miércoles, 26 de agosto de 2015

CUENCA: Triple alegría conquense entre el sueño de Nazarí, Chalana y Remate

Un rabo paseó Ventura de un excelente quinto de Cubero; a Sergio Galán le tocó bailar con el lote más feo a pesar de que le cortó tres orejas, al igual que un Leonardo en racha

Triple alegría conquense entre el sueño de Nazarí, Chalana y Remate
FRAN DOMÍNGUEZ

Llegaba la última de la Feria de San Julián a escena, una corrida de rejones con astados de Benítez Cubero para Sergio Galán, Diego Ventura y Leonardo Hernández ante un gran ambiente entre los tendidos.

El primero de la tarde fue un toro de Cubero, toro con movilidad pero sin ninguna raza con el que Sergio puso todo de su parte para abrir lidia con Amuleto y hacer una actuación muy torera con Trópico. Culminó su actuación a lomos de Titán, con los que creció su eco para terminar con tres cortas y un buen rejón de muerte. Oreja.  El cuarto fue el peor del encierro, un toro manso sin emplearse en la doma de Galán, que tuvo que poner todo de su parte. Con Apolo y Ojeda logró encandilar al respetable. Mató de un efectivo rejón, lo que le valió las dos orejas que le otorgaron sus paisanos.

El segundo, también del hierro sevillano, fue distraído y soso de salida. Empezó Ventura con dos rejones de entrada para más tarde colocar pares a lomos de Nazarí, que brilló embaucando al animal en sus pechos donde creció la faena. Más tarde dejó dos emocionantes quiebros con Milagro que terminaron de convencer a la afición manchega. Culminó labor de pinchazo y rejón entero, lo que le valió las dos orejas. Espectacular fue la faena de Ventura al quinto de la tarde, el toro más encastado del encierro con el que se mostró cumbre con Nazarí, Chalana y Remate, que también pusieron la guinda. Comenzó su faena con Suspiro garrocha en mano en la puerta de toriles antes del éxtasis de su labor. Mató de rejonazo su espectacular actuación para pasear las dos orejas y rabo del ejemplar de Cubero.

Faena de emoción fue la del tercero de Leonardo, un toro que se rajó pronto. Conquistó al público conquense con una faena variada en la que se gustó en quiebros y trazos. Mató de rejonazo para pasear las dos orejas.  El sexto, que cerraba la Feria de San Julián, fue un toro manso de salida y sin emplearse en la cuadra de Leonardo. A pesar de que no quería pelea el animal, Hernández expuso en tablas, lo que le valió para cortar la oreja.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Cuenca. Quinta y última de la Feria de San Julián. Corrida de rejones.

Seis toros de Benítez Cubero.
Sergio Galán, oreja y dos orejas. 
Diego Ventura, dos orejas y dos orejas y rabo. 
Leonardo Hernández, dos orejas y oreja.

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