martes, 10 de mayo de 2016

«Cobradiezmos», el «Maradona» del campo bravo


Tras el histórico indulto, Victorino reivindica la Fiesta de los toros como «patrimonio del pueblo español»


«Cobradiezmos» - @victorinotoros
 
ROSARIO PÉREZ - CharoABCTorosPortezuelo (Cáceres)

Como el general de la camada, bajo una vieja encina y sobre una alfombra de hierba fresca, «Cobradiezmos» descansa heroico tras su brava lucha. Sus hermanos lo observan con respeto y las vacas de los cercados linderos lo han recibido con mugidos de celo. El toro que «hoyó» un hito en la pasada Feria de Abril, con un indulto histórico, pace en «Las Tiesas de Santa María», la mítica finca de Victorino Martín. Una explosión de naturaleza y aire puro da la bienvenida al más ecológico de los paraísos, el de la lidia y la bravura. La lluvia ha poblado de charcos los caminos, la tierra esponjosa ilumina de vida cada sendero. Así es la tierra que cautivó a Unamuno, la tierra ignorada para muchos que no conocen Extremadura más allá de las ventanillas de un tren, con «valles que superan a los más celebrados del litoral cantábrico».
«Cobradiezmos», bajo una encina
«Cobradiezmos», bajo una encina- Belén Díaz
Cada paisaje hasta llegar a Portezuelo es un cuadro, pero la verdadera pintura se esconde en «Las Tiesas». «Cobradiezmos», el toro del «¡Hola!», el más famoso de los últimos años, ha revolucionado la ganadería y acaparado todos los flashes. Periódicos y televisiones, peñas y curiosos, quieren inmortalizar la imagen del victorino que tanto ha impresionado. El mayoral, Félix, no lo pierde de vista y lo cuida con esmero. Victorino Martín García, ganadero y veterinario, se encarga personalmente de la curas. La recuperación ha sido buena y «Cobradiezmos» disfruta ya con las vacas. «Va a ser un gran semental. Estoy loco por juntarlo con una vaca que ha salido extraordinaria», dice el criador mientras observamos a escasos dos metros la expresión de nobleza del ejemplar.

-¿Qué porcentaje de aciertos hay?

-A corto plazo te vuelves loco. La ganadería es una bolsa de bravura. Vas metiendo y metiendo y no siempre sale lo que esperas.

-¿Cómo se logra el equilibrio entre lo que buscan el ganadero, el torero y el público?

-Ese es «Cobradiezmos», un toro completo para todo el mundo, aunque sea inevitable que se le pongan pegas, como que escarbó. Machado decía que, después de una gran faena y de una gran ovación, siempre se escuchaba un pito que silbaba a los que habían aplaudido.

-La vida misma…

-Exacto, el toreo es un reflejo de la vida. Y los españoles somos así. Cuando todo va perfecto, siempre hay uno que dice que no.
Algunos de los toros previstos para este San Isidro
Algunos de los toros previstos para este San Isidro- Belén Díaz
-¿Sevilla les ha ido mejor que Madrid en los últimos tiempos?

-Sí, quizá por el tipo de toro. «Cobradiezmos», en la línea de «Baratero», no habría pasado en Madrid en la época actual. La realidad es que, según va subiendo el toro, es más difícil que embista. El secreto del toro indultado son sus hechuras. Es bajito y muy ancho, con mucha potencia. «Cobradiezmos» es Maradona.

-¿Cómo vio a Manuel Escribano?

-Muy bien, con mucho mérito. Para matar ese toro, primero, hay que anunciarse con la de Victorino. El cincuenta por ciento llega con psicosis al patio de cuadrillas, el primer toro quita parte del aire y después hay que matar al segundo, que con esa forma de embestir desborda a medio toreo. Hay que tener técnica y una condición física buena.

-¿Relaja empezar el año con esta cumbre o genera más presión?

-Da mucha alegría, pero ahora la gente querrá ver dos o tres «Cobradiezmos» más. Competimos con nuestra historia.
Victorino, con los toros de Madrid al fondo
Victorino, con los toros de Madrid al fondo- B. Díaz
-¿Puede salir un toro mejor?

-Sí, podemos conseguirlo, pero el reto no es que salga uno, sino los seis.

-¿El triunfo de Victorino es el de la Fiesta?

-Supone un revulsivo para la Tauromaquia, una forma de reivindicar lo que somos: la mayor manifestación de cultura popular del país.

Cuenta Victorino hijo que el primer nombre en el que pensó cuando asomaba el pañuelo naranja fue en el de Victorino Martín Andrés. «Mi padre nos ha marcado el camino con un legado importantísimo por el que lucharé siempre. Las generaciones siguientes jamás tendremos las suficientes palabras para agradecerle lo que ha hecho».

La gran figura ganadera celebra precisamente este año medio siglo con su hierro. «La ganadería estaba dividida en tres lotes distintos en manos de tres hermanos -cuenta Victorino júnior-. Mi padre compra el primer lote en 1960 y lo lidia en el 61 como Escudero Calvo; en el 62 compra el segundo y en Navidades del 65 compra el tercer lote y adquiere los derechos completos. Un año después, en 1966, empezó a lidiar a su nombre». Y señala emocionado: «Apostó por un tipo de Fiesta y de toro. Nos sentimos muy orgullosos de su obra y pelearemos por continuarla».

-Algunos cargos públicos, más que mostrar su afición con orgullo, se esconden detrás de la mata…
-Hay que dejarse de complejos y salir del armario, sin dejarse llevar por la corriente de sus partidos. Tienen que decir lo que de verdad piensan y mojarse.

-¿Qué pasa con el mito de las subvenciones?

-No es subvención, es inversión. Son inversiones en fiestas, y las fiestas giran en torno al toro. Lo que hace un ayuntamiento es invertir en el toreo. ¿Alguien dice que se subvencionan los fuegos artificiales o a los músicos? No, los contratan, como contratan los servicios taurinos. Por cada euro que se invierte en los toros, ¿cuánto repercute en una ciudad? En Plasencia, los hoteleros hacían una comisión de fiestas taurinas para subir el consumo en bares y restaurantes. La ciudad de Santander también se relanzó en gran parte gracias a los toros. Es inversión, no subvención. Sin olvidar los impuestos o el canon que se paga a la Administración pública en plazas como Madrid, Valencia o Zaragoza.

-¿Cómo ve la situación política?

-Mal, no solo para el toro, sino para todo. Han querido politizar los toros y decir que son de derechas, cuando nunca han tenido color político. Son parte del patrimonio del pueblo español. Además, los grandes hombres de izquierdas han sido grandes defensores del toreo, como Picasso, Tierno Galván, García Lorca, Miguel Hernández, etcétera. Para eso Francia nos da mil vueltas. Luego está lo del Constitucional: que tarde en dictaminar un caso así más de cinco años no lo entiende nadie. Eso está haciendo mucho daño.

-¿La culpa es de los partidos o también del propio planeta del toro?

-Llevamos mucho tiempo sin hacer nada, pensando en el interés individual. Que no haya habido un organismo que nos represente es una aberración. Ojalá la Fundación del Toro sea capaz de hacer los que nos falta. Por ejemplo, en TVE dejaron de dar corridas y en los telediarios no se da cobertura ni a las ferias de primera. Lo que no sale en televisión no existe. Pones a alguna figura de los últimos años en la Puerta del Sol o alguno de los emergentes y no se les conoce. Los toros están de espaldas a los medios generalistas. ¡Y somos el segundo espectáculo de masas!

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