domingo, 10 de julio de 2016

Dávila Miura: «Soy el último matador que cortó dos orejas al toro de la merienda en San Fermín»

El sevillano reaparece el 14 de julio en Pamplona para lidiar la corrida de su familia

Eduardo Dávila Miura, en Pamplona

ABEduardo Dávila Miura, en Pamplona - Efe
ABC.ESMadrid

El diestro Eduardo Dávila Miura, que el próximo 14 de julio reaparecerá en Pamplona por las bodas de oro de la ganadería de Miura en esta plaza, ha manifestado su intención de «hacer algo especial» con motivo de 175 aniversario de esta divisa en manos de su familia el próximo año, en 2017.
Dávila, quien volvió a enfundarse el traje de luces el año pasado para conmemorar los 75 años de Miura en Sevilla, ha expresado su intención de celebrarlo también el que viene si se viera preparado y, aunque ha descartado hacer una temporada convencional, no ha desechado «gestos puntuales», siempre vinculados a su casa.
En este sentido, ha señalado que anunciarse en la Feria del Toro de Pamplona ha tenido un camino «distinto» a cuando lo hizo en La Maestranza sevillana, porque lo ha mantenido «en secreto» hasta que pasaran la Feria de Abril y San Isidro, ya que, según ha considerado, «lanzar esa noticia no era apropiado».
«En el fondo creo que todavía tengo cuerda para cuajar un toro a gusto y en Sevilla se me quedaron quince o veinte muletazos por pegar a un toro y creo que estoy capacitado para hacerlo», se ha sincerado el matador, quien está anunciado junto a Rafael Rubio, Rafaelillo, y un sustituto de Manuel Escribano, convaleciente de una gravísima cornada en Alicante.
Ha comentado que, tras su gesto de Sevilla -«una de las tardes más importantes de mi vida como torero»-, podía haberse «plantado», pero se convenció de que podría afrontar el reto de Pamplona, porque se siente «capacitado para ello» y se considera «mejor torero que antes» y disfruta del toreo «más que antes».
Ha destacado la satisfacción que le ha supuesto retomar la vida de torero para preparar este compromiso pamplonica, ya que «el vínculo seguía siendo muy fuerte», «las cosas se valoran cuando no se tienen» y para él, «la preparación, el campo, el miedo» es lo que más le llena.
«El trago es duro, la corrida será seria, y los que me tengan que tocar que me toquen», ha señalado Dávila, quien ha agregado que "la vida sólo se vive una vez".
Eduardo Dávila ha recordado que fue el último matador «que le ha cortado dos orejas a un cuarto toro en Pamplona, al de la merienda», en 2004, algo que sólo había hecho hace 25 años Santiago Martín, el Viti, «y hasta hoy no lo ha vuelto a hacer nadie».

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