Gaspar repartió ilusión y torería entre centenares de niños en la cabalgata hispalense
El Rey Gaspar - Efe
ABC.ES Sevilla
Los Reyes Magos llegaron cargados de torería a la Cabalgata de Sevilla, donde la ilusión se respiraba en cada rincón de la ciudad. Melchor, Gaspar y Baltasar, recién llegados de Oriente, repartieron obsequios y momentos mágicos. Uno de los más emotivos fue cuando el Rey Gaspar, a la vera del torero barrio de San Bernardo, hizo un brindis y voló un capote al viento.
Más de 300 capotillos repartiría luego entre los más pequeños, felices con su tela fucsia mientras soñaban las verónicas y chicuelinas que dibuja su admirado Morante de la Puebla, la figura sevillana que de nuevo protagonizará este año los carteles maestrantes.
Cuentan que el Rey Gaspar se daba un aire al letrado Joaquín Moeckel, siempre implicado en la defensa y la difusión de la Fiesta. La magia de la noche de Reyes, la magia de la Tauromaquia.
A sus casas volvieron sonrientes los más de 300 niños que tuvieron como primer regalo un capote. Un broche a la Navidad con mucho arte.
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