La máxima figura gala brinda al cielo en memoria de las víctimas de los atentados en París y sale a hombros con el madrileño, que sufrió una espeluznante cogida en su reaparición
Sebastián Castella da la vuelta al ruedo con la bandera de Francia - Efe
ABC.ES Lima (Perú)
Bandera de Francia a media asta. A miles de kilómetros de París, un francés y un español se ceñían en el capote de paseo para, después del paseíllo, guardar un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los atentados.
Sebastián Castella, máxima figura del toreo en Francia, brindó al cielo una tarde de emociones y triunfo con una corrida de Daniel Ruiz. Salió a hombros en compañía de López Simón, que reaparecía y demostró en Perú su gran dimensión. Cuajó un faenón y sufrió una espeluznante voltereta en el sexto, según crónica de mundotoro.
López Simón brindó a Castella en homenaje, también, a sus compatriotas. El madrileño entró con honores en la afición de Acho, cuajando al extraordinario segundo, sobre todo, con la mano derecha.
Faena rotunda que finalizó con una estocada recibiendo. La plaza fue un clamor y el presidente le concedió los dos trofeos de manera unánime y el toro fue ovacionado en el arrastre. El drama volvió a aparecer en otra importante tarde de López Simón. Fue en el sexto cuando el los primeros compases de la faena de muleta sufrió una espeluznante voltereta que lo dejó mermado cuando volvió a la cara del toro. Con el público entregado, llegaron los momentos más intensos de una emocionante labor con un toro muy complicado que punteaba en el engaño y ofrecía embestidas desiguales.
Volvió la conexión perfecta con la afición limeña. Simón desafió a los elementos con un final sin dejar un palmo de más con el complicado cuarto. Con las manoletinas finales, enloqueció al público. Esta vez pinchó en reiteradas ocasiones y perdió un trofeo.
El tercero también fue un gran toro. Castella aprovechó sus cualidades para atacar desde los cambiados por la espalda al comienzo de faena. Después, el francés realizó una faena de mucha quietud y templada. Remató de una buena estocada y cortó, también, dos orejas. Castella volvió a estar muy templado con el quinto. Empezó con estatuarios para continuar por el lado derecho con momentos importantes. Estuvo entregado el francés pero un pinchazo arriba antes de la estocada dejó todo en petición de oreja.
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