Andy Younes sale a hombros y Leo Valadez corta una oreja
El francés Andy Younes pasea las dos orejas que cortó al quinto - Fabián Simón |
Llovizna en Zaragoza pero no llueve a cántaros, como pedía el gran poeta Bob Dylan. En la España actual, la lluvia tendría que ser torrencial, para limpiar tantos disparates…
Coinciden en esta novillada diestros de tres países: una prueba más de la internacionalidad de la Fiesta.
El mexicano Leo Valadez acaba de ganar el Zapato de Oro de Arnedo, con un «Bastonito» de Ibán (como el que lidió heroicamente César Rincón). Está muy puesto, dentro de la línea variada típica de la tauromaquia de su país. Lidia con oficio al flojo primero. En el cuarto, del Cahoso, manejable, replica por ceñidas zapopinas a Younes, brinda a su cuadrilla, se muestra suelto y fácil con la muleta: oreja.
Sale a hombros el francés Andy Younes, que viene de triunfar en Algemesí. El segundo es flojo y manso, no da opciones. El quinto, del Cahoso, derriba en la primera vara. Lo recibe en el centro, de espaldas; liga muletazos lentos, aprovechando la calidad del novillo. Mata bien y corta dos orejas. Tiene facilidad para hacerles cosas vistosas a las reses, debe mejorar en el toreo clásico.
El sevillano Rafael Serna, que sufrió un grave percance en su presentación en Las Ventas, realiza lo más clásico de la tarde. En el tercero, veroniquea con gusto, muestra firmeza y temple pero lo emborrona con un feo espadazo (en esa suerte fue herido). En el último, que salta al callejón y embiste con brusquedad, muletea con empaque y buen aire torero, sin cuajar faena.
El público sale contento. Los tres jóvenes deben madurar pero poseen cualidades toreras: están –como Dylan– «llamando a las puertas del cielo». Por mucho que algunos se empeñen, la Fiesta no se acaba.
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