jueves, 21 de julio de 2016

La gran capacidad torera de Luis David Adame

El novillero mexicano corta una oreja en la apertura de la Feria de Julio de Valencia
Luis David Adame, en un pase cambiado por la espalda con su primer novillo
ANDRÉS AMORÓSValencia

Aunque hoy sorprenda, la Feria de Julio, la de San Jaime, era la más importante de Valencia, mucho más que la de Fallas. Los tiempos han cambiado: muchos tienen un apartamento en una playa cercana o en el campo y un coche, huyen del calor. Simón Casas y Nacho Lloret tienen el reto de mantener esta Feria, tan querida; este año, sólo cuatro festejos: una novillada y tres corridas. Los carteles son buenos, con alguna concesión local y varias ausencias.
Comienza la Feria con una novillada internacional: un valenciano, un mexicano y un francés. Los novillos de Santiago Domecq,manejables pero flojos. Luis David Adame pierde la puerta grande por la espada pero deja excelente impresión.
El valenciano Cristian Climent sigue el estilo de El Soro.. En el primero, noble pero flojo, banderillea desigual y logra muletazos reposados, aprovechando la bondad del novillo, pero transmite poco y pincha. En el cuarto, que brinda a Arévalo, muestra su voluntad en largas de rodillas, un par al quiebro, al violín, y muletazos de hinojos. Alarga la faena, sin brillo, y falla con el descabello.
El mexicano Luis David Adame causó sensación en San Isidro y San Fermín. Sorprende su juvenil madurez. Tomará la alternativa en septiembre, en Nimes. Recibe al segundo con larga de rodillas y buenos lances pero el novillo se pega dos costaladas. Banderillea fácil. Con la muleta, está sobrado: emociona con los pases cambiados; liga buenos naturales en tablas, cuando el novillo se raja. Se vuelca con la espada pero hace guardia y eso le priva de la oreja. Dibuja verónicas suaves en el quinto, quita por zapopinas. (Saluda Miguel Martín). Con la muleta, otra vez, muy firme, con recursos y variado, ante un novillo que se ha parado. Estocada: oreja. Ha estado por encima de sus dos enemigos.
El francés Andy Younes sorprendió en su debut, en Fallas, por su personalidad. Devuelto por flojo el tercero, el sobrero de la misma ganadería es un toro, con más de 500 kilos, bravo en el caballo, algo incierto. Muestra su voluntad en muletazos de rodillas y un final encimista pero le falta oficio y mata mal. Recibe de espaldas al último; se empeña en los muletazos cambiados pero no cuaja el toreo fundamental y sufre una voltereta. Vuelve a matar mal.
Salimos, ya de noche, con ganas de respirar la brisa del mar y disfrutar con el aroma y el sabor del «socarrat». Nos queda en el recuerdo la gran capacidad torera de este joven Adame, de seguro porvenir.

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