miércoles, 13 de abril de 2016

Escribano indulta a Cobradiezmos, de Victorino, en Sevilla

Ureña le cortó las orejas al gran Galapagueño que hizo tercero, fuertemente ovacionado en el arrastre

 Escribano indulta a Cobradiezmos, de Victorino Martín, en Sevilla
Víctor García-Rayo
Fotos: ARJONA
Manuel Escribano ha indultado al cuarto toro de Victorino Martín lidiado este miércoles en Sevilla. La Maestranza se vino abajo. Lío gordísimo a cargo del toro y del torero. "Cobradiezmos", número 37, de pelo cárdeno, de 562 kilos de peso y nacido en diciembre de 2011, fue un toro extraordinario durante su lidia. En todos los tercios, por supuesto: en el caballo, arrancándose de largo tras embestir magníficamente de salida con el capote, en las banderillas y en la muleta. Embistió humillando de forma sobresaliente, como los mejores toros de Victorino, muy entregado en todo momento. En todo lo que le hizo Escribano por ambos pitons -cambiándole incluso los terrenos- el toro respondió de forma sensacional, obedeciendo siempre a los toques, exhibiendo, además de casta, bravura, repetición y acometividad casi desbordante, un caudal de nobleza muy grande. Fiesta plena en Sevilla. Ganó Victorino, ganó Escribano, ganó el público, pero, sobre todo, ganó la Fiesta. El indulto se pidió de forma absolutamente mayoritaria. Victorino Martín hijo dio la vuelta al ruedo entera junto al torero, incorporándose a ella también el mayoral de la vacada extremeña.


Paco Ureña le cortó las dos orejas al excelente tercer toro de Victorino Martín. "Galapagueño", que así se llamaba el animal, embistió descolgado, siguiendo la muleta de verdad, con profundidad y nobleza, dejando además estar al torero. Peleó bien también en el caballo y dio juego en banderillas. Magnífico ejemplar, fuertemente ovacionado en el arrastre. Ureña le dio un manojo de muletazos de tremenda despaciosidad, especialmente sobre la mano derecha. Algún derechazo fue monumental por su temple y ejecución a cámara lenta. Esa forma de torear tan despaciosa, a una velocidad difícil de concebir, fue la principal virtud de la faena. Sin embargo, dio la sensación de que aún debió exprimir más el torero las numerosas virtudes del victorino. Se tiró a matar con hombría, algo clave también en la concesión del doble trofeo.

El sexto no terminó de pasar ni de entregarse. Animal de muy poco recorrido y reponedor. 
Voluntarioso anduvo Ureña, que sufrió un susto cuando fue empalado mientras toreaba sobre la diestra. Afortunadamente no pasó nada grave. Mató de un viaje al segundo intento y un golpe de descabello, siendo silenciado.

Escribano abrió plaza con un victorino de más de 600 kilos que fue de complejo comportamiento y no terminó de romper ni para bueno ni para malo. No sacó mucha fuerza el animal y eso dificultó la faena. El astado, que escarbó en exceso y resultó exigente, no dio facilidades y pesó en la muleta del de Gerena. Lanzó también varios pitonazos, arrancando en uno de ellos parte de la banda de la taleguilla. "Baratero" no terminó de entregarse y Escribano realizó un trasteo de largo metraje, digno pero sin brillo. Mató al tercer intento, dejando una estocada tendida. Silencio tras aviso.

No se acopló Morenito de Aranda con el segundo, un toro ovacionado en el arrastre al que comprendió mejor el torero en los compases finales de su faena. El trasteo fue largo, con el animal pidiendo su sitio y su distancia, pero el burgalés no supo dar con la fórmula hasta las postrimerías de la faena. Mató de una estocada tras pinchazo y fue silenciado. Antes, en el tercio de varas, destacó Francisco José Quinta, que exhibió habilidad en la monta y gallardía haciendo la suerte y picando arriba.

El quinto fue otra cosa. Revolviéndose, embistiendo con las manos por delante, con las dificultades del toro duro de la casa de Victorino. Morenito de Aranda dio la cara siempre. Se fue a la puerta de chiqueros, cuajó un vibrante recibo a la verónica, se sobrepuso a una voltereta… pero la faena no levantó el vuelo. No pudo el torero burgalés sumarse a la grandeza de la tarde.

Sevilla, miércoles 13 de abril de 2016. Undécima de la Feria de Abril. Toros de Victorino Martín, bien pero desigualmente presentados y de variado juego. Importante el 3º y extraordinario el 4º, "Cobradiezmos", número 37, de pelo cárdeno, de 562 kilos de peso y nacido en diciembre de 2011, que fue indultado tras la unánime petición del público. Interesante el 2º, duro el 5º y más deslucidos 1º y, sobre todo, el 6º. Manuel Escribano, silencio tras aviso y dos orejas simbólicas tras indulto; Morenito de Aranda, silencio tras aviso y silencio; y Paco Ureña, dos orejas y silencio. Entrada: Algo más de tres cuartos. Escribano y Ureña salieron a hombros por la puerta principal.

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