sábado, 5 de septiembre de 2015

MÉRIDA: Seis ovaciones con pocos toros

No rompió la corrida de Montealto frente a la que Juan Mora, Rafael Cerro y José Garrido escucharon dos ovaciones por coleta

Seis ovaciones con pocos toros
SANTIAGO ROMÁN

Cartel extremeño esta tarde, en la capital de esa tierra, Mérida, compuesto por Juan Mora, Rafael Cerro y José Garrido con motivo de las ferias y fiestas de septiembre, que se las han tenido que ver con ganado de Montealto de desigual presentación y que no han servido apenas nada ninguno. La plaza con algo más de un tercio de entrada.

Juan Mora atesora clase de la buena y casi siempre se pone de manifiesto en el ruedo, eso sí, siempre y cuando los astados lo permitan. No ha sido así el caso de esta tarde en el Coso de San Albín. Su primero blandeó tras la única acudida al caballo, previamente se dio una voltereta a la salida de la segunda verónica. Mora lo entendió bien por el pitón derecho, que no es que fuera un derroche de clase, pero menos tenía por el izquierdo. Le faltaba lo que se le exige a cualquier toro, bravura, codicia… y además era sospechoso de pitones. Escuchó la primera ovación de la tarde. En el cuarto sí pudo sacar algo de esa clase y estilo propio que tiene en el saludo capotero. Toro este más cuajado que el resto de sus hermanos y que no dio facilidad alguna. El torero se fajó lo indecible con él hasta el punto de jugarse la cornada, innecesaria por otra parte. Para arreglar la tarde se levantó aire y hubo amenaza de tormenta, que al final se quedó solo en eso. Aquí también ovación.

Rafael Cerro llegó con ganas y recibió al segundo de la tarde con una larga cambiada. Tras un desarme varias verónicas y la media. El burel después del caballo manseó y buscó tablas con ansia. Cerro viéndolo venir lo cuidó mucho en caballo y banderillas. Se lo brindó a Juan Mora. Con la muleta evitó los defectos evidenciados anteriormente por el animal a base de seguridad y firmeza. No tenía transmisión alguna y provocaba enganchones constantes al intentar el natural. Para finalizar circulares invertidos y mal con la espada. El quinto recibió tres puyas en una, burel que si ya se frenaba de salida a partir de ahora… se mostró reservón toda la lidia y a menudo echaba las patas para arriba, si no lo hizo más veces fue por falta de fuerza. Poco pudo hacer el cacereño, lo intentó pero no obtuvo fruto alguno. El esfuerzo resultó a todas luces baldío. Lo liquidó de un estoconazo y dos descabellos. El toro fue pitado al arrastre y el torero oyó su segunda ovación.

José Garrido nos deleitó con el único quite de la tarde a base de verónicas y la media de remate. Dos grandes pares de banderillas de Jesús Díez "Fini” tuvieron la culpa de que saliera a saludar. Garrido estuvo toda la faena muy por encima de un burel sin condiciones, con embestida corta y frecuentemente protestón. El de Montealto le impidió cualquier lucimiento. Tras como iba la tarde decidió ir a por todas en el último y lo saludó con dos faroles de rodilla, pudiendo causar gran percance, quedándose en un buen susto. Realizó toda la lidia en el tercio, cerca de tablas, llegándole y aguantándole. Le fue alargando la mano y sacó faena donde no la había. Ajustadísimas las bernardinas finales. En ambos escuchó lo de toda la tarde, ovación.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Mérida, Badajoz. Segunda de Feria. Corrida de toros.

Se lidian toros de Montealto.
Juan Mora, ovación y ovación.
Rafael Cerro, ovación y ovación.
José Garrido, ovación y ovación.
FOTOGALERÍA: ALFONSO PLANO

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