domingo, 26 de julio de 2015

EL TESORO GENETICO DE “TARAPIO” VUELVE A LA MAESTRANZA DE MARACAY

Pareja inolvidable de ganaderos Don Juan Ernesto y Maribel Llorens de Branger en la barrera de la maestranza de grandes triunfos de “Tarapío”

Jesús Ramírez “El Tato”
El tiempo y la historia del toreo en Venezuela, parecen haberse detenido en la finca carabobeña “Tarapío”. Una historia que comienza entre dos amigos comunes Don Juan Ernesto Branger y el ganadero colombiano Fermín Sanz de Santamaría, quienes asociaron ideas para abordar el camino de ganaderos de reses de lidia cuando muy pocos apostaban la senda que ya tenían “Guayabita” y “Los Aranguez”.

Los esfuerzos de Don Juan Ernesto fueron seguidos por dos valencianos. Maribel Llorens, de la Valencia del Cid de España y su esposo Marcos Esteban Branger, de la Valencia del Rey venezolana, quienes tomaron las riendas de la ganadería y luego pasarían a la historia, al sentar las bases con la primera importación en 1.973 de reses de lidia de Portugal y España, impulsando así creación de la estación cuarentenaria en Venezuela.  Vale afirmar que sin ella no habría prácticamente ganado de lidia en el país.

El agroindustrial Francois Russian y María Luisa Branger con gran apuesta ganadera en Maracay este domingo y en Valencia en septiembre.
Adquirieron vacas y sementales de Pìnto Barreiro y sementales de Martínez Elizondo dando pie para fundar otra ganadería, la de los hermanos Branger.  Tras esta breve historia fundacional, “Tarapío” sirvió con vacas y sementales en la formación  de ganaderías como “La Fundación”, “Lecumberri”, “Bellavista”, “Vistahermosa” y “Río Seco”.

Y en 1.980 con la gran cooperación y conocimientos del maestro Antonio Chenel “Antoñete” se produjo otra importación de España, en este caso de sementales de Samuel Flores que ligaron extraordinariamente.  Fue el desaparecido maestro madrileño uno de los consentidos de la joven ganadería. Allí en la hermosa finca pasaba sus veranos y se mentalizaba para las temporadas españolas, entre bocanadas de humo y la verde vegetación de Pira Pira.

Preciosa estampa del toro bien hecho que vendrá a Maracay este domingo

También la familia Girón ha encontrado en esta ganadería aposento para su formación, descanso y lucha. El maestro Curro pasaba largos meses en la finca, igual que su hijo Marco Antonio, quien prácticamente dio los primeros capotazos a una vaca de casta en esta casa ganadera.

El cartel ganadero de “Tarapío” en nuestras plazas lo han formado muchos de sus toros con su casta y nobleza. Ejemplares como “Solitario” al que Curro Girón le cortó una oreja, “Gracerito” lidiado por Curro Girón en Valle de la Pascua con honores de vuelta al ruedo, “Lamparero” indultado por Celestino Correa en Valle de la Pascua, “Negrito” bravísimo astado al que le dieron la vuelta al ruedo en Maracaibo tras ser lidiado superiormente por el mexicano Antonio Lomelín el 20 de noviembre de 1.977, habiendo recibido la ganadería los premios de triunfadora de dicho ferial, “Chivo meon” fue otro gran toro tarapieño que inmortalizó el maestro “Antonñete” en la plaza de toros de Chivacoa en 1.978, “Galeoto” fue indultado en la maestranza de Maracay por Bernardo Valencia el 18 de marzo de 1.984 igual que “Gavioto”, noble toro indultado por Bernardo Valencia en la Feria del Sol en Mérida el 11 de febrero de 1.986 y que se recuerda con una placa grabada en bronce en el patio de caballos de la plaza “Román Eduardo Sandia”.

Adentrarse en la trastienda de “Tarapío” es recurrir a un libro abierto a los triunfos y los éxitos. Es como un viaje en el tiempo, donde se reflejan evoluciones, tradiciones, estilos y comportamientos. Hoy los destinos de la divisa verde y oro están en manos del agroindustrial Francois Russian y su esposa María Luísa Branger. Ambos han conjuntado esfuerzos y optimismo para continuar el camino trazado por los fundadores de la emblemática ganadería con enorme visión de futuro.

Este pareciera el año del retorno glorioso de “Tarapío”. Casta, bravura y nobleza en ejemplares lidiados recientemente en el Club “El Placer” de Tejerías. Ahora la expectativa aumenta en Maracay plaza de sus éxitos ganaderos, cuando se anuncia para el domingo 2 de agosto con un meritorio cartel de toreros venezolanos que necesitan del triunfo para seguir el espinoso camino del toreo.

En las calles de la capital aragüeña la cartelería anuncia a Juan José Girón, torero que ha sembrado sueños en la divisa carabobeña, Javier Silva que arriba a sus 13 años de alternativa y “Leonardo de Maracay”, joven valor de arte y sentimiento.

Regresa “Tarapío” a Maracay con su tesoro genético de nobleza y bravura en medio de gran expectativa y optimismo.

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