sábado, 8 de abril de 2017

Así fue el «imponente desembarco» de los toros de Victorino en Las Ventas


Los «capitanes de la bravura» llegan a los corrales de la Monumental y superan el primer reconocimiento para la corrida de este Domingo de Ramos 

«Bosquimano», el toro de la pelea en el campo, el de más peso de la corrida (631 kilos) 
«Bosquimano», el toro de la pelea en el campo, el de más peso de la corrida (631 kilos) - Plaza 1 (Joserra Lozano)
 
Rosario Pérez - CharoABCToros Madrid

No, no es la arena de Omaha «la sangrienta», es la arena de los corrales de Las Ventas. No hay cañones ni ejércitos armados, pero sí pitones de fuego y parte de la infantería que se las verá mañana con los toros de Victorino Martín. Los capitanes de la bravura emprendieron este viernes, a las siete de la mañana, el viaje desde Portezuelo (Cáceres) a Madrid. «Están a punto de embarcar en la gran cruzada, para la que se les ha preparado durante años...»

Pasadas las doce del mediodía, el camión llegó a la Monumental. A la una era la cita del desembarque, de este particular «desembarco» que algunos bautizan «de Normandía por el temor a las reses». El día D ha llegado.
Comienza la «OPERACIÓN VICTORINO». Uno a uno desfilan «los imponentes toros, de distinta belleza, todos marca de la casa», se escucha entre el reducido grupo de testigos. Es una corrida «con cuajo y peso», con una diferencia de más de cien kilos entre el de menor y el de mayor volumen: de 528 a 631. «¡Qué tío!», se oye mientras asoma uno de los cinqueños, todo un galán. No se pierde el reconocimiento Gómez del Pilar, el primer torero que confirma con el hierro de la A coronada este siglo. Se le nota sereno, ilusionado... Y sabedor de la importancia del compromiso.

El lenguaje bravo

El primer toro en aparecer es el número 39, de andar majestuoso desde que abandona el cajón. «Tiene pinta de buena gente», dice el ganadero, que entabla su particular «diálogo» con los toros, especialmente con los que salen más revoltosos. Solo Victorino conoce su lenguaje; su voz y la del mayoral, Félix, es música campera que apacigua a las fieras. El mayoral de Las Ventas, Florito, no pierde tampoco ojo a ninguno de los animales. A su lado, el presidente de la corrida, Trinidad López Pastor, y su equipo veterinario.
Victorino observa a los toros en el reconocimiento
Victorino observa a los toros en el reconocimiento- Plaza 1
Todos se muestran satisfechos con el trapío del sexteto. Primera prueba superada. «Han pasado los seis –dice a ABC el presidente–. Falta el segundo reconocimiento, que es cuando se ajusta más, confiemos en que ninguno se lesione». Mientras tanto, apoderados y cuadrillas hacen su cábalas en cuanto a posibles lotes. «No se ven igual los toros desde arriba que desde abajo –continúa Trinidad–, a un metro cambia el tema, hay uno que parece un tren. En este caso, la primera impresión ha sido buena».
Un imponente victorino en los corrales de Las Ventas
Un imponente victorino en los corrales de Las Ventas- Plaza 1
Comentamos que es una corrida con el sello de «histórica»: la primera de la era Casas, el estreno de Victorino el Domingo de Ramos... «La responsabilidad siempre es muy grande», subraya el veterano usía. ¿Qué espera de la tarde? «Que todo salga bien. Mi deseo es que los tres toreros salgan a hombros, será una señal de que los toros embistieron y la gente se divirtió». Recordamos que se cumple el 35 aniversario de la Corrida del Siglo y del indulto de «Velador». ¿Podría repetirse? «Imposible no es. En la vida casi nada es imposible».

Estos son los toros

El toro y la suerte lo dirán. «Bosquimano» (número 27, de 631 kilos, el ejemplar que levantó por los aires a sus hermanos en una tremenda pelea en la dehesa), «Gardacho» (número 38, de 597 kilos), «Barbacano» (número 39, de 549 kilos), «Murallón» (número 63, de 528 kilos), «Buscador» (número 72, de 553 kilos) y «Estaquero» (número 89, de 598 kilos) ya han anclado en buen puerto.

Falta lo esencial: la hora H. A partir de las seis de la tarde cada cual pondrá sobre el escenario su palabra, la de la casta, la nobleza y la bravura. Frente a ellos, tres militares y sus municiones: Iván Fandiño, Alberto Aguilar y Gómez del Pilar. Este último fue el primero en cruzar miradas ayer con los victorinos en Las Ventas. De lo que «hablaran» solo ellos lo saben. Este Domingo de Ramos se descorcha el misterio. Ya están en el templo de la Fiesta los «dioses de la bravura».

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