lunes, 16 de mayo de 2016

La sorpresa de Luis David Adame; la hombría de Juan de Castilla

MADRID: Filiberto y Adame, heridos en la undécima del abono

Una grata sorpresa, lo bien que suena el toreo que concibe Luis David Adame. 

 

Grata sorpresa el sentido del toreo de Luis David Adame (Juan Pelegrín/Las Ventas)
La cruz, el percance complicado en una mano de Filiberto y la cornada grave de Adame, que encerró en la Enfermería al Dr. García Padrós durante toda la tarde. Un mérito que hay que reconocer sin rodeos, la hombría y la decisión de Juan de Castilla, para despachar el sólo cuatro novillos que no repartían precisamente simpatías y además dejar fases importante en su hacer. La novillada de El Montecillo, de la Casa de Francisco Medina, con muchas complicaciones, dura y carente de bravura; pura agresiva brusquedad. Y una sorpresa, a lo mejor inducida por la fiesta de San Isidro: mas de 19.000 personas en los tendidos.
 
Taurologia.com   

MADRID. Undécima del abono de  San Isidro.

Tres cuartos de entrada.  Novillos de El Montecillo, de buena presentación pero diversos en sus tipo, mansos y con dificultades; el de mejor juego, el 3º. Filiberto (de salmón y oro), palmas tras un aviso  en el único que mató. Juan de Castilla (de blanco y oro), que tuvo que lidiar cuatro,  ovación, silencio, vuelta al ruedo tras aviso y una  oreja. Luis David Adame (de azul celeste y oro), que se presentaba en Madrid, una oreja en el único que mató. 

Al término del paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de José Gómez Ortega "Gallito", en el 96º aniversario de su mortal cogida en Talavera de la Reina.
PARTE FACULTATIVO DE FILIBERTO:  "Herida en el dorso de la mano izquierda con sección completa del aparato extensor del segundo dedo y sección del extensor común del tercer dedo, de pronóstico menos grave".

PARTE FACULTATIVO DE LUIS DAVID ADAME: “Herida por asta de toro en la cara anterior de la pierna izquierda, de 30 centímetros, que produce destrozos en el músculo tibial anterior, alcanzando el borde anterior de la meseta tibial externa y otra herida, de 25 centímetros, en la cara externa del nervio ciático poplíteo externo. Pronóstico grave”. 

Tarde de complicaciones para toreros y cirujanos. A la muerte del 3º en el ruedo tan sólo quedaba el colombiano Juan de Castilla, mientras sus compañeros estaban siendo intervenidos en la Enfermería. Uno por un accidente: cortarse de fea manera en una mano con la espada; el otro, por una cornada fuerte en la pierna izquierda. Como es habitual, el Dr. García Padrós resolvió muy bien su tarea; el novillero dejó un grato recuerdo, después del gran esfuerzo que realizó.

La novillada que trajo Francisco Medina tuvo presentación, aunque fuera muy diversa en sus hechuras. En lo que todos se igualaron fue en mansedumbre y complicaciones; o por decirlo directamente, en dureza. El único que tuvo un cierto recorrido y claridad fue el 3º, aunque también tenía sus teclas que tocar. Un conjunto, en el fondo, para despistar a más de uno, como confunda la violencia y la brusquedad con la casta y la bravura, que son cosas bien diferentes. Este lunes hubo de lo primero, no de lo segundo.  En resumen, ahora que tanto se habla de las reválidas escolares, lo de esta tarde resultaba ser para los novilleros como el antiquísimo “Examen de Estado”, al concluir el 7º de Bachillerato. No era ciertamente un juego de niños.

Abría terna el murciano Filiberto, que quedó prácticamente inédito ante el que abría plaza, sin humillación alguna y tomando los engaños a trompicones. Pero lo pasó mal con la espada, en cuyo uso se produjo el corte en la mano izquierda, una herida con las complicaciones de afectar a los tendones de dos dedos, que no le permitió continuar en el ruedo. 

Llegó con gran facilidad al público el debutante mexicano Luís David Adame, el pequeño de la saga, con un oficio bien aprendido, como ya apuntó en su quite por gaoneras al 2º. Presentó su carta de intenciones al irse a la puerta de toriles y después siguió con un preciso galleo en la suerte de la mariposa y un apretado quite con cuatro chicuelinas. Con la franela anda muy suelto, además de asentado. Por eso dejó unas primeras series templadas y haciendo ir al novillo más allá de donde quería ir.  La primera vez que el de El Montecillo vio hueco libre, sobrevino el derrote seco que traspasó la pierna izquierda. Pese a todo, siguió allí, hasta rematar la faena con eficacia. Una oreja importante, que paseó pausadamente antes de entrar en las dependencias de la Enfermería. Magnifica la imagen que ha dejado el pequeño de los Adame. Tanto que la preocupación de los aficionados a la salida se centraba en averiguar si podría estar o no en Las Ventas el próximo lunes.

Importante tarde de Juan de Castilla
Con estos antecedentes, Juan de Castilla --15 novilladas es todo su historial-- se encontró con cuatro novillos, y de qué clase, para él solo. Lo importante: ni se afligió, ni se vino abajo, sino que dio la cara en todo momento. No menos importante: manejó con acierto la espada en las cuatro ocasiones.  Luego, además, sacó a pasear las agallas de un torero para extraer lo poco bueno que tenían sus enemigos, aunque fuera escaso. 

Y así, en su primero --siempre con la cara por las nubes-- nos regaló un par de series con la mano izquierda con su punto de valía. Poco había que pedirle con el tardo y de escaso recorrido que hizo 4º, que pronto se aferró al piso. Muy resuelto estuvo frente al 5º, con la cara suelta y acometiendo a arreones; supo entender las distancias en las que tenia que citar para aprovechar la inercia del viaje, gracias a lo cual tuvo pasajes muy logrados, tan así que fue el público el que le obligó a dar la vuelta al ruedo. Y salió a por todas con el mansísimo que cerraba la jornada, aunque tuviera que irse a las mismas tablas para enjaretar los muletazos con encomiable decisión. La faena tuvo méritos para que se le concediera la oreja; pero si quedara alguna duda, todo el esfuerzo que realizó en el ruedo ya era merecedor de ese premio.

No hay comentarios: