viernes, 16 de septiembre de 2016

Manzanares se crece en la élite

Con cuatro orejas en el esportón se fue, cuajando un extrardinario segundo de vuelta al ruedo de Núñez del Cuvillo; en figura enrazada el momento deEnrique Ponce y frescura de oreja de Álvaro Lorenzo

Manzanares se crece en la élite

La novena de la Feria de los Llanos de Albacete planteaba en la tarde de este viernes un cartel de sumo interés para la afición manchega: para Enrique Ponce, José María Manzanares y Álvaro Lorenzo hacían a las seis en punto de la tarde el paseíllo en La Chata. Un encierro de Núñez del Cuvillo era la materia prima ganadera.

Toro soso de salida fue el primero, sin emplearse, a la espera Ponce lo pasó de capote sin más. Se dejó en el caballo y se dolió en banderillas. Fue toro con medio viaje al trote y cara a media altura. Ponce lo pasó en todo momento pulcro y suave, haciéndolo, sobándolo a diestras y ligando series en redondo en una faena a sones de la música. Intentó al natural pero por ese pitón el toro se paraba y se quedaba corto, por lo que le obligó y se lució de nuevo con la diestra, ganándole los adentros. Cuatro pinchazos se llevaron el premio, junto con el descabello y el aviso. Silencio.

El segundo era un toro que de salida volvía pronto y tenía cierta fijeza tendiendo a quedarse corto por la justeza de fuerzas. Manzanares se lució en lances saliendo a los medios, todos muy medido.

Cumplió el toro en el caballo y permitió un quite por chicuelinas a Manzanares que se ovacionó con fuerza. Toro noble, queriendo romper en los medios donde Josemari planteaba la faena por el derecho, desgranando de menos a más en intensidad y cantidad los muletazos de trazo largo y limpio. Igual, aunque más medido, lo hizo al natural. Le dio sitio y el toro se vino para sacar series en redondo muy celebradas. Lo mejor estaba por llegar al natural, con empaque y personalidad vistosamente rematadas las series. Una estocada caída y atravesada provocando derrame propició el doble trofeo.

Buen saludo a la verónica dejó al tercero Álvaro Lorenzo, un toro noble pero sin celo que apenas cumplió en el caballo. Con el toro queriendo tomar la muleta con prontitud pero perdiendo manos varias veces por la falta de fuerza comenzó faena. Lorenzo planteó un toreo de corte clásico más bien académico, pulcro, pero entre el uno con sus buenas maneras y el otro cayéndose nada llegó a buen puerto. Buena voluntad sin transmitir más allá de momentos puntuales que crecieron en continuidad en el tramo final del trasteo. Ahí Lorenzo se vino totalmente arriba para firmar un final muy torero que no empañó el aviso. Oreja tras media estocada.

Toro de poca historia en los capotes y protestando en el caballo fue el cuarto, al que brindó al público Ponce. Tenía una embestida corta e iba en todo momento pegando tornillazos, defendiéndose. Ponce se afanó en quitarle los defectos a base de consentirle para enrabietarse y sacar una serie por el derecho que se ovacionó. Pero mantener una regularidad sin enganchar la muleta es complicado: sí lo consiguió bajando la mano a riesgo que el toro se rajase ya del todo; y eso ocurrió. A partir de ahí tiró Ponce de raza y orgullo para epilogar pasajes emotivos por emoción y riesgo. Sonó el aviso y Ponce siguió jugándosela, incluso en el segundo intento de estocada, entera. Gran petición, ninguneo del palco y grandiosa ovación que valió más que una oreja. Vuelta al ruedo.

Con pies salió el quinto, al que Manzanares tan sólo probó capote en mano. Toro moviéndose y por abajo para un precioso inicio de faena de Manzanares. Pero había que templarlo para evitar pierda manos y así lo hizo el alicantino. En ese momento llegaron extraordinarios muletazos intercalados con tironcitos y desplazamientos hasta cuajar una serie por el derecho con la que rompió el trasteo. Otra corta por la izquierda con empaque dejó su sello. Más al redondo donde sobresalió el de pecho de abroche. Mató de estocada entera al encuentro y cortó dos orejas.

Toro noble con poca chispa que tan solo propició corrección en los primeros tercios fue el sexto. Toro de viaje corto pegando el cabezazo. Lorenzo le puso entrega pero el lucimiento se hizo difícil. La voluntad y buenas maneras justificaron su proyección. Pinchazo y estocada. Palmas.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Albacete. Novena de la Feria de Los Llanos. Corrida de toros.

Toros de Juan Pedro Domecq y Núñez del Cuvillo, el segundo, con el hierro de Cuvillo, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. 

Enrique Ponce, silencio y vuelta al ruedo. 

José María Manzanares, dos orejas y 
Álvaro Lorenzo, oreja y palmas.

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