tuvieron la virtud de la conexión con el público, eso que tiene en su haber, pero cuando toreas junto a dos novilleros con esas condiciones todo queda eclipsado. Marín perdió el doble premio en el tercero y se estrelló con el manso quinto, mientras que varea tocó pelo en ambos novillos, cierto es que en su primero la espada viajó a donde no tenía que ir. Si nos atenemos a lo visto con capote y muleta incluso de doble premio, pero también hay que saber que no se pueden dar orejas con estocadas tan defectuosas. Tres cuartos de lo mismo pasó en el cuarto de Borja Álvarez, estocada fea y defectuosa que valió una puerta grande. Quizás no sea culpa del presidente, este se atiene a la mayoría popular, y si de un público que desconoce que estocadas así no deben ser premiadas.
Derrochó ganas y voluntad Borja Álvarez desde el inicio, se fue a chiqueros, lanceo con soltura a un animal que no se entregó en el capote. En la muleta ejecutó una faena de altibajos, el de Fuente Ymbro tenía emoción y fijeza pero le faltaba humillar. Álvarez siempre estuvo en novillero, quizás acusó su escaso rodaje. Hubo muletazos buenos, pero la faena no tuvo la rotundidad deseada ante un novillo con muchas posibilidades. Mató de estocada algo tendida y trasera cortó una oreja 

Con movilidad pero sin clase ni raza fue el cuarto de la tarde. El de Fuente Ymbro iba y venía pero sin entrega, animal al que Borja Álvarez no acabo de cogerle el aire, debió someterlo por abajo. Muchos muletazos ante un novillo que nunca quiso ir hacia delante. Faena sin un metraje definido, hubo disposición pero le faltó más ceñimiento. Embistió mucho Lanudo, pero todo lo hizo sobre una base marcada por la mansedumbre, de ahí que saliese desentendido, sin humillar y mirando a tablas en cada muletazo. Tras una fea estocada se le concedió una oreja que le abre la puerta grande.
También se fue a chiquero Ginés Marín para templar las embestidas del de Ricardo Gallardo primero con la larga de rodillas y por verónicas. En la muleta el animal embistió con transmisión, brotaron de sus muñecas grandes naturales. Con la derecha el novillo se quedaba algo más corto, pero el extremeño tiró de el, muñequeó con suavidad y consiguió que el novillo no se parase. El novillo tuvo movilidad pero cuando se sintió sometido empezó a mirar a tablas. Sabe torear Marín, no se queda en lo accesorio, sino que los lleva largo y se los pasa cerca. Faena importante la del extremeño. Cerró por manoletinas pero el fallo con los aceros dejó las posibles dos orejas en una vuelta al ruedo.
Muy deslucido fue este quinto, un animal que fue protestado y que llegó a la muleta muy aquerenciado a tablas. Sólo puedo destacar con la capa, un ramillete de verónicas con compás y una media de cartel. Novillo manso y  parado el extremeño quedó prácticamente inédito. Lo intentó pero este quinto no tenía nada dentro, Un animal que no valió ni para arrimarse. 

Lanceó con sumo gusto y despaciosidad Varea al tercero, como maneja el capote. En el tercio de banderillas saludó montera en mano Montoliú por dos pares con su sello y personal estilo. Ya en la muleta el de Fuente Ymbro embistió con celo pero con cambios de ritmo. Inicio muy torero rodilla en tierra sacando se al toro hacia los medios. El de Fuente Ymbro exigía en colocación y toques, no era tonto. Cuajó dos series de enorme torería al natural, había que dejársela en la cara para que el novillo embistiera con celo. Faena de inspiración y gusto del valenciano. Lo peor fue el uso de la espada, un pinchazo y un feo espadazo posterior tumbaron al animal, aun así cortó la oreja.
Importante torero al ralentí fue el recibo de capa de Varea al sexto, primoroso por su estética y suavidad. El inicio de faena fue importante, muletazos largos y templados ante un novillo que la buscaba con codicia. La faena tuvo la virtud de la templanza y la torería, pero le faltó mayor continuidad. Faena eso sí con muletazos muy importantes, con remates de gusto e improvisación. Destacó una gran serie al natural, acertó a llevar muy pulseado al enclasado animal de Fuente Ymbro. Se metió al público en una serie final de mayor exposición, un pase de pecho cumbre cerró la faena. Tras una estocada casi entera cortó la oreja.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Alicante, menos de media plaza
Novillos de Fuente Ymbro, correctos de presentación, nobles y manejables. Destacó el gran sexto por su clase y humillación.
Borja Álvarez (Sangre de toro y oro): Oreja y oreja
Ginés Marín (Rosa palo y oro): Vuelta tras petición y ovación
Jonathan Varea (Azul y oro): oreja y oreja

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