jueves, 7 de julio de 2016

Roca Rey, triunfo y cornada en San Fermín

El peruano resulta herido en el escroto, corta tres orejas y sale a hombros

Roca Rey sale a hombros del coso pamplonica
Roca Rey sale a hombros del coso pamplonica - Efe
ANDRÉS AMORÓSPamplona

A las ocho de la mañana, un año más, la emoción renovada del rito repetido, en el primer encierro: «A San Fermín pedimos,/ por ser nuestro patrón,/ nos guíe en el encierro,/ dándonos su bendición». Por la tarde, en la Plaza, las peñas, los cánticos, la algarabía. Preside el alcalde, de Bildu, acogido con fuerte división. Los toros de Fuente Ymbro, de juego desigual; exageradamente premiado con la vuelta al ruedo el último, «Soplón». En su presentación como matador, Andrés Roca Rey también arrolla en Pamplona: herido en el escroto, corta tres orejas y sale a hombros.
Vuelve Miguel Abellán, que triunfó el año pasado. En el primero, manejable pero que se desentiende un poco, lo somete por bajo, le deja la muleta en la cara y calienta al público con derechazos de rodillas. Una faena de torero maduro, mal rematada con la espada. El cuarto es el jabonero «Jazmín», que impresionó, en el encierro, pero no se entrega. Abellán muestra su oficio en una lidia de buen profesional y lo caza a la segunda.
El segundo es noble, humilla mucho, con embestidas irregulares. Paco Ureña logra muletazos templado por los dos lados, sin mucho eco: pinchazo y estocada. El quinto se va, flaquea. Paco le arranca algunos muletazos de buen trazo aunque el toro se niega y se pone difícil para matar.
En su primer año de matador, Roca Rey continúa apostando fuerte: dos tardes en Pamplona. El tercero, bizco de pitones, es manso, huido, pero Andrés aguanta impasible, en el quite. Arriesga demasiado al empeñarse en llamarlo de rodillas y, en el tercer muletazo, sufre una tremenda voltereta, con herida en el escroto. Sin amilanarse, le saca naturales, con un valor sereno que impresiona, y se vuelca al matar: oreja. Sale de la enfermería, donde le han dado unos puntos, para matar al último, que tiene dos «velas», embiste suave pero flojea. Enlaza verónicas y chicuelinas, gallea. Muestra ahora su otra cara, con muletazos lentos, suaves. Al final, se mete entre los pitones y vuelve a arrodillarse: ¡un clamor! Estocada hasta la mano: dos orejas.
Roca Rey ya se ha ganado a Pamplona. A los audaces, les ayuda la fortuna... si tienen condiciones y se entregan, como este joven peruano. Ahora mismo, es el rey del valor sereno.
Postdata. Chapu Apaolaza titula su reciente libro con esta fecha: «Siete de julio». Adivinen de qué trata... Cuenta los consejos que les dio su padre, antes del primer encierro: «Lo vais a pasar muy mal, antes, y muy bien, después. No salgais corriendo con el “pum” del cohete porque estos bichos os van a agarrar igual más adelante y más cansados. Conmigo. Poco a poco. Salid a mi voz, cuando yo lo mande. Escuchadme. Andamos y luego corremos. Con el primer paso se irá el miedo. Por nada del mundo le perdáis la cara a los toros». La voz de la experiencia...

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