domingo, 24 de julio de 2016

Elegancia y huracán: Manzanares y Roca Rey

El Juli cortó una oreja y se le escapó la otra con el espada en el cuarto; corrida dispar pero manejable en líneas generales que permitió el triunfo de alicantino y peruano

Elegancia y huracán: Manzanares y Roca Rey
EMILIO TRIGO

El Juli, José María Manzanares y Andrés Roca Rey cerraban con otro llenazo esta tarde la Feria de Santa Ana de Roquetas de Mar, en la que un encierro de Montalvo estaba reseñado para la ocasión. De nuevo un ambientazo en los tendidos vibraba en el paseíllo.
  
El primero de la tarde proporcionó un largo y bello saludo de Julián. La verónica surgió con esplendor y mano baja. Tenía chispa el toro aunque algo reservón. A este se le picó lo justo y lo agradeció en el último tercio. El toro marcó a rajarse durante la lidia pero sin embargo se mantuvo sin amagar más en la muleta. Juli comenzó su faena imponiendo su ley. Muleteó con fiel personalidad e imprimiendo gusto pero cuando todo iba hacia arriba el Montalvo dijo basta. Justo a mitad de faena se puso remiso y empezó a tirar para tablas. Lo demás, fue robarle algunos con la capacidad que atesora El Juli. Estocada arriba. Oreja.


Salió dormido el segundo, andarín. Toro con presencia de grandes pechos. El saludo fue un tanteo puesto que no termino de pasar del capote. Derribó en el caballo en una pelea de mentira, puesto que durante la lidia manseó. José Mari comenzó con bellas trincherillas ganando terreno. Precioso pasaje inicial donde fluyó la elegancia de Alicante. Manzanares poco a poco lo fue sobando por el pitón derecho por el izquierdo protestaba siempre. Aun así, el toro marcó que todo lo quería por abajo. Josemari fue creando su obra con pulcra suavidad y compostura, dejando la muleta puesta para engarzar las series ligadas. Todo iba bien, pero similar a lo que hizo el primero, se rajó. Antes le soltó algún natural aislado con mucho temple, dormido el trapo, de esos que llegan al alma y te dejan encogido. Pinchazo, estocada en todo lo alto. Oreja al toreo de calidad.


Andrés recibió al sexto -corrió turno- al ser devuelto el tercero por descoordinado con un variado saludo, verónicas, chicuelinas y larga cordobesa de remate. No pasó nada relevante en la lidia con el astado embistiendo sin clase "pallá y pacá" salvo el quite con adormilados afarolados y cambiado a la espalda. Tremendo Roca. Pero nada comparable al soberbio inicio de faena. Los cambiados por la espalda, pases de las flores engarzado con el cambio de mano inverso fue algo explosivo, titánico. 

Roca Rey realizó una faena de tanta capacidad que resultó inverosímil hasta para el propio aficionado. Ni viéndola puedes creer tal cosa. Majestuoso por poderío y testiculina. Aquí mando yo y estos son mis argumentos. Así se puede resumir lo realizado por Andrés ante un toro rajado que pareció no serlo nunca. Le formó tal lío que la sucesión muletazos fue continúa por todo lados. Un huracán, vestido de torero que arrasó con todo. Ligó todo lo que quiso y más y jugó al toro con un tío delante. Por si fuera poco, se hincó de rodillas al final de faena con el toro dentro del tercio y se permitió el lujo de pasárselo una y otra vez cambiando de mano la franela. Él espadazo de libro y mando. Dos y rabo en todo el planeta.


El cuarto salió derrengado de los cuartos traseros pero nadie dijo ni mú. Embestida cansina al que cuidó Julián desde el principio, capote incluido. Toro muy mermado de fuerzas al que no se le podía apretar nada, y aun así, se derrumbaba a lo más mínimo. Tenía buena condición pero nada de poder, Juli fácil lo muleteó con suavidad por ambos pitones pero aquello careció de emoción. Al final hubo algo más de fibra metido en cercanías. Pinchó dos pinchazos y descabello. Ovación con saludos.


Montalvo derribó a Barroso y a punto estuvo de hacerlo por dos veces. Empujó con bravura y metió riñones. Sin embargo, llegó al último tercio probón y demasiado mirón. Josemari lo sacó a los medios y allí le cogió la diestra en un par de tandas elegantes y templadas. Al natural, faltó ritmo, repetir de verdad el toro que le costaba mucho acudir al embroque. Manzanares sutil en toques y manejo de la muleta lo embarcaba y le ganaba pasos para ganarle el siguiente puesto que se quedaba muy cortito. Le apretó el alicantino con la derecha de mitad de labor hacia delante y le exprimió lo que le quedaba. Faena con su particular prestancia y sello. Pinchazo y casi entera ante un animal al que le faltó transmisión. Oreja.


Él sobrero salió frenándose en el capote del peruano y yéndose como un rayo al caballo que acababa de salir al ruedo. Manseó en varas, huidizo al sentir la puya. Toro remiso en la lidia y deslucido. A pies juntos, anclado a tablas inició su labor. Lo pasó por arriba y después un ramillete de trincherillas. Andrés más clásico esta vez le ofreció la muleta por ambos pitones pero el toro quería cogerla con las manos. Media embestida deslucida y desclasada. Roca firme como su apellido con solvencia y capacidad. Al final otra vez el huracán Rey con varios invertidos por la espalda y un parón de órdagos. Valor para parar trenes volvió a demostrar el peruano ante el cierraplaza. Lo reventó con la espada. Gritos de torero, torero y delirio en los tendidos. Dos orejas.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Roquetas de Mar. Tercera de Feria. Corrida de toros.

Seis toros de Montalvo.

Julián López "El Juli”, oreja y ovación. 

José María Manzanares, oreja y oreja. 

Andrés Roca Rey, dos orejas y rabo y dos orejas.

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