Un estoconazo de libro de Talavante en el último minuto del festejo fue lo mejor, junto a Ventura, de una corrida en la que la magia del pacense destacó en el cierre de Cañaveralejo
Seis toros de Juan Bernardo Caicedo componían la sexta y última corrida de toros de la Feria del Señor de los Cristales de Cali. En el cartel, se anunciaban el rejoneador Diego Ventura y, a pie, Luis Bolívar y Alejandro Talavante. La corrida comenzaba a las cuatro en punto de la tarde hora local.
"Soviético, de 526 kilos de peso y con el número 642 era el primero de la tarde, con el hierro de Juan Bernardo Caicedo. Aparentemente alegre iba de salida cuando Ventura le colocó con un caballo luso dos rejones de castigo, el segundo quizás excesivo porque no mostró ímpetu real en su galope.
Haciendo quiebros por dentro avivó a los tendidos, encelando en el inicio de su faena a un toro que perseguía su grupa. Lo templó y en cercanías llegó la explosión, parando el tiempo en sus embroques pasándose el caballo por los pitones. Con el toro parado dejó un pinchazo inicial, siéndole difícil la colocación del de muerte, dejando un rejonazo entero en segundo lugar.
Frente al segundo, y tras el recibo capotero de Luis Bolívar, breve fue Cayetano Romero en la suerte de varas, algo que gustó en el tendido, pues Bolívar lo dejó largo. Se adornó justo en el centro del ruedo por caleserinas Bolívar. Por culpa del viento no pudo conducir en firme la embestida del toro al natural en los primeros compases de la faena. Llegó la brisa y, en la segunda tanda también por naturales, debió ayudar la muleta con el estoque de madera. Le debió bajar la mano por derechazos para que el astado no le ganara la pelea en la tercera tanda. Tras meter la espada, el puntillero falló en reiteradas ocasiones.
Muy cerca se lo pasó Talavante al tercero de salida, a la verónica, quedándose el toro con el capote cuando Alejandro lo remataba con una serpentina. Sacó improvisación con la muleta en la mano derecha, pasándose el toro alrededor de su cintura dejando la figura muy delante, abriendo el compás y aguantando con la pierna delantera adelantada. Con su personalidad le aguantó al toro, debiendo rectificar en una ocasión su figura porque el toro era pasador sin clase, con la cara arriba y muy distraído a la salida del muletazo Le faltaba la fijeza necesaria para poder ligar y confiarse íntegramente, mientras el aire seguía incomodando. No logró, con la mano izquierda, templar al toro el pacense. A pies juntos remató su faena con la muleta en la derecha mientras sonaba el pasodoble "España Cañí”. Se pidió la oreja tras el espadazo pero finalmente escuchó ovación.
Con la garrocha recibió Ventura al cuarto, de nombre "Zorro” y con el hierro de Juan Bernardo Caicedo. Fue hilvanando faena ante un toro peor que su hermano abreplaza pero con el que Diego debió sacar raza e ímpetu. Con Morante mordió el morrillo del toro a los sones de "Que viva España” de los tendidos. Prendió las rosas para dejar tres en todo lo alto antes de prender un par de banderillas a dos manos arriba. A pesar de la peligrosidad del astado, le cortó la oreja.
El viento también hizo acto de presencia en el saludo a la verónica de Luis Bolívar en el quinto de la tarde. Éste quitó por chicuelinas mientras el astado hincaba los pitones en la arena en uno de los lances. En el centro del anillo brindó su faena muleteril a los presentes en el tendido. Le pudo al viento Luis Bolívar para proseguir por derechazos transmitiendo emoción ante un toro muy bien presentado de Caicedo.
Un ejemplar de Caicedo también salió en sexto lugar para cerrar la Feria del Señor de los Cristales. El Piña en la lidia y Juan José Trujillo palos en mano se gustaron en el tercio de banderillas, a pesar de que se paraba y luego daba el arreón. Mucha suavidad tenía por el pitón derecho el toro. De rodillas comenzó su faena Talavante levantando literalmente los tendidos de Cañaveralejo, dando un redondo, un molinete extraordinario, el de pecho y la ovación unánime para el pacense. La improvisación puso en pie a Cali. En la segunda tanda, por naturales, le enganchó la muleta a Alejandro porque cabeceaba, ofreciéndole distancia el torero entre muletazos. Por derechazos dio un bajón su faena, recuperando la emoción por naturales, de uno en uno, pero no terminando de cuajar porque la descomposición en el viaje del toro lo echaba abajo todo. Por manoletinas terminó su faena, con el astado quedándose corto, rematando con una arrucina torera. Muy de verdad Alejandro. Mucha solvencia. A espadas, dejó una extraordinaria estocada que hizo rodar al toro.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Cañaveralejo, Cali, Colombia. Sexta y última de la Feria del Señor de los Cristales. Corrida de toros mixta.
Seis toros de Juan Bernardo Caicedo.
Diego Ventura, palmas y oreja.
Luis Bolívar, palmas y palmas.
Alejandro Talavante, ovación y oreja.
1 comentario:
Simple comentario : TOreros de Mierda.
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