domingo, 12 de junio de 2016

Cinco mil festejos taurinos se celebran cada año en España


Castilla y León lidera la tabla con casi 2.300 espectáculos, la mayoría, populares  

Encierros de Cuéllar - Efe
 
EpMadrid

Cerca de 5.000 festejos taurinos se celebran cada año en España y la mayoría de ellos tendrán lugar durante los meses estivales, según datos oficiales recopilados por Europa Press en el conjunto del país.

Así,Castilla y León lidera el ranking, con casi 2.300 espectáculos (2.299), de los que más de 700 se celebran en Valladolid; otros 500 (497) en Salamanca; 347 en Segovia y 226 en Ávila. Por tipologías, los encierros urbanos (739) y las sueltas de vaquillas (694) son los más numerosos, seguidos por encierros mixtos (136), encierros por el campo (96) y las capeas o probadillas (152).

Otra de las modalidades son los concursos de cortes, de los que se celebran un total de 67 en toda la comunidad autónoma, casi los mismos que corridas de toros (64). También se desarrollan un centenar de novilladas (93), así como 60 corridas de rejones y 40 becerradas.
Precisamente la celebración del festejo taurino tradicional el torneo del Toro de la Vega, que cada septiembre tiene lugar en Tordesillas (Valladolid), ha sido uno de los que más críticas ha suscitado.

Después de años de manifestaciones y protestas, recientemente, el pasado 19 de mayo la Junta de Castilla y León dictó un decreto ley, convalidado esta misma semana por las Cortes castellanoleonesas, en el que se prohíbe brindar muerte a todos los morlacos en los espectáculos taurinos de toda la Comunidad, lo cual afecta principalmente al toro de Tordesillas.

En esta comunidad autónoma se celebran también el Toro Enmaromado en Benavente (Zamora), a finales de mayo; y el Toro de Júbilo, en Medinaceli (Soria), festejos que también cuentan con legiones de defensores y detractores.

Por su parte, Andalucía también presenta una alta actividad taurina, con casi 700 festejos taurinos, de los que 220 se celebran en Jaén y 110 en Granada y 61 en Córdoba. De todos ellos, más de la mitad son festejos populares (395). A estos les siguen las corridas de toros (80) y las novilladas con y sin picadores (86). Las corridas de rejones suma casi otros 80, entre las que son de toros (13) y de novillos (10).

Por otro lado, también están autorizadas 17 becerradas, una decena de ellas en Málaga y un total de 31 festivales taurinos, así como cincuentena espectáculos mixtos; 14 de recortadores y tres espectáculos de toreo cómico.

Entre los polémicos figuran el festejo tradicional del toro de cuerda de Carcabuey, a finales de agosto o principios de septiembre y que es parecido al enmaromado zamorano.

Mientras, en Aragón se celebran más de 1.000 espectáculos taurinos muy arraigados, la mayoría también en verano. Si bien, en la capital, Zaragoza, gobernada por Zaragoza en Común aprobó un acuerdo por el que declara que la ciudad no organizará, colaborará o financiará festejos con reses que supongan maltrato animal, entre los que cita al toro ensogado y el toro embolado.

El acuerdo manifestaba también que no se autorizará la utilización u ocupación del dominio público o del patrimonio municipal en caso de que se organicen festejos, como se hace en algunos barrios rurales de Zaragoza.

Precisamente, en San Juan de Mozarrifar, que pertenece al municipio de Zaragoza, el pasado mes de marzo no se pudo celebrar el toro ensogado.

Sin embargo, el equipo municipal no se refiere en su nueva normativa a eventos como encierros tradicionales de reses bravas, suelta de reses o toreo de vaquillas, que sí están contemplados en el reglamentos taurinos populares de Aragón, que datan de 2001.

Las estadísticas apuntan que desde, que se recogen datos en 1999, no han bajado de los mil espectáculos, excepto en 2012, cuando hubo 997. Así, en 1999 el Gobierno de Aragón autorizó 1.242 festejos, mientras que los últimos datos, de 2014, se autorizaron 1.049.

En cuanto a las corridas, entre 1999 y 2008 siembre hubo más de un centenar mientras en 2015, con datos hasta noviembre, se celebraron la mitad.

La comunidad reconoce como festejos taurinos populares los que cuentan con una "arraigada tradición histórica", incluso se mencionan en los fueros, que citan al toro de soga, el ensogado, el toro embolado, el toro de fuego, los encierros y, sobre todo, la suelta de vaquillas.

"Se trata de festejos que, junto a la diversión que propician, presentan aspectos de interés sociocultural por responder a tradiciones largamente mantenidas", afirma el Reglamento.
En cuanto a la Comunidad Valenciana, se organizan festejos taurinos en 292 municipios de los 562 existentes, es decir, en algo más de la mitad de los pueblos.

Una de las modalidades más tradicionales es el Bous al Carrer que según el reglamento aprobado por la Comunidad el pasado mes de marzo, "son una de las señas de identidad del pueblo valenciano. Su arraigo, orígenes históricos, difusión y variedad en cuanto a sus modalidades, hacen de esta fiesta una de las más representativas en cuanto a su implantación, aceptación popular y consideración".

Esta comunidad también tiene reconocidas otras modalidades como los toros cerriles, los toros ensogados, encierros, toros embolados, concursos de cortes y el bou a la mar, que tiene lugar en Denia. Precisamente el toro al mar es el más controvertido.

En total, hay festejos en aproximadamente el 55 por ciento de los municipios. De estos bous al carrer hay autorizados 128 en Castellón; 119 en Valencia y 36 en Alicante.

Por su parte, en Cantabria con motivo de las fiestas patronales en Ampuero a principios de septiembre se organizan encierros que suelen ser los más polémicos de la comunidad.

También en Bárcena de Pie de Concha hay encierros a finales de agosto y en Camargo, en el mes de julio se celebran encierros de vaquillas. Respecto a las ferias taurinas más representativas son la Feria de Santander, durante la segunda quincena de julio y la de Santoña, en septiembre.

La normativa cántabra aprobada en 2004 prohíbe aquellos espectáculos taurinos populares que impliquen maltrato a las reses y regula los encierros tradicionales de reses bravas, suelta de vaquillas y exhibición y concurso de cortes.

En esta comunidad se entiende por espectáculos taurinos populares aquellos en los que se usan reses de lidia para el ocio y recreo de los ciudadanos, y en los que la muerte de las reses no se produce en presencia de público.

En el archipiélago balear, sobre todo se celebran 'correbou', una fiesta tradicional del pueblo de Fornalutx y corridas de toros. Precisamente, en 2016 se están adelantando las fechas previstas de los festejos porque se está tramitando una ley que quiere prohibir la tauromaquia a nivel autonómico y que podría estar lista en las fechas estivales.

En la actualidad, 33 municipios, incluido Palma de Mallorca se han declarado "antitaurinos" y tanto el Consell de Mallorca, como el Ayuntamiento de Palma se han declarado instituciones auntitaurinas.

En abril, el parlamento regional aprobó una iniciativa que supone el primer paso para prohibir las corridas de toros y otras fiestas con animales como el 'correbou' de Fornalutx en la Comunidad autónoma de Baleares.

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