lunes, 23 de noviembre de 2015

Talavante da la cara y Silveti la entrega


Sexta corrida de la Temporada Grande en la Plaza de Toros de México


Alejandro Talavante lidia su primer toro durante la sexta corrida de la Temporada Grande en la Plaza de Toros México
Guillermo Leal

Lo más destacado de la actuación de Alejandro Talavante es que no hizo asco al trapío español de Jaral de Peñas en el ruedo de la Plaza México.
 
De los toreros hispanos que han actuado es el primero que decide anunciarse con una ganadería cuya procedencia es de encaste Domecq.
 
Y así enfrentó a dos toros muy serios, que desafortunadamente no transmitieron aunque tuvieron un buen fondo de calidad. Talavante que está muy cuajado ya y cada día más delgado, por cierto, tanto que los trajes le quedan flojos como a torero antiguo, tuvo detalles que no fueron suficientes para conseguir un triunfo esperado.
 
El extremeño, sin embargo, sige gozando del cariño del público y ahora que además decidió anunciarse con una corrida muy seria, eso se lo agradecieron más.
Es muy claro que el toro chico de España puede ser, por fenotipo, el toro grande de México y así todos contentos, pero en ocasiones parece que no lo quieren entender.

La sangre española de Jaral de Peñas ha sido combinada con la de origen mexicano, dando como resultado un toro prototipo como el que ayer le correspondió a Diego Silveti .
Bravo, emotivo, que embestía con la cabeza abajo y se empleaba a fondo en cada muletazo. Diego estuvo variado y muy valiente. A veces tanto que sufrió dos severos y dramáticos revolcones en los que milagrosamente se salvó de la cornada, pese a que en uno de ellos el toro le puso el pitón en el cuello y en el otro, en la espalda.

Una faena emotiva de Silveti quien se levantó, sin mirarse la ropa, a seguir toreado y tras un pinchazo, pasaportar al bravo animal que mereció los honores del arrastre lento.
Le concedieron una oreja y se alzó así como el triunfador de la corrida en la que la actitud de Arturo Saldívar fue notable durante sus dos intervenciones. Hubo momentos de arrebato, pero también de buen toreo que le redundaron en el reconocimiento popular. En su primero el puntillero levantó al animal y eso enfrió los ánimos para lo que pudo ser una oreja.

El domingo entrante regresa al Coso de Insurgentes Diego Urdiales , tras su entonada y aún comentada faena de la semana anterior, y también gracias a que José María Manzanares decidió atenderse con una intervención quirúrgica, una vieja dolencia. Esa operación estaba contemplada, pero después de cumplir sus compromisos aquí.
Esa ausencia del alicantino llevó a la empresa de la Plaza México a ofrecer a López Simón , de quien en México se sabe muy poco, la oportunidad de confirmar alternativa, sin embargo sus mentores quisieron cobrar lo que el maestro Julián López «El Juli», que aquí es considerado como una figura consolidada.

Finalmente la enfermedad de uno y la ambición de otro, le benefició a Diego Urdiales un torero que está aprovechando lo que otros dejan.

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