sábado, 4 de junio de 2016

40 AÑOS DE LA OREJA DE “LUIS DE ARAGUA” EN LA FERIA DE SAN ISIDRO

5 DE JUNIO DE 1976


“Luís de Aragua” con la oreja cortada en la Feria de San Isidro
Jesús Ramírez “El Tato”
A propósito de la mundialmente famosa Feria de San Isidro en Madrid, vale recordar que Luís Guín Martínez “Luis de Aragua”, cortó hace cuarenta años, justo el sábado 5 de junio de 1.976, la última oreja que haya recibido un novillero venezolano en el ferial madrileño en novillada con picadores alternando con Salvador Farelo y Antonio Rubio “Macandro” con astados de Diego Romero.

Esa tarde, registrada en la historia para el toreo venezolano, manchada también con sangre torera, marcó un  hito y llenó de ilusión a la afición, en una época donde el apellido Girón era símbolo de guerra y tenía peso específico en el firmamento taurino. 

Fue paseado a hombros por el ruedo antes de ser conducido a la enfermería tras la cornada recibida en su segundo oponente.

En barrera junto a un grupo de venezolanos, Maribel y Juan Ernesto Branger, quienes depositaron toda su confianza y fe en el espada criollo que tras rutilante temporada tomo la alternativa un año después en la plaza de Granada.

Aquella tarde de San Isidro que hoy recordamos, la crítica española se volcó en elogios proclamando al criollo distinto a todos sus paisanos. El semanario MARCA señaló: “Luis de Aragua constituye un verdadero descubrimiento en el mundo taurino.”  El crítico del Diario Arriba señalo lo siguiente: “El valor, sitio, el aguante y las fáciles y artísticas maneras del venezolano “Luís de Aragua”, lo más destacado del ferial isidril de este año”. Por su parte Vicente Zavala de ABC escribió: “El venezolano atornilla las zapatillas en la arena y tiene la grande y rara virtud de no retirar la muleta de la cara del toro, para lograr así la perfecta y cadenciosa ligazón de los pases siguientes”.

No era tarea fácil para un novillero venezolano llegar a Madrid en plena feria de San Isidro, y ligar dos faenas que eran de más orejas y puerta grande, si no hubiese resultado herido en la axila derecha en el otro astado cuando se tiró a matar en busca del consagratorio triunfo.

Ese año 1.976 “Luís de Aragua” culminó la temporada con 33 novilladas picadas y aparte del triunfo de Madrid sonó fuerte en Bilbao y Valencia, entre otras plazas de importancia.  El moreno diestro intervino en nuestro país en todas las ferias y corridas importantes tras el doctorado en Granda el 11 de septiembre de 1.977 de manos de Curro Girón con el testimonio de Manuel Ruíz “Manili” y “Parrita”, corrida que la empresa tuvo que llevar a ocho toros por la presencia de los dos venezolanos en el cartel.

Pero “Luis de Aragua” no se atrincheró en triunfos o recuerdos, sino que con gran afición y sentido gremialista, se convirtió en extraordinario dirigente del gremio de los toreros, logrando en su gestión la realización de novilladas en todas las ferias, así como la corrida nacionalista que brindó oportunidades a muchos toreros del patio relegados por las empresas.  Además con apoyo oficial logró innumerables oportunidades a los nuevos valores con las temporadas de maletillas y las temporadas de novilladas en la maestranza aragüeña y en la plaza del Country Club.  Fueron 17 novilladas en todo el territorio aragüeño, hasta en las zonas costeras de Choroní y Ocumare, que fueron la base para el surgimiento de nuevos valores, entre ellos Edgar Antonio que dio sus primeros pininos allí. 

Tampoco hay que olvidar el gran trabajo de “Luís de Aragua” en el proyecto de Ley Taurina Nacional con incontables reuniones de trabajo en Caracas y otras regiones hasta lograr la aprobación en primera discusión en la Asamblea Nacional.

Hechos para la historia que destacamos hoy de un venezolano integral, profesional del toreo con gran vocación gremialista y que pudo sentir los ecos del triunfo en la primera plaza del mundo.

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