La figura alicantina corta la primera oreja de la Temporada Grande
Manzanares en la Monumental de México - Luis Felipe Hernández |
GUILLERMO LEAL México D.f.
José María Manzanares cortó la primera oreja de la Temporada Grande tras una faena templadísima en la Monumental de México, con Alberto Baillères y Javier Sordo como nuevos empresarios.
En el quinto, se recreó en muletazos verdaderamente tersos, con esa personalidad, elegancia y arte que posee el alicantino, quien aprovechó en una obra cabal un toro de mucha clase de Bernaldo de Quirós, que colaboró con José María para calentar el tendido con muletazos en cámara lenta que fueron una delicia.
Maduro y profundo, logró una faena del gusto del público que, desafortunadamente, no asistió en correspondencia al cartelazo (unos 13.000 espectadores), quizá por la falta de costumbre de ir otro día que no es domingo a los toros, aunque también ha ayudado la subida de precios. La estocada del alicantino fue ligeramente caída, pero el público obligó al juez a que le concedieran la oreja, que por cierto le regaló a Javier Sordo, que ocupaba una barrera.
Una faena de voluntad con un toro que manseó fue la de José María Manzanares a su primero. Hubo petición de oreja que se redujo a una salida al tercio.
La figura de Alicante compartió cartel con El Zotoluco, aplaudido en su lote, y Alejandro Talavante, que cosechó sendos silencios con un mal lote.
Emocionantes fueron las chicuelinas con las que inició Zotoluco su labor con el cuarto. Como su primero no había sido bueno, cuidó todos los detalles hasta conseguir con la muleta algunos detalles de temple y calidad. El toro tuvo calidad, aunque al final se aquerenció en tablas y echó por tierra todas posibilidades de triunfo.
El tercero nada le dejó hacer al personalísimo Talavante, que le buscó por ambas manos el lucimiento. Ya con el sexto siempre estuvo dispuesto, pero no encontró colaboración de un toro soso. Hubo muletazos que le valieron algunos aplausos.
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