domingo, 13 de marzo de 2016

VALENCIA.- FERIA DE FALLAS Paco Ureña y Rafaelillo, verdad y raza con los adolfos

Ambos pasean un trofeo ante un encierro que no acabó de romper en el último tercio

APLAUSOS
La plaza de Valencia también registró un ambientazo en el festejo vespertino. Los ecos de la gran manifestación aún pesaban en el ambiente. Casi lleno en el coso de la calle Xàtiva en la tarde de los toros de Adolfo.

El primero no sirvió. Muy aplomado en el último tercio, Rafaelillo trató de sacar agua de un pozo seco. Bien el murciano con un toro que, eso sí, en los primeros tercios desarrolló una manejable condición que aprovechó Rafaelillo para brillar con el capote. El recibo capotero al cuarto fue sensacional. Rafaelillo, primero con una rodilla en tierra, después de pie y abrochando con la reunida media, encendió la plaza. Su picador Agustín Collado también levantó ovaciones en un gran tercio de varas. El inicio de faena, poderoso y por abajo, sirvió para domeñar las acometidas de un toro que embistió siempre muy humillado aunque con escaso recorrido. Muy torero Rafaelillo, especialmente en la parte final de su labor, que coronó de una estocada entera tras la que le fue concedida la oreja.

Manuel Escribano toreó francamente bien a la verónica al segundo de la función. Fue este un toro serio que embistió con dulzura en la muleta hasta que se paró, que fue demasiado pronto. Muy templado el de Gerena, que cerró por manoletinas se lastimó la mano al pinchar en la suerte suprema. Saludo una ovación. A portagayola se fue el sevillano a recibir al quinto, que era un tío. De nuevo el temple con el capote y la solvencia con los palos. La faena, condicionada por el escaso celo de su oponente, fue muy bien medida en los tiempos por Escribano, que sobre las dos manos construyó una obra en la que la firmeza fue la tónica predominante. Mató de media estocada que sirvió.

Paco Ureña le cortó al tercero una oreja ganada a ley. El torero de Lorca, sobre las bases de la pureza y la verdad, construyó una faena emocionante en la que fue cogido de manera dramática, por fortuna sin consecuencias. La plaza se entregó con Ureña, que pulseó la embestida del toro de Adolfo hasta compactar una obra de las que cuentan. Mató de una buena estocada y paseó el trofeo. La tablilla anunciaba que el sexto pesaría 609 kilos. Un tren. Ureña volvió a ponerse al natural como si tal cosa.

Largura en los muletazos, impecable la colocación y hondura en el trazo. Bien de verdad, por encima de un toro que no acabó de romper. La espada dejó sin premio y sin puerta grande su tarde de compromiso.

Valencia, domingo 13 de marzo de 2016. Tercera de la Feria de Fallas. Toros de Adolfo Martín. Rafaelillo, palmas y oreja tras aviso con petición de la segunda; Manuel Escribano, ovación y ovación con saludos tras petición; Paco Ureña, oreja y ovación de despedida. Entrada: Casi lleno.

Tras el paseíllo, los tres toreros saludaron una fuerte ovación del público puesto en pie, entre gritos de ¡libertad, libertad!

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