Firme anduvo Juan Bautista para cortarle una oreja al cuarto, enrazado se mostró un Manuel Escribano que escuchó ovaciones y prendido pero sin suerte salió el mexicano Arturo Macías
Una corrida de toros santacolomeña de Ana Romero estaba preparada en toriles para la segunda de la Feria de San Ignacio. En el cartel, el francés Juan Bautista, el sevillano Manuel Escribano y el mexicano Arturo Macías.
Crudo se lo dejó Juan Bautista al primero de su lote, un toro al que debió someter con el capote para, así, ir encelándolo con mucho pulso y ayudándole con la voz. Muy cortito se quedaba el de Ana Romero, ayudándolo Bautista en las primeras series y apretando a partir de la tercera por ver si respondía el cárdeno. Aun así, y a pesar de su nobleza, iba siempre con la cara por encima del estaquillador. Se quiso rajar el de Ana Romero y ahí se acabó la faena del galo. Pinchó en los dos primeros encuentros para, a la tercera, un bajonazo muy feo. Silencio.
Todo raza fue el toreo de Manuel Escribano ante el segundo, al que recibió con una larga cambiada y con varias verónicas gustosas. Pareó con brillantez en tres embroques difíciles por el tranco incierto del cárdeno. Muleta en mano, el de Gerena no lo apretó al toro en exceso, sólo a zurdas intentó ligar más en firme. Le costaba mucho el primer muletazo al toro, agarrándose al suelo, pero cuando la tomaba lo hacía con boyantía y cierto punto de nobleza. A la hora de matar, el toro lo prendió de forma muy fea antes de dejar un pinchazo y una estocada en el momento que escuchaba un aviso.El
Flojeaba el tercero de salida, que puso en apuros al propio Arturo Macías y a la cuadrilla, finalmente no devuelto por decisión presidencial. No tenía mucha fijeza, quedándose corto en la suerte y en el quite variado del mexicano. Hizo por él en el inicio de faena, pero se repuso pronto Macías en una faena de temple por ambos lados. A la hora de entrar a matar, se tiró el azteca de verdad y lo arrolló el toro.
Mucho temple imprimió Juan Bautista al tercero, un toro que cuidó mucho en los primeros tercios y que respondió con nobleza y un punto de bravura en la faena de muleta del torero de Arles. Se la dejaba puesta y lo llevaba muy enganchado, templándolo y acompasándolo despacio Bautista, destacando especialmente sus pases de pecho. Pedía el cárdeno que lo llevaran muy templado y así lo hizo Juan a diestras. Recibiendo mató Bautista para pinchar en el primer encuentro y dejar una estocada a la segunda. Concedió la oreja.
Esperaba mucho y le costaba la primera arrancada también al quinto de Ana Romero, un toro acapachado y muy astifino también de capa cárdena. Dejándose ver pareó Manuel Escribano al toro, que le hacía hilo hasta las tablas después de cada embroque. Toreó despacio por momentos Escribano, pero pinchó y dejó una estocada un punto desprendida a la segunda. Ovación.
A la contra estaba el público en los dos primeros tercios del reservón, flojo y deslucido sexto, de nombre "Marismeño”. El cárdeno no se acopló el ritmo que le marcó la cuadrilla ni los quites de Macías. En faena, no logró acoplarse el azteca para enhilar un trasteo sin eco. Poco recorrido tenía el de Ana Romero. Finalmente escuchó palmas el mexicano.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Azpeitia, Guizpúzcoa. Segunda de la Feria de San Ignacio. Corrida de toros.
Seis toros de Ana Romero.
Juan Bautista, silencio y oreja.
Manuel Escribano, ovación y ovación.
Arturo Macías, ovación y palmas.
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