/Esther Sotoca/Fotos: Javi Romero/
Feria de Albacete 2015
Su presencia ha estado acompañada por
los líos en los corrales, de hecho al corrida de El Pilar fue remendada
con dos toros de Torrealta más dos sobreros marcados con este mismo
hierro. A las 18:00 sonaban los clarines y timbales y ahí estaba el
torero. No fue su tarde más redonda, pero sí una tarde importante del
diestro, no por el conjunto, solo por una faena y por un pitón, el
izquierdo. Ahí se pudo ver el mejor toreo al natural de la feria y la
mejor versión de Manzanares, que tampoco está teniendo una temporada
regular en cuanto a triunfos se refiere. Momentos bellos del alicantino
que terminaron de la forma más amarga ya que termino en la enfermería,
gracias a Dios sin consecuencias graves. Paradójicamente, la única oreja
la paseó El Fandi, lo suyo no era un reencuentro porque el granadino es
un habitual en esta plaza ya que su presencia también consigue atraer a
parte del público. De hecho, por parte del respetable se concedió una
oreja muy generosa. Castella las rozó, sobre todo en el quinto de la
tarde, que a pesar de la petición no fue atendida por el presidente. Los
toros de El Pilar y Torrealta tuvieron uan presencia anovillada,
excepto el cuarto, pues en esta plaza se han visto durante la feria
novillos con más cara y con más peso. Fueron manejables en líneas
generales aunque les faltó fondo.
Cuando parecía que la tarde iba cuesta
abajo y que la expectación daría paso a la decepción llegó el esperado
reencuentro con Manzanares y su toreo que tantos momentos emocionantes
ha dejado en esta tierra. El de El Pilar que cerraba plaza no fue un
toro que se terminara de entregar con el capote, pero con sí que
protagonizaron un buen tercio de banderillas Rafael Rosa y Luis
Blázquez, que se desmonteraron para saludar la ovación del público.
Manzanares comenzó la faena con la diestra, pitón por el que el toro no
tenía ni un pase, reponía y protestaba en las embestidas. Un astado que
nadie veía y la tarde seguía cuesta abajo. Cuando el alicantino cambió a
la mano izquierda, todo cambió, llegó el reencuentro al natural. Las
tandas fueron cortas, pero con esta mano el toro si se empleó en la
muleta poderosa del torero, que le exigió con clase y dejando unos
naturales de los que quedan grabados con un sello muy persona. También
fueron templados y de mano baja alargando el brazo con una gran
estética. Tan esperado era el momento que el público acompañó a
Manzanares en sus tandas con ovaciones. Pinchó y dejó una estocada un
poco caída por lo que tuvo que recurrir al verduguillo. En el segundo
intento con este el toro se arrancó volteando al torero, que calló de
una forma muy fea y tuvo que ser traslado a la enfermería. Una pena que
el reencuentro tuviera este final, porque hubiera paseado una oreja de
no fallar con los aceros, pero lo de menos son los trofeos, ya que una
vez más en esta feria se tuvo que vivir la cara más amarga del toreo.
En el tercero de la tarde poco pudo
hacer, un toro de Torrealta que se desplazó sin clase, a media altura, y
que contantemente buscaba al torero en lugar de la muleta. Él intentó
hacer faena con poco material, ya que sabía que Albacete le esperaba,
pero sin conseguir nada. Fue silenciado tras fallar con los aceros. En
este toro también se desmonteraron Curro Javier y Luis Blázquez.
No suponía un reencuentro con Castella,
de hecho el francés es de los toreros que más veces ha hecho el paseíllo
en la plaza de Albacete en los últimos años, ya que ha sido uno de los
nombres que han hecho doblete en las últimas ferias. Era su segunda
tarde en la Feria 2015 y a punto estuvo de sumar un trofeo a la única
oreja que ha cortado en este ciclo. Antes de comenzar la faena de
muleta, en el tercio de banderillas sucedió algo extraño, pues al clavar
las banderillas caían los palos, y solo quedaron dos puestos en el
toro. Se llevó una fuerte pitada el presidente, pues el respetable
reclamaba el cambio de tercio con dos banderillas, pero bien es cierto
que aunque cayeran los palos, el arpón quedó en los lomos del toro. Ya
con la tela la labor del francés fue de altibajos, destacando las dos
tandas con la derecha, firmes y de mando, con muletazos largos. El toro
de EL Pilar fue a menos, y por eso Castella se encerró entre los pitones
con su valentía que nadie discute. Pinchó antes de matar con una
estocada y el público pidió la oreja, pero el palco desatendió esta
petición y el presidente recibió una nueva pitada, ya que la oreja de El
Fandi no tenía más peso que esta, aunque todo quedó en una ovación con
saludos.
En segundo lugar saltó al ruedo el
sobrero de Torrealta tras lesionarse el de El Pilar en el tercio de
banderillas. Buen saludo capotero del francés que inició la faena a su
primer enemigo tras brindar al respetable y en los mismos medios citó al
toro con pases cambiados por la espalda con su habitual valor seco que
tanto gusta en los tendidos. La faena siguió en buen tono hasta la
tercera tanda, cuando la intensidad comenzó a bajar. Estuvo seguro,
sobre todo por el pitón derecho por el que su enemigo se desplazó con
más alegría, ya que con la zurda las protestas del toro cuando intentaba
bajarle la mano le engancharon la tela a momentos. Pinchó antes de la
estocada y el público le dedicó una ovación que saludó.
El Fandi paseó una oreja del que
abría plaza, como viene siendo “natural” ya la tenía prácticamente en la
mano al acabar el tercio de banderillas, el que volvió a hacer volvió
con mucha espectacularidad en su faceta de atleta. Hasta cuatro pares
dejó sabiendo lo que le gustan al público. No se lució tanto en el
capote como en otras ocasiones, y con la muleta realizó una faena larga y
aseada en la que primó la técnica. El de Torrealta fue un gran toro, se
movió con clase y mucha trasmisión arrastrando el hocico, pero El Fandi
no le exigió, las tandas fueron ligadas a media altura, mejores por el
pitón izquierdo. A pesar de tres pinchazos y una estocada el público
sacó el pañuelo y paseó una oreja de ‘Surcador’, que fue ovacionado en
el arrastre.
En el cuarto sí se pudo ver más capote,
sobre todo en el quite por “lopecinas”. Ya en banderillas vivió a
ofrecer otro vistoso tercio, también con cuatro pares, que de nuevo
calentó al público haciendo un gran despliegue de sus facultades.
Precisamente esta faena fue de cara a los tendidos, dedicando muchas
miradas El Fandi a los mismos. El toro fue soso pero el torero nunca
llegó a acoplarse con él. Eso sí, fue una actuación larga, de hecho
hasta escuchó un aviso mientras iba a por el estoque. el segundo sonó
mientras intentaba despacharlo con el descabello tras fallar con la
espada. El resultado final fue palmas para el granadino.
Antes de acabar una reflexión. En el
mundo del toro muchas veces se habla de que las orejas son despojos,
pero la realidad es que son las que se quedan en las fichas de los
festejos. Si una oreja se pide mayoritariamente el Presidente está
obligada a darla sin reproches, por eso la seriedad de esta plaza no
puede entrar en duda a la hora de sacar los pañuelos, porque sin
quitarle méritos a El Fandi y desde el total respeto por jugarse la vida
delante de un toro, nada tuvo que ver el apéndice que paseó con ninguno
de los tres que ayer recogió Garrido. Con el chaval mañana habrá un
nuevo encuentro ganado sobre el ruedo y con la verdad de una muleta, en
la que la única espectacularidad fue la de su buen toreo. Plaza de toros
de Albacete, 16 de septiembre. Novena de abono. Lleno. Toros de El
Pilar (4º, 5º y 6º) y Torrealta (1º, 2º Bis y 3º):
David Fandila ‘El Fandi’: oreja y palmas.
Sebastián Castella: ovación con saludos y ovación con saludos.
José María Manzanares: silencio y pasa a la enfermería.
Parte de José María Manzanares: “Al
finalizar la corrida es asistido en la enfermería el referido diestro
por traumatismo craneoencefálico y contusión cervical con pérdida de
consciencia de 3-5 minutos. Exploración neurológica normal. Se remite a
Clínica Santa Cristina para estudio radiológico y TAC cráneo-cervical.
Pronóstico reservado”.
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